jueves, 31 de diciembre de 2015

406.- EL INDIVIDUALISMO Y LA SOLEDAD DE LAS GRANDES CIUDADES

   EL INDIVIDUALISMO Y LA SOLEDAD EN LAS GRANDES CIUDADES
  Al tratar de los misticismos y las nuevas espiritualidades del nuevo siglo y milenio  de los fieles laicos, hemos visto esa deshumanización y falta de espiritualidad, ese camino errante y oscuro hacia la iluminación del ser del hombre.
  Esto pude encerrar varias distorsiones, una de ellas es una interiorización  personal que termina siendo un individualismo agresivo tan parecido al individualismo de la sociedad de consumo o también al individualismo de las ofertas del espiritualismo oriental, termino siendo el yo  un ídolo y un vicio, también esa vida de silencio y contemplativa  lleva alejarse del mundo como característica de las viejas ordenes y monasterios  cristianos  que terminan encerrados en altos muros y celdas, aprisionados en sí mismos.

 Dentro del mundo del hombre (pues distinguimos del mundo como creación de Dios)  nos dicen y nos repiten por millones de veces  que la felicidad se encuentra en la riqueza individual, acumular la mayor cantidad de dinero  y eso nos dará tranquilidad, paz y seguridad, otro camino de felicidad es la fama, el ser admirados y reconocidos por los hombres, aplaudidos, idolatrados, ser más que los otros, tener más que ninguno, ser los primeros, vencer  a los otros para ser solo yo, la competitividad  y la lucha violenta del hombre contra el hombre, , es eso el valor y la riqueza, la escala de un mundo mercantil, la individualidad  y la superioridad que garantiza el triunfo y la felicidad, la realización existencial del hombre , cuando es precisamente  uno de los factores  de la pobreza y soledad del hombre, de su frustración y desencanto de la vida.
  En ese misticismo y espiritualidad luminosa el hombre ha de reconocer que forma parte no de una individualidad sino de una comunidad, es solo una parte y necesita de todos y cada uno de los  hombres, cada uno de los hombres  tiene dones y carismas propios  sin el cual él no puede realizarse plenamente , nos necesitamos unos a otros, la doctrina cristina es muy clara sobre estos aspectos: Formamos todos los hombres un solo cuerpo místico, cada uno es una parte de ese cuerpo, por eso rechazábamos la falsa filantropía, la dependencia y el subsidio, tutelaje y paternalismo de los primeros mundos porque condicionan esa ayuda y determinan la funcionalidad de su propio sistema sin cuestionarlo o ver sus propias contradicciones, una falsa caridad, en este sentido somos una misma parte y formamos un solo cuerpo, nos necesitamos unos a otros y no en esa forma  unidireccional, el rico desarrollado dando sobras al pobre tercermundista pero no ejerciendo la justicia de los sistemas políticos y económicos que precisamente generan millones de pobres sobre la tierra.
   Más aún, hemos  de redefinir el concepto de la vida del hombre, no solo en cuanto al mismo hombre  sino entender la vida  en todo su sentido, es decir, la vida de cada hombre  solo es posible con la vida de cada planta, de cada uno de los animales, la vida en la tierra  es un conjunto o sistema único  e indivisible y de ellos depende directamente la vida del hombre que por desgracia  y para perjuicio del hombre se ha puesto en peligro la propia vida en la tierra.   Esta Primavera ecológica crea un conciencia global, siendo que los ecosistemas no reconocen fronteras, por ello hemos  de cuidar estas nuevas hermandades ecológicas o esos misticismos  o espiritualidades ambientales que muchas veces terminan siendo panteísmos.
  Ante una industrialización  y urbanismo brutal, una productividad ilimitada que alienta la sociedad de consumo  los ecosistemas se desquebrajan, el cambio climático está amenazando la vida en la tierra.
    Se  ha de sembrar, cultivar, ver florecer y fructificar la Primavera Filosófica y Teológica como nuevos movimientos agrarios, la economía primaria de la agricultura ante el poder unilateral de la industria siguiendo los lineamientos del Papa Francisco plasmados en su reciente encíclica sobre las cuestiones ambientales.
  Por ello la Barranca de Oblatos es ese monasterio  fuente de misticismo  y espiritualidad  que redefine el espacio urbano, las tendencias de las grandes ciudades hacia el futuro.
  La espiritualidad de los Monjes de Oblatos no es entonces la individualidad  egoísta tipo yoga, la meditación trascendental de rasgos orientales sino la construcción  y reconstrucción de la comunidad  real y concreta, no abstracta o virtual, no histórica, literaria o imaginaria, sino uno de los sectores de Guadalajara más marginados y olvidados que necesitan un nuevo modelo  histórico y desarrollo, hemos de considerar que esas líneas inspiradoras nacen de la propia vista del Papa Juan Pablo II a Oblatos, específicamente al Barrio de Santa Cecilia, un Oblatos de esencia mística bendecido por una visita del Papa, no es entonces ese sector maldito que encierra en sí mismo la maldad de Guadalajara, hemos de dar fin a ese juicio injusto a esos estigmas,  crueles e injustos señalamientos, es por ello ese juicio histórico y teológico al que hemos hecho referencia.
    A la brutal sociedad de consumo  solo le puede esperar el hambre como el derroche aquel del Hijo Pródigo, el cambio climático afecta especialmente a los agricultores de forma gravísima, para los profetas del confort y la comodidad del mundo feliz les desagrada las catástrofes y las crisis, sus ofrendas instantáneas y desechables a sus dioses del placer los hacen ciegos y sordos  a la crítica, cosas de indios o seres salvajes que les anuncian en tono profético que un día despertaran ahogados en sus propios desperdicios, la naturaleza se está  volviendo contra el hombre, le está negando poco a poco sus frutos, el cambio climático  hará grandes estragos en la economía mundial, particularmente la producción de alimentos.
  La espiritualidad de la Teología Mexicana no es entonces encerrase en esa individualidad luminosa  sino abrir  sus ojos a la dimensión del mundo  y del universo, esta Primavera Filosófica y Teológica toma a la creación, a los ecosistemas como principio rector, no en cuanto la ecología sea visto como una expresión romántica y poética de admirar extraordinarios paisajes o como negación de la ciudad o huir de la vida urbana,  sino como una cuestión fundamental  para marcar nuevos estilos de vida y líneas estratégicas de desarrollo para las ciudades del futuro,   en ese sentido el Monasterio Oblatos o Barranca de Oblatos edifica esas nuevas escuelas filosóficas y teológicas que al menos tengan significado local.
   La visita del Papa Juan Pablo II a Oblatos ha sido fundamental para dar inicio a su nueva interpretación y transformación, las visitas del Papa Juan Pablo II a Latinoamérica hizo comprender la importancia del continente de la esperanza y el futuro del catolicismo  reafirmada luego con la propia Providencia de Dios de dar un Papa Latinoamericano como es el Papa Francisco, es eso los pasos de una nueva teología que da fin al centralismo teológico europeo, el viejo mundo, las tendencias del nuevo mundo, tal construcción teológica es sobre una sola Piedra, la Piedra inconmovible que fue desechada por los arquitectos: El Señor Cristo Jesús,  cada uno ha de ver cómo construye sobre esa Piedra y esos cimientos, son esos los estilos particulares de la Iglesia en nuestro caso la Latinoamericana , por tal razón si la primera visita del Papa Juan Pablo II fue decisiva para cambia la historia de Oblatos hemos de poner gran atención en la próxima visita del Papa Francisco a México programada Dios mediante para el mes de febrero, sin duda luces para vislumbrar y delinear con mayor claridad los nuevos teólogos mexicanos de este nuevo siglo y milenio.

                                                  Equipo de Reflexión de la
                                         Glorieta y Corredor Cultural Oblatos
 



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