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domingo, 30 de septiembre de 2012
PSICOLOGÍA Y FILOSOFÍA
DE LOS PROVOCADORES DE SUEÑOS
MEXICANOS
Pareciera en
un principio muy fácil tratar de entender según la psicología clásica y
tradicional de Freud y Fromm la novela de Pedro Páramo de Juan Rulfo como si se
tratara de una receta de cocina y llenar tan solo un formulario, siendo la
novela un diálogo de muertos, difuntos, aparecidos y fantasmas sin otra
esperanza que la muerte y el infierno se vería entonces como la máxima
expresión de la necrofilia y todas sus implicaciones psicológicas de sobra
conocidos, lo cual sería una injusta y gravísima equivocación.
La muerte en México no es una expresión de una patología individual sino que
representa ante todo un patrimonio cultural, es la Catrina que anda
elegantemente vestida, trae instrumentos musicales de Mariachi, toma tequila,
se emborracha, canta y baila el jarabe tapatío, se duerme en su catre y
sueña con la vida. En Tonalá la catrina de barro se pinta de muchas flores y
trae una corona de cempasúchil, es una rica herencia prehispánica que ilustra
de forma viva y colorida la visión sobre la muerte de los mexicanos que
nada tiene que ver con la frivolidad de la muerte de otras culturas del viejo
mundo, por lo tanto no se podrían aplicar los principios de la psicología
europea.
Acá en
Jalisco vemos la presencia de la psicología mexicana en Inocencio (de inocente
solo tiene el nombre) que es un amansador de animales y de voluntades, mientras
el patrón duerme , por sobre nombre el Saltaperico según la novela,
que es ante todo un provocador de sueños que desnudo, sobando y con
escupitajos pulsaba y daba calor al cuerpo, sobre todo de las mujeres que
sumidas en la inconsciencia de los sueños provocados las hipnotizaba o
hacía caer en trance adivinándoles el futuro como los gitanos, vemos entonces
el “provocador de sueños” “la inconsciencia y el delirio del paciente” “el
encanto o hipnotismo” “desnudo”, etc. una arte mexicana de entender los
sufrimientos y las culpas y formas domésticas e ingeniosas de sanarlas,
la psicología popular mexicana, fuente también del arte del erotismo mexicano,
mejor conocidos como los pelados, dadores de consejos de no arrejuntarse cuando
la luna esta brava.
En esta psicología popular mexicana vemos en Pedro Páramo la relación
entre Bartolomé y su hija Susana, está última sostenida por una cuerda
desciende a un pozo oscuro en las minas abandonadas de Andrómeda, el cielo y
las estrellas se transforman en un agujero, pozo o abismo, mejor dicho tumba,
se pierde la luz y se encuentra una calavera, el incesto, la culpa y el
inframundo que termina en la locura, es descender a los abismos del
inconsciente según la psicología clásica de Freud o los abismos del corazón de
Fromm, pero acá no sanado por la interpretación del sueño sino por el
provocador de sueños, por el encanto de la palabra de la literatura mexicana según
expresa el Ilustre Ideólogo de Huentitán.
El
tema es muy extenso, solo hemos de agregar que ese silencio, murmullos,
quejido, susurros , como el tartamudo que le anuncia la muerte de Fulgor a Don
Pedro, es la infancia y esplendor de la literatura mexicana, de la
formación mediante la palabra del hombre de barro sumido entre el polvo, el
barro y las profundidades de las minas, del corazón o inconsciente, ese
silencio o murmullos luego reventará en el canto y los sones del Mariachi, el
silencio se envuelve en uno de los patrimonios culturales de la humanidad
como lo es el Mariachi, el Hombre de Fuego y la misma cocina mexicana, todo
ello lleno de color y vida, la noche y la muerte se han disipado.
Tras de todas estas sombras,
ruinas y destrucción veríamos el existencialismo filosófico mexicano, la
preocupación por la vida y la muerte, el principio y el fin de uno mismo que se
inicia como la misma búsqueda de Juan Preciado hacia un pasado histórico
destruido como lo es México, su cultura prehispánica asediada, ahogada por la
tragedia y el fatalismo.
El desconstructivismo de Trump reconstruye el proceso histórico de México, a la vez que nos hace entender la patología psicológica de Trump, la psicología de la sociedad norteamericana en el nuevo milenio y siglo.
Juan Ángel Peña Enríquez
FILOSOFÍA Y ARTE
RECONSTRUCTIVA MEXICANA
Trataremos de ilustra algunos aspectos de la Filosofía y Arte Reconstructiva
Mexicana como son el pensamiento, memoria, conocimiento, criterio
científico, imaginación, sueño, inconsciente, creatividad, etc.
Decíamos en páginas anteriores que era difícil ver la racionalidad de la
ciencia y la tecnología y su mundo de progreso y modernidad al contemplar
en las calles millones de automóviles envueltos en ruido y humo, las
propias ciudades con su crecimiento desordenado, su decadencia, inseguridad,
violencia, etc. se mira como una pesadilla, gigantescos basureros que son
los cementerios de la sociedad de consumo que descubren los lados oscuros y
desconocidos del progreso, millones de jóvenes sumidos y esclavizados por el
narcotráfico que desquebrajan el futuro de la sociedad, los medios de
comunicación difundiendo la cultura de la violencia, muerte, la
enajenación y la manipulación, millones de juguetes y juegos arrebatan a los
niños su sana imaginación y creatividad, la complejidad de la ciencia y la
tecnología hacen de la misma instrumentos de poder y de dominio, etc.
Etc.
Todo
lo anterior hace dudar del buen juicio del hombre, de la estructura de su
pensamiento supuestamente de la razón, del criterio, de la lógica, del
entendimiento, de la inteligencia, de la era de la ciencia y del conocimiento
científico que no explican entonces por qué estos mundos absurdos y decadentes,
patéticos paisajes desoladores y terribles situaciones inhumanas, la difusión cada
vez mayor de la cultura de la violencia y de la muerte, de la contaminación,
del narcotráfico, quizá son tan solo máscaras grotescas de un mundo feliz, esto
en cuanto a la filosofía de la ciencia y el conocimiento científico.
Decíamos que el Arte no se sujeta a las categorías científicas sino que cae
enteramente en el mundo subjetivo y muchas veces se distorsiona gravemente su
misión y los mimos artistas se definen irresponsablemente como magos,
alquimistas, dicen tener parentesco con el delirio y la locura, los sueños, las
pesadillas, el inconsciente, mundos irreales y fantásticos que niegan la propia
realidad y se alejan sobre todo de la propia realidad social, para el caso
concreto en Guadalajara veamos por ejemplo las admirables esculturas
de Alejandro Colunga y Sergio Bustamante, el primero de ellos ha realizado
recientemente un documental por parte de la Universidad de Guadalajara
titulado: “El Fogonero del Delirio” y Sergio Bustamante basa gran parte de su
obra en fantasmas y duendes, sueño y máscaras, no en un análisis crítico de la
realidad sino en las sombras y rincones del inconsciente, en Colunga
vemos: Magos, cirqueros, payaso, trapecistas, pesadillas, etc. Sin ningún
compromiso o denuncia social, no se comprometen con nada ni con nadie, viven
cómodamente en su mundo alucinante conversando con sus duendes y fantasmas que
los arrastran con cadenas desde su infancia y es por ello que el arte mexicano
en la escultura no ha alcanzado su plena madurez.
Hemos
de decir y repetir que su arte es admirable, pero les falta esa madurez
de no ser una negación sino una confirmación de la realidad, a veces esta arte
mágica y de duendes justifica la propia irracionalidad del mundo moderno
anteriormente descrito colmado de locura y de necedad, de su
irracionalidad en vez de criticarlo y condenarlo, definimos algunos
principios del Arte Reconstructiva Mexicana que ante las graves situaciones del
mundo no son otras formas de diversión y entretenimiento que se suman a la
propia sociedad de consumo.
Si
decimos Filosofía y Arte Reconstructiva Pos Moderna quiere decir que es una
crítica constructiva y propositiva, en este sentido se hace respetuosamente la
crítica de Colunga y Bustamante, no para destruir sino para llevar a su
madurez, plenitud y perfección sin otro fin que el de servir a los
grandes problemas de nuestra sociedad, el Arte no es entonces una negación o
mundos paralelos a la realidad sino que es una confirmación y profunda
comprensión de la realidad que ayuda a su interpretación y transformación
tanto o con mayor sensibilidad que el método científico que muchas veces
instrumentaliza, experimenta y deshumaniza la existencia (crítica y no
pocas veces conflictiva) del hombre.
Juan Ángel Peña Enríquez
FIN DE LOS
MAGOS Y FANTASMAS
DEL ARTE
MEXICANO
Dentro
de la Teoría del Arte Mexicano hemos visto la Obra Colunga y Bustamante
que tienen por fuente de su inspiración la magia, el circo, los duendes y
fantasmas para crear mundos mágicos y fantásticos que resultan a veces
difícil entender y explicar para ellos mismos con palabras, la Obra de Juan
Rulfo y su novela “Pedro Paramo” nos ayuda a entender lo anterior
con mayor profundidad, aunque muestra en sí mismo una contradicción como
los fantasmas que suben la escalera buscando la razón, es decir es complejo
explicar fantasmas y muertos que platican con los vivos y es ahí su truco y su
fascinación compleja , el miedo como instrumento didáctico en la formación
infantil oscura de la conciencia y de la razón del hombre.
Pedro Páramo, el Pueblo de Comala es también un pueblo fantasma, abandonado y
en ruinas, en sus calles y sus paredes se oyen lamentos, murmullos, gritos y
quejidos de hombres muertos, la conversación de difunto o finados ,
duendes y fantasmas que habitan en las viejas haciendas mexicanas, la agonía de
hombres, pueblos y haciendas del mundo rural de México a principios de
1900.
Estas imágenes de pueblos fantasmas las vimos unas décadas después en
toda su crudeza tanto por la Revolución Mexicana como por las
grandes emigraciones del campo a la ciudad, entonces quedan tapias viejas,
caminos abandonado, cocina y jacales en ruinas, puertas y ventanas donde
entra el viento y el polvo dibujando fantasmas y se saludan con susurros
las ánimas en pena, es la memoria, los recuerdos rurales que tanto
marcaron el ser del mexicano.
En
esos caminos abandonados se escuchan aún los pasos de los caballos, los gritos
y chiflidos de los arrieros, las conversaciones en los mesones, el cruce de los
correcaminos, el ir y venir de los muertos, es la historia que surge de los
rincones que reproduce el eco continuo atrapado en las paredes y que el
viento reproduce en los labios de nuestros abuelos entre suspiros cada vez más
débiles , polvo y neblina, oscuridad y muerte, pasión de amor en cementerios,
muertos en vida que viven la soledad y el infierno condenados por sus
propias culpas.
Así
como vemos en Colunga y Bustamante los magos, el circo, los fantasmas y duendes
que recuerdan su infancia así vemos en Rulfo la infancia de la sociedad rural
mexicana , de las ruinas de las haciendas al comienzo de la Revolución.
Decíamos en páginas anteriores que con motivo del Bicentenario de la
Independencia y centenario de la Revolución Mexicana deberíamos de
dar el paso a nuevas Escuelas Históricas, a nuevas interpretaciones históricas
y que es notorio como dice el Ilustre Ideólogo de Huentitán la falta de
historiadores que den un rumbo más luminoso a nuestro proceso
histórico, quizá por ello la Novela en Jalisco ha tomado el lugar de los historiadores,
lo cual no es del todo correcto, ya que la historia se vuelve novelesca
como lo vemos en: “Los de Abajo” de Mariano Azuela o bien en “Pedro Paramo” de
Juan Rulfo, en ésta última se trata de representar la Revolución Mexicana como
la luz que disipa a los duendes y fantasmas, los poderes de la oscuridad y el
mal representado en el hacendado como lo era Pedro Paramo que se adueñó
de tierras y de vidas, entonces la Revolución es como el amanecer que
renueva al hombre y a los pueblos, aunque ésta costo más de un millones de
vida. A grandes rasgos se ilustran a los pueblos rurales mexicanos abandonados
y quedando pueblos y mundos fantasmas cuyas ánimas envueltas en
polvo y rebozos emigran por los caminos de arrieros para nunca más
regresar y han dado paso a las grandes ciudades donde hay otros mundos,
otros fantasmas, magos y duendes con su cultura de la violencia y de la
muerte, de la soledad y nuevas formas de terror que atemorizan y espantan el
corazón de los hombres, el miedo como forma de educación y de gobierno.
Ante
estos jubileos históricos de la Independencia y la Revolución Mexicana, del
inicio del nuevo milenio y siglo, hace ver el tiempo del siglo pasado de la
forma en que lo pinta Rulfo: en ruinas y destrucción habitados por
lagartijas, polvo y telarañas en que quedan atrapados los fantasmas en los
rincones de nuestra memoria, para salir de ese mundo hemos de abordar los
trenes o fogoneros del delirio de Colunga o montar las sirenas y
duendes de Bustamante que nos llevarán a un futuro incierto, por ello la
Crítica del Arte y la Crítica de la Historia hace que el arte pierda su
encanto, su magia y sus hechizos, tiembla y se caen las vigas del teatro y sus
máscaras, entramos hacia un nuevo concepto del arte cuando la
neblina y el polvo llevados por el viento corretea los duendes y
fantasmas, se pierde el poder de la varita del mago para transformar las cosas
y queda entonces el mundo quieto y en silencio, el arte ha perdido su
fascinación, la vida del hombre se hunde en la monotonía, el arte era una
negación y falsificación de la realidad, sombras que sofocaban el
entendimiento y la razón y hacían posible el imperio de los magos y de los
fantasmas que se burlaban con gritos descarados de la razón, gobernaban con el
miedo, la ignorancia, la superstición y se hermanaban y justificaban con
otras tantas formas de magias y de ciencias oscuras y ocultas.
Adentrémonos a nuevas épocas del arte, de la literatura que se presentan en
estos tiempos como las primaveras, esa capacidad para renovar y reconstruir lo
viejo, para dar luz y color a los rincones oscuros del hombre, esperanza y
fuerza a su corazón, alegría y vida en lugar de sombras y de muerte, se
disipa con este sol primaveral las sombras y la niebla de los magos y
duendes, de los pueblos habitados por fantasmas que platican entre lamentos su
propia muerte y se pierden como eco en los nuevos campos históricos donde
brotan los nuevos verdores de la primavera, renacimiento y reconstrucción
de Guadalajara: La Nueva Guadalajara, las nuevas tendencias del arte moderna y
contemporánea, la nueva aRte mexicana a partir de la construcción del Hermoso Muro de Trump
Juan Ángel Peña Enríquez
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