domingo, 9 de abril de 2017

453. EL DESCONSTRUCTIVISMO DE TRUMP EN EL MURALISMO IDEOLÓGICO MEXICANO

partes del Blog de su sevidor
Algunas 
domingo, 30 de septiembre de 2012

PSICOLOGÍA Y FILOSOFÍA
DE LOS PROVOCADORES DE SUEÑOS
MEXICANOS

  Pareciera en un principio muy fácil tratar de entender según la psicología clásica y tradicional de Freud y Fromm la novela de Pedro Páramo de Juan Rulfo como si se tratara de una receta de cocina y llenar tan solo un formulario, siendo la novela un diálogo de muertos, difuntos, aparecidos y fantasmas  sin otra esperanza que la muerte y el infierno se vería entonces como la máxima expresión de la necrofilia y todas sus implicaciones psicológicas de sobra conocidos, lo cual sería una injusta y gravísima equivocación.

   La muerte en México no es una expresión de una patología individual sino que representa ante todo un patrimonio cultural, es la Catrina que anda elegantemente vestida, trae instrumentos musicales de Mariachi, toma tequila, se emborracha, canta y baila el jarabe tapatío,  se duerme en su catre y sueña con la vida. En Tonalá la catrina de barro se pinta de muchas flores y trae una corona de cempasúchil, es una rica herencia prehispánica que ilustra de forma viva y colorida la visión  sobre la muerte de los mexicanos que nada tiene que ver con la frivolidad de la muerte de otras culturas del viejo mundo, por lo tanto no se podrían aplicar los principios de la psicología europea.

 Acá en Jalisco vemos la presencia de la psicología mexicana en Inocencio (de inocente solo tiene el nombre) que es un amansador de animales y de voluntades, mientras el patrón duerme  ,  por sobre nombre el Saltaperico según la novela, que es ante todo un provocador de sueños que desnudo, sobando y  con escupitajos  pulsaba y daba calor al cuerpo, sobre todo de las mujeres que sumidas en la inconsciencia  de los sueños provocados las hipnotizaba o hacía caer en trance adivinándoles el futuro como los gitanos, vemos entonces el “provocador de sueños” “la inconsciencia y el delirio del paciente” “el encanto o hipnotismo” “desnudo”, etc. una arte mexicana de entender los sufrimientos y las culpas y formas domésticas  e ingeniosas de sanarlas, la psicología popular mexicana,  fuente también del arte del erotismo mexicano, mejor conocidos como los pelados, dadores de consejos de no arrejuntarse cuando la luna esta brava.

   En esta psicología popular mexicana vemos en Pedro  Páramo la relación entre Bartolomé  y su hija Susana, está última sostenida por una cuerda desciende a un pozo oscuro en las minas abandonadas de Andrómeda, el cielo y las estrellas se transforman en un agujero, pozo o abismo, mejor dicho tumba, se pierde la luz  y se encuentra una calavera, el incesto, la culpa y el inframundo que termina en la  locura, es descender a los abismos del inconsciente según la psicología clásica de Freud o los abismos del corazón de Fromm, pero acá no sanado por la interpretación del sueño sino por el provocador de sueños, por el encanto de la palabra de la literatura mexicana según expresa el Ilustre  Ideólogo de Huentitán.

  El tema es muy extenso, solo hemos de agregar que ese silencio, murmullos, quejido, susurros , como el tartamudo que le anuncia la muerte de Fulgor a Don Pedro, es la infancia  y esplendor de la literatura mexicana, de la formación mediante la palabra del hombre de barro sumido entre el polvo, el barro y las profundidades de las minas, del corazón o inconsciente, ese silencio o murmullos luego reventará en el canto y los sones del Mariachi, el silencio se envuelve en uno de los patrimonios  culturales de la humanidad como lo es el Mariachi, el Hombre de Fuego y la misma cocina mexicana, todo ello  lleno de color y vida, la noche y la muerte se han disipado.

  Tras de todas estas sombras, ruinas y destrucción veríamos el existencialismo filosófico mexicano, la preocupación por la vida y la muerte, el principio y el fin de uno mismo que se inicia como la misma búsqueda de Juan Preciado hacia un pasado histórico  destruido como lo es México, su cultura prehispánica asediada, ahogada por la tragedia y el fatalismo.
  El desconstructivismo de Trump reconstruye el proceso histórico de México, a la vez que nos hace entender la patología psicológica de Trump, la psicología de la sociedad norteamericana en el nuevo milenio y siglo.  
                                  Juan Ángel Peña Enríquez 
             
FILOSOFÍA Y ARTE
RECONSTRUCTIVA MEXICANA

  Trataremos de ilustra algunos aspectos de la Filosofía y Arte Reconstructiva Mexicana  como son el pensamiento, memoria, conocimiento, criterio científico, imaginación, sueño, inconsciente, creatividad, etc.

  Decíamos en páginas anteriores que era difícil ver la racionalidad de la ciencia y la tecnología  y su mundo de progreso y modernidad al contemplar en las calles millones de automóviles  envueltos en ruido y humo, las propias ciudades con su crecimiento desordenado, su decadencia, inseguridad, violencia, etc.  se mira como una pesadilla, gigantescos basureros que son los cementerios de la sociedad de consumo que descubren los lados oscuros y desconocidos del progreso, millones de jóvenes sumidos y esclavizados por el narcotráfico que desquebrajan el futuro de la sociedad, los medios de comunicación difundiendo la cultura de la violencia,  muerte, la enajenación y la manipulación, millones de juguetes y juegos arrebatan a los niños su sana imaginación y creatividad, la complejidad de la ciencia y la tecnología  hacen de la misma instrumentos de poder y de dominio, etc. Etc.

  Todo lo anterior hace dudar del buen juicio del hombre, de la estructura de su pensamiento supuestamente de la razón, del criterio, de la lógica, del entendimiento, de la inteligencia, de la era de la ciencia y del conocimiento científico que no explican entonces por qué estos mundos absurdos y decadentes, patéticos paisajes desoladores y terribles situaciones inhumanas, la difusión cada  vez mayor de la cultura de la violencia y de la muerte, de la contaminación, del narcotráfico, quizá son tan solo máscaras grotescas de un mundo feliz, esto en cuanto a la filosofía de la ciencia y el conocimiento científico.

  Decíamos que el Arte no se sujeta a las categorías científicas sino que cae enteramente en el mundo subjetivo y muchas veces se distorsiona gravemente su misión y los mimos artistas se definen irresponsablemente como magos, alquimistas, dicen tener parentesco con el delirio y la locura, los sueños, las pesadillas, el inconsciente, mundos irreales y fantásticos que niegan la propia realidad y se alejan sobre todo de la propia realidad social, para el caso concreto en  Guadalajara  veamos por ejemplo las admirables esculturas de Alejandro Colunga y Sergio Bustamante, el primero de ellos ha realizado recientemente un documental por parte de la Universidad de Guadalajara titulado: “El Fogonero del Delirio” y Sergio Bustamante basa gran parte de su obra en fantasmas y duendes, sueño y máscaras, no en un análisis crítico de la realidad  sino en las sombras y rincones del inconsciente, en Colunga vemos: Magos,  cirqueros, payaso, trapecistas, pesadillas, etc. Sin ningún compromiso o denuncia social, no se comprometen con nada ni con nadie, viven cómodamente en su mundo alucinante conversando con sus duendes y fantasmas que los arrastran con cadenas desde su infancia y es por ello que el arte mexicano en la escultura no ha alcanzado su plena madurez.

  Hemos de decir y repetir que su arte es admirable, pero les falta  esa madurez de no ser una negación sino una confirmación de la realidad, a veces esta arte mágica y de duendes justifica la propia irracionalidad del mundo moderno anteriormente descrito colmado de locura y de necedad, de su irracionalidad  en vez de criticarlo y condenarlo, definimos algunos principios del Arte Reconstructiva Mexicana que ante las graves situaciones del mundo no son otras formas de diversión y entretenimiento que se suman a la propia sociedad de consumo.

  Si decimos Filosofía y Arte Reconstructiva Pos Moderna quiere decir que es una crítica constructiva y propositiva, en este sentido se hace respetuosamente la crítica de Colunga y Bustamante, no para destruir  sino para llevar a su madurez, plenitud y perfección  sin otro fin que el de servir a los grandes problemas de nuestra sociedad, el Arte no es entonces una negación o mundos paralelos a la realidad sino que es una confirmación y profunda comprensión de la realidad  que ayuda a su interpretación y transformación tanto o con mayor sensibilidad que el método científico  que muchas veces instrumentaliza, experimenta y deshumaniza  la existencia (crítica y no pocas veces conflictiva) del hombre.

                                                  Juan Ángel Peña Enríquez
FIN DE LOS MAGOS Y FANTASMAS
DEL ARTE MEXICANO

  Dentro de la Teoría del Arte Mexicano hemos visto la Obra  Colunga y Bustamante que tienen por fuente de su inspiración la magia, el circo, los duendes y fantasmas  para crear mundos mágicos y fantásticos que resultan a veces difícil entender y explicar para ellos mismos con palabras, la Obra de Juan Rulfo  y su novela “Pedro Paramo” nos ayuda a entender  lo anterior con mayor profundidad, aunque  muestra en sí mismo una contradicción como los fantasmas que suben la escalera buscando la razón, es decir es complejo explicar fantasmas y muertos que platican con los vivos y es ahí su truco y su fascinación compleja , el miedo como instrumento didáctico en la formación infantil oscura  de la conciencia y de la razón del hombre.

   Pedro Páramo, el Pueblo de Comala es también un pueblo fantasma, abandonado y en ruinas, en sus calles y sus paredes se oyen lamentos, murmullos, gritos y quejidos  de hombres muertos, la conversación de difunto o finados , duendes y fantasmas que habitan en las viejas haciendas mexicanas, la agonía de hombres, pueblos y haciendas  del mundo rural de México a principios de 1900.

   Estas imágenes de pueblos fantasmas  las vimos unas décadas después en toda su crudeza  tanto por la Revolución Mexicana  como por las grandes emigraciones del campo a la ciudad, entonces quedan tapias viejas, caminos abandonado, cocina y  jacales en ruinas, puertas y ventanas donde entra el viento y el polvo dibujando fantasmas y  se saludan con susurros  las ánimas en pena, es la memoria, los recuerdos rurales que tanto marcaron el ser del mexicano.

  En esos caminos abandonados se escuchan aún los pasos de los caballos, los gritos y chiflidos de los arrieros, las conversaciones en los mesones, el cruce de los correcaminos, el ir y venir de los muertos, es la historia que surge de los rincones que reproduce el eco continuo atrapado  en las paredes y que el viento reproduce en los labios de nuestros abuelos entre suspiros cada vez más débiles , polvo y neblina, oscuridad y muerte, pasión de amor en cementerios, muertos en vida  que viven la soledad y el infierno condenados por sus propias culpas.

  Así como vemos en Colunga y Bustamante los magos, el circo, los fantasmas y duendes que recuerdan su infancia así vemos en Rulfo la infancia de la sociedad rural mexicana , de las ruinas de las haciendas  al comienzo de la Revolución.

  Decíamos en páginas anteriores que con motivo del Bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución Mexicana  deberíamos  de dar el paso a nuevas Escuelas Históricas, a nuevas interpretaciones históricas y que es notorio como dice el Ilustre Ideólogo de Huentitán  la falta de historiadores  que den un rumbo más luminoso  a nuestro proceso histórico, quizá por ello la Novela en Jalisco ha tomado el lugar de los historiadores, lo cual no es del todo correcto, ya que la historia se vuelve  novelesca como lo vemos en: “Los de Abajo” de Mariano Azuela o bien en “Pedro Paramo” de Juan Rulfo, en ésta última se trata de representar la Revolución Mexicana como la luz que disipa a los duendes y fantasmas, los poderes de la oscuridad y el mal representado en el hacendado  como lo era Pedro Paramo que se adueñó de tierras y de vidas, entonces la Revolución es como el amanecer  que renueva al hombre y a los pueblos, aunque ésta costo más de un millones de vida. A grandes rasgos se ilustran a los pueblos rurales mexicanos abandonados y quedando pueblos  y mundos fantasmas cuyas ánimas envueltas en polvo  y rebozos  emigran por los caminos de arrieros para nunca más regresar  y han dado paso a las grandes ciudades donde hay otros mundos, otros fantasmas, magos y duendes  con su cultura de la violencia y de la muerte, de la soledad y nuevas formas de terror que atemorizan y espantan el corazón de los hombres,  el miedo como forma de educación y de gobierno.

  Ante estos jubileos históricos de la Independencia y la Revolución Mexicana, del inicio del nuevo milenio y siglo, hace ver el tiempo del siglo pasado de la forma en que lo pinta Rulfo: en ruinas  y destrucción  habitados por lagartijas, polvo y telarañas en que quedan atrapados los fantasmas en los rincones de nuestra memoria, para salir de ese mundo hemos de abordar los trenes o fogoneros del delirio de Colunga  o montar las sirenas  y duendes de Bustamante que nos llevarán a un futuro incierto, por ello la Crítica del Arte y la Crítica de la Historia  hace que el arte pierda su encanto, su magia y sus hechizos, tiembla y se caen las vigas del teatro y sus máscaras,   entramos hacia un nuevo concepto del arte cuando la neblina y el polvo  llevados por el viento corretea los duendes y fantasmas, se pierde el poder de la varita del mago para transformar las cosas y queda entonces el mundo quieto y en silencio, el arte ha perdido su fascinación, la vida del hombre se hunde en la monotonía, el arte era una negación y falsificación de la realidad, sombras  que sofocaban el entendimiento y la razón y hacían posible el imperio de los magos y de los fantasmas que se burlaban con gritos descarados de la razón, gobernaban con el miedo, la ignorancia, la superstición y se hermanaban y justificaban  con otras tantas formas de magias y de ciencias oscuras y ocultas.

   Adentrémonos a nuevas épocas del arte, de la literatura que se presentan en estos tiempos como las primaveras, esa capacidad para renovar y reconstruir lo viejo, para dar luz y color a los rincones oscuros del hombre, esperanza y fuerza a su corazón, alegría y vida en lugar de sombras y de muerte, se disipa  con este sol primaveral las sombras y la niebla de los magos y duendes, de los pueblos habitados por fantasmas que platican entre lamentos su propia muerte y se pierden como eco en los nuevos campos históricos donde brotan  los nuevos verdores de la primavera, renacimiento y reconstrucción de Guadalajara: La Nueva Guadalajara, las nuevas tendencias del arte moderna y contemporánea, la nueva aRte mexicana a partir de la construcción del Hermoso Muro de Trump

                                                     Juan Ángel Peña Enríquez





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