viernes, 18 de agosto de 2017

463.- RESPUESTA INICIAL AL PADRE TOMÁS DE HÍJAR ORNELAS SOBRE LA ESCULTURA "SINCRETISMO"

RESPUESTA INICIAL  DE UN FIEL LAICO  A LA REFLEXIÓN
DEL PRESBÍTERO TOMÁS DE HIJAR ORNELAS
CRONISTA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE GUADALAJARA
SOBRE LA ESCULTURA “SINCRETISMO”
DEL AYUNTAMIENTO DE GUADALAJARA
   Hemos de considerar que no hay cosa más sagrada para los mexicanos que la Virgen de Guadalupe, con mayor razón en la tierra de los Cristeros que se distingue por la defensa de nuestra fe, por tal razón se ha de pone un mayor cuidado  en cualquier interpretación  histórica artística sobre la Virgen de Guadalupe.
  Hemos de considerar que las declaraciones  del Presbítero Tomás de Híjar  es a título personal  y no es el sentir de la Iglesia o de los fieles laicos, la obra Sincretismo y todas las esculturas no son fruto de un jurado o una consulta pública para determina la ubicación  sino que fue impuesta de manera personal y caprichosa , del mismo modo la reflexión particular del Presbítero Tomás de Híjar no es una declaración colegiada de la Iglesia  y esto debe de quedar claro para que no exista confusión, siendo la Virgen de Guadalupe muy respetada por los mexicanos  se debió consultar oportunamente  la opinión de la Iglesia  y no fue así sino que se impuso frente al templo del Refugio  que sigue siendo un espacio del atrio del templo  de interés territorial para la Iglesia en Guadalajara  y que como hemos dicho no fue consultada  oportunamente  y ahora e hace más como una justificación forzada.
   Nuestros Padres Conciliares del Concilio Vaticano II donde se dio inicio a una Nueva Evangelización  definen  claramente la vocación y misión de los fieles laicos tanto en la Iglesia como en el mundo, toca a ellos el ordenamiento de la realidades temporales, transformar con la luz de la fe cuestiones como la política, la economía, el arte y la cultura, vemos en ello su responsabilidad en la construcción de nuestra sociedad, siendo responsables y críticos, por tal razón no se pueden hacer juicios precipitados, no es esto una cuestión que tiene que ver solo con el arte en sí mismo sino que por el tema implica una respuesta de nuestra fe, por tal razón para no ser apresurado en los juicios he dividido en forma resumida esta reflexión personal  en cuatro puntos:
1.- El histórico,
2.- El estético,
3.- El ético  y
4.- El teológico    
   Su servidor ha expresado en distintos tiempos y formas  la importancia del arte y la cultura en el desarrollo de una sociedad, sin duda estoy convencido de que el arte humaniza a una sociedad, el bien de una sociedad se ve reflejada en la claridad y fuerza de su arte, por tal razón celebré en lo  personal el proyecto de arte público de la presente administración municipal a pesar de ciertas omisiones.
   Es verdad que en la administración del Presidente Municipal Enrique Alfaro se ha hecho el gran esfuerzo por recupera y dignificar el espacio público, es un aspecto que debe de reconocerse y celebrase, se han rescatado sobre todo parques y unidades deportivas, fuentes, mercados, plazas, etc. Se han rescatado y reparado algunas esculturas urbanas  y en ese esfuerzo se ha buscado enriquecer ese patrimonio cultural urbano y reciba de parte de su servidor una  sincera felicitación y reconocimiento, aunque he de decir que la recuperación de ese espacio público ha implicado como es el caso de Banquetas Libres a miles de familias pobres que el espacio público era su alternativa de sobrevivencia en una sociedad injusta  que ha generado esa pobreza, pero este es un tema aparte que si Dios nos permite en otra ocasión lo abordaremos.
   Estoy consciente que el arte y la cultura es vital  para  construcción de comunidad y de identidad en las grandes ciudades como lo es Guadalajara , creo que el problema fundamental de este proyecto noble  de arte urbano de la presente administración son los procedimientos, estos no han sido lo más correcto, hasta donde tengo entendido la asignación de la obra escultórica ha sido de manera directa  y sin un concurso  y fallo de un jurado , se ha dejado al gusto y el capricho de la Directora de Cultura  y dejando por lo mismo a cientos de escultores tapatíos sin derecho a concurso, del mismo modo no ha habido una consulta pública oportuna y responsable para encontrar la mejor ubicación de estas esculturas, donde por cierto nuevamente el Oriente de nuestra ciudad es el más desfavorecido , como siempre los olvidados y marginados excluidos, ante esta exclusión al menso hemos de levantar nuestra voz de apoyo e inconformidad.

    He de decir con tristeza de manera muy personal  que las esculturas que se han presentado me han parecido de muy poco valor estético, quizá porque no son fruto de un jurado, aún así celebro el proyecto, considero como parte de mi responsabilidad tanto eclesial como seglar hacer una reflexión sobre la escultura “Sincretismo”.
  El tema y su ubicación es muy compleja que originará un amplio y profundo debate, la escultura “Sincretismo” está ubicada frente al templo del Refugio que es por sí mismo muy interesante e ilustrativo, este templo como podemos observar ha quedado en medio de la gran avenida de Federalismo, pareciera más una escultura que un templo, como ruinas o museo de un templo, de lo que fue una fe impactada por la modernidad, esa fe devorada y opacada por los nuevos estilos de vida de la cultura urbano industrial , el templo dando paso a la pisa de los millones de automóviles y trenes  de una sociedad que no tiene espacio y tiempo para su fe, y a su vez resumiera la propia historia conflictiva de la Iglesia en Guadalajara sobre todo en el último siglo.
  Si la escultura se ha puesto frente al templo y con el tema de la Virgen de Guadalupe quiere decir que la escultura forma parte del templo, del espacio del atrio del templo y pasa por lo mismo de arte secular a arte sacro, es decir sería una escultura que sería venerada y reverenciada, se le ofrecerían flores, veladoras oraciones y saludos religiosos según la fe y piedad popular, fuera por el templo, fuera  por la escultura, el proyecto de arte urbano municipal toma otra dimensión e intereses.
  Dentro de este juicio histórico  hemos decir conforme a los documentos de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas  que somos herederos de un pasado, actores de un presente y gestores de un futuro, la importancia de la historia para entender la primera evangelización que fue el encuentro crítico de dos culturas y mundo, la conquista y la destrucción intencionada y sistemática de la cultura original mexicana, un aspecto histórico muy amplio y profundo que necesita de mucho tiempo y espacio para tratarse, solo hemos de decir que esa riqueza histórica que forja en ese sincretismo o mestizaje nuestra identidad  y expresión cultural mexicana, la historia de la fe del pueblo mexicano sintetizada en el  Hecho Guadalupano, esta fue que se expresa con toda claridad y fuerza en la religiosidad popular, en sus símbolos, en sus ritos, en sus imágenes  y que sin duda constituye uno de los tesoros más apreciados de nuestro pueblo, una sabiduría popular  que sabe discernir  sus propios acontecer histórico a la luz de su propia fe, ese discernimiento que le permite defender esa fe cuando intuye que es atacada o no debidamente respetada, ese respeto a la madre del mexicano que es  sagrado.
  Dentro de este resumen histórico  de la cultura mexicana pareciera que la escultura “Sincretismo” quisiera reafirmar que la muerte o los cráneos es la máxima expresión del tesoro de nuestra cultura mexicana, la muerte o los cráneos simbolizaran la plenitud de la cultura mexicana, lo cual me parece injusto e inapropiado, de hecho ese es uno de los problemas fundamental de nuestra identidad como mexicanos:  la referencia a la muerte y a los cráneos, pareciera que el mexicano muy familiarizado con la muerte  expresado coloridamente en su arte rinde culto a la muerte, este elemento de la muerte ha sido  uno de los grandes obstáculos para el desarrollo vital integral del mexicano y se ha vuelto en un elemento inspirador de su visión trágica, de que la vida no vale nada , aspecto que pareciera negar y contradecir el esfuerzo evangelizador.
   Expliquemos más concretamente lo anterior: Fray Antonio Alcalde  es uno de los hombres más grandes de de Guadalajara  y era conocido como el Fraile de la Calavera, esta calavera que tenía por cabecera ciertamente no era una familiaridad  a la muerte sino una lucha terrible contra ella  y gracias a ello construye el Hospital Civil donde se lucha tenazmente contra la muerte, sería absurdo que haciendo una escultura de Fray Antonio Alcalde la rodeáramos de calaveras porque estaríamos contradiciendo su grandiosa obra que era a favor de la vida , del mismo modo la escultura “Sincretismo”  no resuelve la primacía de la vida sobre la muerte, sobre esa presencia de los cráneos sino que parece haber una profunda identidad inseparable o insuperable.
   Hemos de distinguir claramente entre el secularismo  y el sincretismo, ese secularismo de la sociedad actual que ha sido causa de grandes conflictos y problemas , somos parte de ese sincretismo y secularismo, este aspecto difícil de la visión de la muerte del mexicano presenta varios retos y desafíos sobre todo en esta cultura moderna que ha desarrollado la cultura de la violencia y de la muerte, es lamentable que nuestra sociedad moderna  pareciera rendir culto a la violencia y a la muerte, veamos simplemente los mensajes de los medios de comunicación , la composición estética de la escultura “Sincretismo” no pareciera vencer  esa visión de la muerte conforme a la iconografía del arte sacro mexicano o de la propia expresión de la piedad popular, la Virgen de Guadalupe y Cuatlicue o la muerte representada en los cráneos debido a su transparencia se yuxtaponen y se funden en un sola identidad  de modo que se está rindiendo reverencia a la Virgen de Guadalupe y a Cuatlicue  como si Cuatlicue fuera la misma representación de la muerte, esto de la reverencia como ya hemos dicho es porque está frente a un templo como es el Refugio, el autor de la escultura pareciera expresa que la Virgen de Guadalupe  y Cuatlicue  son una misma identidad, es decir que el hombre mexicano sigue siendo un idólatra , que la idolatría es un sincretismo y el arte se vuelve ese instrumento de denuncia para liberar al hombre de supersticiones en este mundo secularizado que ha perdido el respeto por lo sagrado , o nuestra fe superada por la modernidad como lo lustra el propio templo del Refugio.
   En este tiempo de secularidad y sincretismos de todo tipo  la religiosidad popular debe de tener criterios y caminos claros para la interpretación de su fe, de otro modo se presta a una confusión  como en efecto lo estamos viendo, pareciera que el Padre Híjar estuviera defendiendo al autor y al propio Enrique Alfaro  siendo que no hemos escuchado los propios argumentos y reflexiones del autor de la obra que son fundamentales para poder iniciar un debate y un juicio, sorprende en este caso el silencio del auto de la obra y por esto  mismo ni siquiera hemos mencionado su nombre.
  El tema es muy amplio y esto de su servidor es tan solo una breve introducción al tema, aún la misma declaración personal del Padre Híjar  es también relativo ya que la obra de arte tiene ese elemento subjetivo y su interpretación dependen de cada persona  , especialmente el arte moderno  que se aparta del realismo y en consecuencia ocasiona un sano debate, y como hemos dicho no tenemos una declaración amplia y detallada del propio autor y por lo mismo la propia Iglesia no podría emitir un juicio colegiado, a este muy breve juicio estético hemos de añadir el juicio ético , si esto que se expresa en la escultura “Sincretismo”  es algo bueno  para enriquecer la  religiosidad popular  y sobre todo para revalorar y enriquecer el HECHO GUADALUPANO  desde una reflexión teológica más profunda acorde a la exigencias de esta Nueva Evangelización ,
  Dentro de este juicio teológico  hemos  de ver si esta escultura  frente a u templo se pueden poner flores, veladores y todo aquello propio de la religiosidad y piedad popular ,  el tema es muy extenso  pero indudablemente  ha iniciado un gran debate en Guadalajara que necesita ser  responsable y respetuoso,  si Dios nos permite desarrollaremos  esos cuatro puntos , con estos deseos le envío un cordial saludo al Padre Tomás de Híjar  Ornelas Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara.


                                                                                         F r a t e r n a l m e n t e
                                                                                  Juan Ángel Peña Enríquez  
  
                                                                                                                                                                            



viernes, 11 de agosto de 2017

462.- DEBATE Y DEFENSA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA

DEFENSA HISTÓRICA, ÉTICA Y JURÍDICA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA
Borrado inicial de la tesis
    En un mundo envuelto en el torbellino de la modernización  de la cultura urbano industrial, es fácil despreciar  y destruir el pasado que es donde hunde sus raíces  nuestra identidad.
  Ese modernismo también sedujo a Guadalajara  destruyendo gravísimamente  nuestro patrimonio cultural edificado para dar paso al automóvil, se abrieron calles como: Juárez, Alcalde, Hidalgo, Morelos, etc.  En consecuencia miles de fincas patrimoniales fueron demolidas, otras ciudades de menor importancia como Guanajuato y Zacatecas  sus centros históricos  cuidados y preservados son ahora patrimonio cultural de la Humanidad, Guadalajara que ha afectado gravemente su patrimonio cultural edificado no puede aspirar a esa categoría de protección.
   Ante las nuevas tendencias culturales promovidas por la globalización  y el poder de las empresas  trasnacionales  que han desbastado la economía nacional; las tradiciones y costumbres  de los pueblos es un obstáculo para la expansión de sus mercados, en las últimas décadas todo aquello que es mexicano  se ha desvalorizado  y ridiculizado ante modas de empresas trasnacionales que no respetan nuestras tradiciones y costumbres, nuestra forma de ser.
   Ante esta destrucción intencionada y sistemática  de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y costumbres muy poco o nada se ha hecho por parte de los  jaliscienses para promover leyes y reglamentos  que frenen esa destrucción  y alteración  quedando en consecuencia desprotegidos y al capricho  de cada gobernante o administración municipal.
Vista esa espantosa destrucción del patrimonio cultural edificado de Guadalajara  hemos de ser mucho más cuidadosos, vigilantes y críticos de aquello poco que nos queda  y es fundamental para entender nuestra historia  y nuestra identidad.
 Al celebrar  ahora el Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos  de 1917  donde se plasman los ideales de la Revolución Mexicana y cuyo derecho constituye  la estructura o plataforma legal del México Moderno, consolidando con ese derecho la identidad e idiosincrasia del mexicano, nuestra memoria como un derecho que defiende lo que somos, donde la historia explica lo que somos  y que debe de ser respetada, fundamentando en esto no podemos permitir más la destrucción , alteración o falsificación de nuestro patrimonio cultural integral.
     Vista la destrucción del centro histórico de Guadalajara , es necesario que clarifiquemos nuestra responsabilidad  ahora que se propone por parte del Ayuntamiento de Guadalajara  la alteración y falsificación  de las CALANDRIAS, por lo anterior  formulemos una tesis histórica, ética y jurídica  que ilumine el derecho o arbitrariedad  de la decisión  sin otro fin que confirmar nuestro respeto a nuestra identidad, a nuestras tradiciones y costumbres, a nuestro modo particular de ser , dada  su importancia  son inclusive símbolos nacionales.
   Guadalajara como ningún otro Estado ha ayudado a forjar y tejer esa identidad del mexicano como son el mariachi y la charrería, asociados a conceptos del pasado, al México rural y campirano, estos aspectos rurales  y campesinos despreciados por las grandes ciudades industriales, esto ha originado un rompimiento entre la ciudad y el campo, en perjuicio para el campo  que ha justificado ese abandono de los campesinos mexicanos que viven en la miseria y por otro lado el esplendor de la maquinaria y productos industriales, por ello retirar los caballos del centro histórico de Guadalajara  unido a las calandrias , es en realidad ese rompimiento con el México rural, agravando la situación del campo  como cuando a los  indígenas no se les permitía el ingreso a Guadalajara con sus ropas de manta, es una exclusión de la ciudad sobre el campo y constituye esto una violación a los  derechos humanos, en este Centenario de la Constitución  y el cambio de representante de la Comisión Estatal de los  Derechos Humanos  es sin duda  una oportunidad para renovar  y reafirmar el respeto a los derechos humanos  en Guadalajara.
     En las  nuevas culturas urbano industriales hay un falso sentimiento al sufrimiento de los caballos  en las calandrias y a otro tipo de animales, este concepto de piedad hemos de verlo y fundamentarlo desde la misma actividad del rastro municipal de Guadalajara  donde diariamente se sacrifican a cientos de miles de todo tipo de animales  para alimentar al hombre  y la nueva  cultura de los  perros , este acto de mata a millones de animales para alimento del hombre sería en consecuencia la máxima maldad, y sin embrago no es así  porque está plenamente justificado.
   Las calandrias en Guadalajara no representan un adorno para una postal de los  turistas, es un patrimonio histórico que explica  nuestra historia centenaria, que trasmite la memoria de nuestro pasado con la misma fuerza  que los edificios patrimoniales  del centro histórico, es un eslabón, fósil o testimonio histórico  de siglo que desentrañará nuestra identidad, nuestra cultura nacional, el caballo es tan valioso  y significativo  como la misma águila de nuestra bandea que nos habla del México original y auténtico y eso no puede ser adulterado y falsificado y trae  gravísimas consecuencias.
     Sin las calandrias no podemos entender la Charrería que dentro de tres años celebra sus 100 años, sería absurdo que en este afán modernizador injustificable  los charros en lugar de caballos anduvieran en  su centenario en cuatrimotos, el charro en su caballo dentro de la idiosincrasia mexicana es canto y explican el origen  y razones del mariachi, la destrucción de la calandria repercute gravemente sobe la valoración del charro y el mariachi.
  La defensa y rescate del centro histórico no solo es defender los pocos edificios que quedan sino también toda aquella riqueza asociada a ellos, particularmente elementos vivos como son los caballos  y el calandriero.
  Hemos de repetir que la calandria no es una postal turística o la vitrina de un anticuario, representa toda una historia de la Guadalajara de antaño. En esta administración se han quitado del centro histórico a miles de vendedores ambulantes para mostrar al turista una hermosa postal  sin los pobres que incomodan y cuestionan nuestro modelos económicos y políticos injustos, hemos escondido por la fuerza la pobreza para mostrar la belleza limpia y reluciente  del centro histórico de Guadalajara, según la sociedad protectora de los perros que dan cuidados extraordinarios  a los perros  que revela  inclusive graves trastornos psicológicos , era según ellos indignante ver a caballos maltratados, evidentemente no conocen la historia de 450 años de Guadalajara, donde el único medio de transporte era el caballo, en consecuencia el caballo en el centro de Guadalajara  es una síntesis viviente de 450 años de historia de tal importancia que de ahí se deriva la Charrería próxima a cumplir y celebrar  sus 100 años que se volvió como hemos dicho un símbolo de nuestra identidad nacional.
  La desaparición del caballo del centro histórico de Guadalajara  tiene la misma gravedad que la destrucción de miles de fincas de gran  valor cultural que fueron destruidas para dar paso a una falsa modernidad  del automóvil y que mucho hemos lamentado y condenado, la calandria es un valioso fósil y un museo viviente que recorre esa Guadalajara histórica.
 Si la calandria no tiene leyes y reglamentos para su protección  es porque sigue reflejando el abandono del campo, el olvido de los campesinos, la situación de su pobreza y su desamparo, vemos reflejado en las calandrias el México bárbaro  y sufriente  y esto avergüenza e indigna  y debemos disfrazarlo con tajes grotescos de modernidad .
  Si Guadalajara falsifica o destruye  esos valores  culturales integrales que se volvieron símbolos nacionales, por ello se está cometiendo  un grave atentado, desfigurando la cultura nacional.
   Es cierto que con la línea 3 del Tren Ligero se busca una nueva etapa histórica  del transporte en Guadalajara, la modernización del transporte, reactiva apropiadamente el centro histórico  sin afectar una sola finca patrimonial y esto es digno de reconocerse y celebrarse, a su vez nos invita a recorrer la historia del transporte en Guadalajara, de los arrieros y  los mesones.
  Como expresa el Sr. Felipe Nuño González que esa  falta de  identidad nacional , del nulo respeto a nuestras tradiciones y costumbres, fomenta nuestro debilitamiento  ante la fuerza de intereses foráneos, debilita nuestra unidad y solidaridad y justifica otras muchas formas  de invasión y colonialismos  en todos los sentidos en perjuicio de nuestros valores nacionales, afectando especialmente el trabajo y nuestro comercio, desbastando la economía nacional  y perjudicando a miles y millones  de trabajadores mexicanos, ante esta situación no podemos guardar silencio y quedarnos con los brazos cruzados.                                            Juan Ángel Peña Enríquez   
DEFENSA ÉTICA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA
  Francisco Peña Enríquez expresa que los abusos del poder se dan en los sectores más vulnerables y desprotegidos, aquellos que no tienen recursos para su defensa como son los ciudadanos que venden en las banquetas o plazas, el ataque al comercio informal que son dejados al abandono y a su suerte, pero no se atacan por ejemplo grandes plazas comerciales o poderosos empresarios, no, se ataca a la base popular, a los sectores más débiles  de la población y que forman la cultura popular rica y colorida y éticamente estamos obligados a no permitir estos atropellos y violaciones como lo sufren ahora las calandrias en Guadalajara.
Estructuración de la tesis para la defensa histórica, ética y jurídica de las CALANDRIAS  en Guadalajara, apoyo y ayuda a los sectores más vulnerables de Guadalajara.
  Hemos mencionado a grandes rasgos algunos aspectos históricos que terminan siendo una tradición  y una costumbre, una identidad comunitaria, parte del ser y del vivir  de nuestra Guadalajara y que es en consecuencia bueno.
   Aquí entramos al juicio ético, si el caballo se utilizó como fuente de transporte y de trabajo  durante 450 años en Guadalajara , entonces la Calandria es un reducto o fósil  y expresan que el caballo de las calandrias es malo porque los caballos sufren , entonces en este juicio de Guadalajara condenamos  nuestra propia historia  diciendo que nuestros antepasados eran crueles y despiadados  y que deben de ser enjuiciados y condenados porque atormentaron a miles o millones de caballos y esto sería ciertamente un juicio histórico y ético equivocado porque gracias al caballo es lo que es Guadalajara, es eso los que en parte nos ha formado y de hecho lo reconocemos y celebramos en la Charrería, tiene Jalisco y Guadalajara esa responsabilidad, custodiar los valores nacionales, por ello no es procedente la falsificación y destrucción de las calandrias.
  Si la historia se ha actualizado como una tradición y costumbre es en consecuencia  buena  y forma luego parte de una identidad nacional como lo es la charrería.
  Las tradiciones y costumbres  ética y moralmente responden  a ciertos valores  que exaltan  esa identidad nacional, el respeto a la patria, a la familia, a los mayores, fomentan la unidad  y la solidaridad , el respeto a nuestra historia , a las formas particulares de ser, y todo esto encuentra en la cultura y arte popular su máxima expresión, esto hacen los tesoros de México y en el que Jalisco y Guadalajara han hecho una extraordinaria aportación y que hoy al pretender destruir y falsificar las calandrias  se atenta contra la cultura y la identidad nacional, contra los valores de nuestra ciudad.
 Eta arte y cultura nacional no se da en forma aislada sino que es un tapiz o tejido que no puede ser rasgada  sin perder la unidad de la misma, la modernización de las calandrias como lo pretende Alfaro  forman parte de las nuevas culturas que destruyen  y adulteran sin miramiento el pasado , esto fomenta la destrucción de los viejos, el poco respeto que tenemos por los ancianos, acelera la sociedad instantánea y desechable y aventurarnos a un futurismo incierto destruyendo nuestro pasado y eso no puede tener buen fin porque es perder el ser y la identidad del mexicano y eso ha sido una de las razones de los grandes problemas que nos aquejan, particularmente la falta  de valores para el desarrollo de los jóvenes , la falta de identidad  que luego serán presa fácil de modas extranjeras que ridiculizan nuestros valores y cultura nacional.
 Las tradiciones y costumbres fomentan o confirman  patrones de conducta , normas de convivencia, criterios éticos y morales, es decir que son buenos y que deben de ser protegidos  y conservados y entra esto en el campo jurídico, si estos valores no tiene leyes y reglamentos que los protejan no pueden quedar al capricho y a la voluntad de cada presidente municipal que busca falsificarlos  o destruirlo, esto se mira en consecuencia  como una violación a los derechos humanos, y es este el propósito de estas reflexiones, fundamentando una queja por la violación de los derechos humanos por parte del Ayuntamiento de Guadalajara  al falsifica y destruir las calandrias  en Guadalajara  y que esta queja sea procedente  dentro del marco del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos  de 197  fortaleciendo el estado de derecho  precisamente en el respeto a nuestra historia y nuestra identidad.
 La tesis sobre la filosofía del derecho mexicano parte desde el mismo principio de la fundación del México Tenochtitlán y que es el símbolo máximo que nos identifica y es nuestra bandera: El águila devorando o combatiendo contra una serpiente que es el principio de la fundación de México fuente de nuestro derecho, este símbolo violento de una águila devorando una serpiente seguramente ha de ser ofensivo para la sociedad protectora de animales de la perla tapatía que lo tacharían de cruel y seguramente propondrían quitar de nuestra bandera este símbolo que sella nuestra identidad, esto promovería la crueldad entre los mismos animales, de igual manera han cuestionado la presencia no solo en las calandrias sino en la charrería debido a esa falsa piedad, piden una bandera sin el águila y la serpiente y un charro o caballo sin calandria y son en consecuencia enemigos de nuestra historia y de nuestros valores .
 Siendo pues que las calandrias  forman parte de un tejido cultural que forman  parte de la identidad  y cultura nacional estas no pueden ser falsificadas o destruidas de manera personal, unilateral y autoritaria por un presidente municipal. Bien expresa el Sr. Felipe Nuño González  la falsificación de las calandrias  por una supuesta modernización , es en realidad una destrucción , por ello el nuevo  modelo que ha presentado Alfaro  no es y no puede nombrase como calandria,  que hay que ponerle otro nombre pero no calandria, y dar por un hecho la desaparición y extinción de las calandrias y los caballos en Guadalajara, esta desaparición del caballo de Guadalajara la entendemos como el caballo que se suma a miles de especies de animales  que han desaparecido del planeta tierra  sin que le preocupe e importe al hombre de la modernidad, como poco le importa a la supuesta sociedad moderna l adestrucción de nuestra identidad.
       Juan Ángel Peña Enríquez



                                          Guadalajara, Jal a 28 de junio del 2017
ING. ENRIQUE ALFARO RAMÍREZ
Presidente Municipal de Guadalajara
P  R E S E N T E
   Ing. Enrique Alfaro Ramírez reciba un cordial saludo de su servidor, al mismo tiempo me permito expresarle lo siguiente:
   Caballero Alfaro, estas palabras iniciales expresan la importancia del caballo en la historia del hombre, particularmente en Jalisco cuna de la Charrería, una riqueza cultural  que ha dado identidad a México y por la que somos conocidos en el mundo, muchos de estos valores ante un modernismo injustificado se ven seriamente amenazados como es el caso de las Calandrias que por siglos han formado parte del paisaje urbano de Guadalajara.
  Ningún otro animal  como el caballo tiene tanta importancia y significado para el hombre,  durante milenios estuvo presente en la mayoría de las culturas del mundo, parte vital para ayudar al hombre en el trabajo, como medio de transporte, en la guerra y en el esparcimiento, etc. De ello se han derivado culturas que explican en nuestro caso la charrería.  Sin el caballo no podríamos entender la historia de los pueblos, especialmente de México.
   Si bien en tiempos prehistóricos hubo caballos en América, sin embrago éstos se extinguieron, en México prehispánico conoció  el caballo hasta  la llegada de los españoles , esto causó un enorme asombro ante los indígenas  que creían que el caballo y el hombre era un solo ser, el caballo fue indispensable para la conquista de México y gracias a él pudo extenderse  por enormes territorios  cuyos dominios llegaban hasta lo que es ahora Estados Unidos, esto les permitió formar poblaciones  y trazar rutas de comercio, sin el caballo no hubiera sido posible.
  Los españoles durante la colonia no permitieron que los indígenas montaran a caballo, no fue sino hasta la Independencia  y especialmente en la Revolución Mexicana  cuando el uso del caballo se hizo común.  Si vemos por ejemplo en la novela de Pedro Páramo de Juan Rulfo cuando el caballo mata al hijo de Pedro Páramo el pueblo celebra con fiesta, prefigura en ello el fin de ese dominio  y conquista, el indígena por fin puede montar a caballo  y hace de ello una fiesta, la fiesta de la charrería, es una celebración de apropiarse de aquello que le causaba tanto temor  y era la base del dominio del conquistador.  
   El caballo fue fundamental en las haciendas ganaderas de la Nueva Galicia y luego de Jalisco. Guadalajara que nace como una ciudad comercial y distribuidora  del Occidente de México  traza una amplia red de caminos, la historia de los arrieros a caballo hizo posible ese tráfico de mercancías que fue tan importante para el desarrollo e importancia de Guadalajara.
  En estas haciendas ganaderas de Jalisco y las rutas comerciales   de los arrieros hunden sus raíces la Charrería, forjaron con tal fuerza  la identidad de estas  tierras que se vuelve un símbolo de la identidad nacional y Jalisco tiene ese mérito y esa responsabilidad.
   Esta cultura que sellaron la identidad nacional  y fue base de la  cultura nacional  se debilita a los inicios de la revolución industrial, aparece  el ferrocarril y las máquinas, entonces la fuerza del caballo deja de ser necesaria, la vida rural y campirana  fue desplazada  y menospreciada por la novedosa cultura urbano industrial.
   Lentamente fueron borrados esos elementos  históricos y culturales  que duraron siglo y dieron paso a la “modernidad” de Guadalajara, las calandrias era una sencilla lámpara que vela por nuestros valores del pasado, son la memoria que lenta y en silencio nos transporta  a nuestro pasado, su camino es un recorrido histórico  por la Guadalajara de antaño, por recordarnos nuestros orígenes e identidad , su paso lento que estorba a la prisa  y ruido de la ciudad , una ciudad que destruye toda referencia del  pasado.
  La calandria junto con el charro y la serenata del mariachi  simboliza y sella lo que es Jalisco , especialmente Guadalajara, pensar en una calandrias sin caballos  es como un charro sin su caballo, simplemente dejan de ser lo que son  y es esto un grave atentado contra nuestros valores históricos y culturales.
  Sr. Presidente, lamentamos que en su administración se ha atentado contra uno de los sectores más desprotegidos  como es el campo, el abandono de los campesinos  y de las zonas rurales de Jalisco, el caballo es primordial para el trabajo tradicional de esas zonas. Este ataque suyo a este sector de Guadalajara lo vemos cuando en el tianguis del Baratillo  mediante la fuerza policiaca  fueron desalojados más de 400 vendedores  de todo tipo de animales como: Palomos, chivos, borregos, vacas, becerros, codornices, gallos gallinas, guajolotes, conejos, peces, etc.  Todo ello daba trabajo a miles de familias y especialmente promovía la creación de establos y granjas familiares y comunitarias, ante su acción todas esas granjas y establos que comercializaban en el Baratillo desaparecieron  y no encontraron en el municipio de Guadalajara alternativas para su comercialización, afectando con ello a miles de familias, esto es una situación grave y lamentable.
  Tengo entendido que Usted busca ser Gobernador del Estado de Jalisco , por ello supongo que en su campaña tendría que visitar 120 municipios de Jalisco  evidentemente rurales con un gran aprecio por el caballo, por el campo, por las granjas y establos como su forma de trabajo, si en Guadalajara  por su iniciativa desaparecieron granjas y establos de animales  como lo expresé anteriormente  no puede prometer a 120 municipios de Jalisco que Usted apoyaría granjas y establos de caballos, gallos, gallinas, cerdos, palomos, codornices, conejos, pescados, etc.  No buscaría apoyarlos y buscar comercializar sus productos sino más bien limitarlos  y perjudicarlos como lo vemos ciertamente en  Guadalajara.
  El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump amenaza con deportar a millones de inmigrantes mexicanos, un alto porcentaje de ellos son de Jalisco, particularmente de los municipios rurales,  la falta de apoyos para este sector en Guadalajara agrava la situación  y su administración reduce considerablemente las oportunidades de empleo, un gobierno sensible y solidario viendo la amenaza de deportaciones de Trump propondría programas urgentes para atender esta situación , fomentar el empleo en el campo mediante la construcción  establos y granjas y buscar medios urgentes para su comercialización, los empleos como las calandrias no deben de ser debilitados sino apoyados y fortalecidos, no solo como un factor histórico cultural  sino una rama importante del turismo que deja una  derrama económica en beneficio de cientos de familias.
   Los españoles no solo trajeron los caballos, sino también el ganado como son los toros que en la cultura española dio a uno de los espectáculos más vergonzosos   y que le llaman la Fiesta de toros, en la Guadalajara criolla ha tenido una gran desarrollo , la plaza de toros Progreso y luego la plaza Nuevo Progreso  apoyados ampliamente  por el Ayuntamiento de Guadalajara , ante esta verdadera crueldad su administración ha guardado silencio, la tortura y el sadismo que abiertamente se tolera, aplaude y apoya por su administración, es esto una incoherencia  inaceptable, ¿Por qué guarda usted silencio ante la tortura y el sadismo en la plaza de toros de Guadalajara?
  El caballo no solo forja la identidad de Jalisco con el charro sino el caballo es parte importante en los temas del arte, por ejemplo en la literatura de Pedro Paramo de Juan Rulfo, en la pintura con Gabriel Flores si apreciamos las pinturas en la Presidencia Municipal de Guadalajara, en las esculturas de Jorge de la Peña  en la llamada  Estampida, en la música de los corridos dedicados especialmente al caballo, en las caminatas o cabalgatas de la fe y otras tantas formas en  el que el  caballo se hace presente en nuestra  arte y cultura.
  Jalisco, Guadalajara cuyas riquezas culturales son símbolos nacionales tiene la misión y la responsabilidad como ningún otro de velar por estos tesoros de nuestro pueblo, por ello pedimos a los regidores y a los diputados que nos representan que las CALANDRIAS   sean decretadas  como un valor cultural  como lo es el mariachi, la charrería, el tequila, el paisaje agalero o la cocina mexicana, tenga leyes y reglamentos que verdaderamente las proteja, difunda y apoye.
  Sin más por el momento agradezco la atención y quedo en espera de su atenta respuesta.
                                                    A t e n t a m e n t e
                                              Juan Ángel Peña Enríquez