viernes, 11 de agosto de 2017

462.- DEBATE Y DEFENSA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA

DEFENSA HISTÓRICA, ÉTICA Y JURÍDICA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA
Borrado inicial de la tesis
    En un mundo envuelto en el torbellino de la modernización  de la cultura urbano industrial, es fácil despreciar  y destruir el pasado que es donde hunde sus raíces  nuestra identidad.
  Ese modernismo también sedujo a Guadalajara  destruyendo gravísimamente  nuestro patrimonio cultural edificado para dar paso al automóvil, se abrieron calles como: Juárez, Alcalde, Hidalgo, Morelos, etc.  En consecuencia miles de fincas patrimoniales fueron demolidas, otras ciudades de menor importancia como Guanajuato y Zacatecas  sus centros históricos  cuidados y preservados son ahora patrimonio cultural de la Humanidad, Guadalajara que ha afectado gravemente su patrimonio cultural edificado no puede aspirar a esa categoría de protección.
   Ante las nuevas tendencias culturales promovidas por la globalización  y el poder de las empresas  trasnacionales  que han desbastado la economía nacional; las tradiciones y costumbres  de los pueblos es un obstáculo para la expansión de sus mercados, en las últimas décadas todo aquello que es mexicano  se ha desvalorizado  y ridiculizado ante modas de empresas trasnacionales que no respetan nuestras tradiciones y costumbres, nuestra forma de ser.
   Ante esta destrucción intencionada y sistemática  de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y costumbres muy poco o nada se ha hecho por parte de los  jaliscienses para promover leyes y reglamentos  que frenen esa destrucción  y alteración  quedando en consecuencia desprotegidos y al capricho  de cada gobernante o administración municipal.
Vista esa espantosa destrucción del patrimonio cultural edificado de Guadalajara  hemos de ser mucho más cuidadosos, vigilantes y críticos de aquello poco que nos queda  y es fundamental para entender nuestra historia  y nuestra identidad.
 Al celebrar  ahora el Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos  de 1917  donde se plasman los ideales de la Revolución Mexicana y cuyo derecho constituye  la estructura o plataforma legal del México Moderno, consolidando con ese derecho la identidad e idiosincrasia del mexicano, nuestra memoria como un derecho que defiende lo que somos, donde la historia explica lo que somos  y que debe de ser respetada, fundamentando en esto no podemos permitir más la destrucción , alteración o falsificación de nuestro patrimonio cultural integral.
     Vista la destrucción del centro histórico de Guadalajara , es necesario que clarifiquemos nuestra responsabilidad  ahora que se propone por parte del Ayuntamiento de Guadalajara  la alteración y falsificación  de las CALANDRIAS, por lo anterior  formulemos una tesis histórica, ética y jurídica  que ilumine el derecho o arbitrariedad  de la decisión  sin otro fin que confirmar nuestro respeto a nuestra identidad, a nuestras tradiciones y costumbres, a nuestro modo particular de ser , dada  su importancia  son inclusive símbolos nacionales.
   Guadalajara como ningún otro Estado ha ayudado a forjar y tejer esa identidad del mexicano como son el mariachi y la charrería, asociados a conceptos del pasado, al México rural y campirano, estos aspectos rurales  y campesinos despreciados por las grandes ciudades industriales, esto ha originado un rompimiento entre la ciudad y el campo, en perjuicio para el campo  que ha justificado ese abandono de los campesinos mexicanos que viven en la miseria y por otro lado el esplendor de la maquinaria y productos industriales, por ello retirar los caballos del centro histórico de Guadalajara  unido a las calandrias , es en realidad ese rompimiento con el México rural, agravando la situación del campo  como cuando a los  indígenas no se les permitía el ingreso a Guadalajara con sus ropas de manta, es una exclusión de la ciudad sobre el campo y constituye esto una violación a los  derechos humanos, en este Centenario de la Constitución  y el cambio de representante de la Comisión Estatal de los  Derechos Humanos  es sin duda  una oportunidad para renovar  y reafirmar el respeto a los derechos humanos  en Guadalajara.
     En las  nuevas culturas urbano industriales hay un falso sentimiento al sufrimiento de los caballos  en las calandrias y a otro tipo de animales, este concepto de piedad hemos de verlo y fundamentarlo desde la misma actividad del rastro municipal de Guadalajara  donde diariamente se sacrifican a cientos de miles de todo tipo de animales  para alimentar al hombre  y la nueva  cultura de los  perros , este acto de mata a millones de animales para alimento del hombre sería en consecuencia la máxima maldad, y sin embrago no es así  porque está plenamente justificado.
   Las calandrias en Guadalajara no representan un adorno para una postal de los  turistas, es un patrimonio histórico que explica  nuestra historia centenaria, que trasmite la memoria de nuestro pasado con la misma fuerza  que los edificios patrimoniales  del centro histórico, es un eslabón, fósil o testimonio histórico  de siglo que desentrañará nuestra identidad, nuestra cultura nacional, el caballo es tan valioso  y significativo  como la misma águila de nuestra bandea que nos habla del México original y auténtico y eso no puede ser adulterado y falsificado y trae  gravísimas consecuencias.
     Sin las calandrias no podemos entender la Charrería que dentro de tres años celebra sus 100 años, sería absurdo que en este afán modernizador injustificable  los charros en lugar de caballos anduvieran en  su centenario en cuatrimotos, el charro en su caballo dentro de la idiosincrasia mexicana es canto y explican el origen  y razones del mariachi, la destrucción de la calandria repercute gravemente sobe la valoración del charro y el mariachi.
  La defensa y rescate del centro histórico no solo es defender los pocos edificios que quedan sino también toda aquella riqueza asociada a ellos, particularmente elementos vivos como son los caballos  y el calandriero.
  Hemos de repetir que la calandria no es una postal turística o la vitrina de un anticuario, representa toda una historia de la Guadalajara de antaño. En esta administración se han quitado del centro histórico a miles de vendedores ambulantes para mostrar al turista una hermosa postal  sin los pobres que incomodan y cuestionan nuestro modelos económicos y políticos injustos, hemos escondido por la fuerza la pobreza para mostrar la belleza limpia y reluciente  del centro histórico de Guadalajara, según la sociedad protectora de los perros que dan cuidados extraordinarios  a los perros  que revela  inclusive graves trastornos psicológicos , era según ellos indignante ver a caballos maltratados, evidentemente no conocen la historia de 450 años de Guadalajara, donde el único medio de transporte era el caballo, en consecuencia el caballo en el centro de Guadalajara  es una síntesis viviente de 450 años de historia de tal importancia que de ahí se deriva la Charrería próxima a cumplir y celebrar  sus 100 años que se volvió como hemos dicho un símbolo de nuestra identidad nacional.
  La desaparición del caballo del centro histórico de Guadalajara  tiene la misma gravedad que la destrucción de miles de fincas de gran  valor cultural que fueron destruidas para dar paso a una falsa modernidad  del automóvil y que mucho hemos lamentado y condenado, la calandria es un valioso fósil y un museo viviente que recorre esa Guadalajara histórica.
 Si la calandria no tiene leyes y reglamentos para su protección  es porque sigue reflejando el abandono del campo, el olvido de los campesinos, la situación de su pobreza y su desamparo, vemos reflejado en las calandrias el México bárbaro  y sufriente  y esto avergüenza e indigna  y debemos disfrazarlo con tajes grotescos de modernidad .
  Si Guadalajara falsifica o destruye  esos valores  culturales integrales que se volvieron símbolos nacionales, por ello se está cometiendo  un grave atentado, desfigurando la cultura nacional.
   Es cierto que con la línea 3 del Tren Ligero se busca una nueva etapa histórica  del transporte en Guadalajara, la modernización del transporte, reactiva apropiadamente el centro histórico  sin afectar una sola finca patrimonial y esto es digno de reconocerse y celebrarse, a su vez nos invita a recorrer la historia del transporte en Guadalajara, de los arrieros y  los mesones.
  Como expresa el Sr. Felipe Nuño González que esa  falta de  identidad nacional , del nulo respeto a nuestras tradiciones y costumbres, fomenta nuestro debilitamiento  ante la fuerza de intereses foráneos, debilita nuestra unidad y solidaridad y justifica otras muchas formas  de invasión y colonialismos  en todos los sentidos en perjuicio de nuestros valores nacionales, afectando especialmente el trabajo y nuestro comercio, desbastando la economía nacional  y perjudicando a miles y millones  de trabajadores mexicanos, ante esta situación no podemos guardar silencio y quedarnos con los brazos cruzados.                                            Juan Ángel Peña Enríquez   
DEFENSA ÉTICA DE LAS CALANDRIAS EN GUADALAJARA
  Francisco Peña Enríquez expresa que los abusos del poder se dan en los sectores más vulnerables y desprotegidos, aquellos que no tienen recursos para su defensa como son los ciudadanos que venden en las banquetas o plazas, el ataque al comercio informal que son dejados al abandono y a su suerte, pero no se atacan por ejemplo grandes plazas comerciales o poderosos empresarios, no, se ataca a la base popular, a los sectores más débiles  de la población y que forman la cultura popular rica y colorida y éticamente estamos obligados a no permitir estos atropellos y violaciones como lo sufren ahora las calandrias en Guadalajara.
Estructuración de la tesis para la defensa histórica, ética y jurídica de las CALANDRIAS  en Guadalajara, apoyo y ayuda a los sectores más vulnerables de Guadalajara.
  Hemos mencionado a grandes rasgos algunos aspectos históricos que terminan siendo una tradición  y una costumbre, una identidad comunitaria, parte del ser y del vivir  de nuestra Guadalajara y que es en consecuencia bueno.
   Aquí entramos al juicio ético, si el caballo se utilizó como fuente de transporte y de trabajo  durante 450 años en Guadalajara , entonces la Calandria es un reducto o fósil  y expresan que el caballo de las calandrias es malo porque los caballos sufren , entonces en este juicio de Guadalajara condenamos  nuestra propia historia  diciendo que nuestros antepasados eran crueles y despiadados  y que deben de ser enjuiciados y condenados porque atormentaron a miles o millones de caballos y esto sería ciertamente un juicio histórico y ético equivocado porque gracias al caballo es lo que es Guadalajara, es eso los que en parte nos ha formado y de hecho lo reconocemos y celebramos en la Charrería, tiene Jalisco y Guadalajara esa responsabilidad, custodiar los valores nacionales, por ello no es procedente la falsificación y destrucción de las calandrias.
  Si la historia se ha actualizado como una tradición y costumbre es en consecuencia  buena  y forma luego parte de una identidad nacional como lo es la charrería.
  Las tradiciones y costumbres  ética y moralmente responden  a ciertos valores  que exaltan  esa identidad nacional, el respeto a la patria, a la familia, a los mayores, fomentan la unidad  y la solidaridad , el respeto a nuestra historia , a las formas particulares de ser, y todo esto encuentra en la cultura y arte popular su máxima expresión, esto hacen los tesoros de México y en el que Jalisco y Guadalajara han hecho una extraordinaria aportación y que hoy al pretender destruir y falsificar las calandrias  se atenta contra la cultura y la identidad nacional, contra los valores de nuestra ciudad.
 Eta arte y cultura nacional no se da en forma aislada sino que es un tapiz o tejido que no puede ser rasgada  sin perder la unidad de la misma, la modernización de las calandrias como lo pretende Alfaro  forman parte de las nuevas culturas que destruyen  y adulteran sin miramiento el pasado , esto fomenta la destrucción de los viejos, el poco respeto que tenemos por los ancianos, acelera la sociedad instantánea y desechable y aventurarnos a un futurismo incierto destruyendo nuestro pasado y eso no puede tener buen fin porque es perder el ser y la identidad del mexicano y eso ha sido una de las razones de los grandes problemas que nos aquejan, particularmente la falta  de valores para el desarrollo de los jóvenes , la falta de identidad  que luego serán presa fácil de modas extranjeras que ridiculizan nuestros valores y cultura nacional.
 Las tradiciones y costumbres fomentan o confirman  patrones de conducta , normas de convivencia, criterios éticos y morales, es decir que son buenos y que deben de ser protegidos  y conservados y entra esto en el campo jurídico, si estos valores no tiene leyes y reglamentos que los protejan no pueden quedar al capricho y a la voluntad de cada presidente municipal que busca falsificarlos  o destruirlo, esto se mira en consecuencia  como una violación a los derechos humanos, y es este el propósito de estas reflexiones, fundamentando una queja por la violación de los derechos humanos por parte del Ayuntamiento de Guadalajara  al falsifica y destruir las calandrias  en Guadalajara  y que esta queja sea procedente  dentro del marco del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos  de 197  fortaleciendo el estado de derecho  precisamente en el respeto a nuestra historia y nuestra identidad.
 La tesis sobre la filosofía del derecho mexicano parte desde el mismo principio de la fundación del México Tenochtitlán y que es el símbolo máximo que nos identifica y es nuestra bandera: El águila devorando o combatiendo contra una serpiente que es el principio de la fundación de México fuente de nuestro derecho, este símbolo violento de una águila devorando una serpiente seguramente ha de ser ofensivo para la sociedad protectora de animales de la perla tapatía que lo tacharían de cruel y seguramente propondrían quitar de nuestra bandera este símbolo que sella nuestra identidad, esto promovería la crueldad entre los mismos animales, de igual manera han cuestionado la presencia no solo en las calandrias sino en la charrería debido a esa falsa piedad, piden una bandera sin el águila y la serpiente y un charro o caballo sin calandria y son en consecuencia enemigos de nuestra historia y de nuestros valores .
 Siendo pues que las calandrias  forman parte de un tejido cultural que forman  parte de la identidad  y cultura nacional estas no pueden ser falsificadas o destruidas de manera personal, unilateral y autoritaria por un presidente municipal. Bien expresa el Sr. Felipe Nuño González  la falsificación de las calandrias  por una supuesta modernización , es en realidad una destrucción , por ello el nuevo  modelo que ha presentado Alfaro  no es y no puede nombrase como calandria,  que hay que ponerle otro nombre pero no calandria, y dar por un hecho la desaparición y extinción de las calandrias y los caballos en Guadalajara, esta desaparición del caballo de Guadalajara la entendemos como el caballo que se suma a miles de especies de animales  que han desaparecido del planeta tierra  sin que le preocupe e importe al hombre de la modernidad, como poco le importa a la supuesta sociedad moderna l adestrucción de nuestra identidad.
       Juan Ángel Peña Enríquez



                                          Guadalajara, Jal a 28 de junio del 2017
ING. ENRIQUE ALFARO RAMÍREZ
Presidente Municipal de Guadalajara
P  R E S E N T E
   Ing. Enrique Alfaro Ramírez reciba un cordial saludo de su servidor, al mismo tiempo me permito expresarle lo siguiente:
   Caballero Alfaro, estas palabras iniciales expresan la importancia del caballo en la historia del hombre, particularmente en Jalisco cuna de la Charrería, una riqueza cultural  que ha dado identidad a México y por la que somos conocidos en el mundo, muchos de estos valores ante un modernismo injustificado se ven seriamente amenazados como es el caso de las Calandrias que por siglos han formado parte del paisaje urbano de Guadalajara.
  Ningún otro animal  como el caballo tiene tanta importancia y significado para el hombre,  durante milenios estuvo presente en la mayoría de las culturas del mundo, parte vital para ayudar al hombre en el trabajo, como medio de transporte, en la guerra y en el esparcimiento, etc. De ello se han derivado culturas que explican en nuestro caso la charrería.  Sin el caballo no podríamos entender la historia de los pueblos, especialmente de México.
   Si bien en tiempos prehistóricos hubo caballos en América, sin embrago éstos se extinguieron, en México prehispánico conoció  el caballo hasta  la llegada de los españoles , esto causó un enorme asombro ante los indígenas  que creían que el caballo y el hombre era un solo ser, el caballo fue indispensable para la conquista de México y gracias a él pudo extenderse  por enormes territorios  cuyos dominios llegaban hasta lo que es ahora Estados Unidos, esto les permitió formar poblaciones  y trazar rutas de comercio, sin el caballo no hubiera sido posible.
  Los españoles durante la colonia no permitieron que los indígenas montaran a caballo, no fue sino hasta la Independencia  y especialmente en la Revolución Mexicana  cuando el uso del caballo se hizo común.  Si vemos por ejemplo en la novela de Pedro Páramo de Juan Rulfo cuando el caballo mata al hijo de Pedro Páramo el pueblo celebra con fiesta, prefigura en ello el fin de ese dominio  y conquista, el indígena por fin puede montar a caballo  y hace de ello una fiesta, la fiesta de la charrería, es una celebración de apropiarse de aquello que le causaba tanto temor  y era la base del dominio del conquistador.  
   El caballo fue fundamental en las haciendas ganaderas de la Nueva Galicia y luego de Jalisco. Guadalajara que nace como una ciudad comercial y distribuidora  del Occidente de México  traza una amplia red de caminos, la historia de los arrieros a caballo hizo posible ese tráfico de mercancías que fue tan importante para el desarrollo e importancia de Guadalajara.
  En estas haciendas ganaderas de Jalisco y las rutas comerciales   de los arrieros hunden sus raíces la Charrería, forjaron con tal fuerza  la identidad de estas  tierras que se vuelve un símbolo de la identidad nacional y Jalisco tiene ese mérito y esa responsabilidad.
   Esta cultura que sellaron la identidad nacional  y fue base de la  cultura nacional  se debilita a los inicios de la revolución industrial, aparece  el ferrocarril y las máquinas, entonces la fuerza del caballo deja de ser necesaria, la vida rural y campirana  fue desplazada  y menospreciada por la novedosa cultura urbano industrial.
   Lentamente fueron borrados esos elementos  históricos y culturales  que duraron siglo y dieron paso a la “modernidad” de Guadalajara, las calandrias era una sencilla lámpara que vela por nuestros valores del pasado, son la memoria que lenta y en silencio nos transporta  a nuestro pasado, su camino es un recorrido histórico  por la Guadalajara de antaño, por recordarnos nuestros orígenes e identidad , su paso lento que estorba a la prisa  y ruido de la ciudad , una ciudad que destruye toda referencia del  pasado.
  La calandria junto con el charro y la serenata del mariachi  simboliza y sella lo que es Jalisco , especialmente Guadalajara, pensar en una calandrias sin caballos  es como un charro sin su caballo, simplemente dejan de ser lo que son  y es esto un grave atentado contra nuestros valores históricos y culturales.
  Sr. Presidente, lamentamos que en su administración se ha atentado contra uno de los sectores más desprotegidos  como es el campo, el abandono de los campesinos  y de las zonas rurales de Jalisco, el caballo es primordial para el trabajo tradicional de esas zonas. Este ataque suyo a este sector de Guadalajara lo vemos cuando en el tianguis del Baratillo  mediante la fuerza policiaca  fueron desalojados más de 400 vendedores  de todo tipo de animales como: Palomos, chivos, borregos, vacas, becerros, codornices, gallos gallinas, guajolotes, conejos, peces, etc.  Todo ello daba trabajo a miles de familias y especialmente promovía la creación de establos y granjas familiares y comunitarias, ante su acción todas esas granjas y establos que comercializaban en el Baratillo desaparecieron  y no encontraron en el municipio de Guadalajara alternativas para su comercialización, afectando con ello a miles de familias, esto es una situación grave y lamentable.
  Tengo entendido que Usted busca ser Gobernador del Estado de Jalisco , por ello supongo que en su campaña tendría que visitar 120 municipios de Jalisco  evidentemente rurales con un gran aprecio por el caballo, por el campo, por las granjas y establos como su forma de trabajo, si en Guadalajara  por su iniciativa desaparecieron granjas y establos de animales  como lo expresé anteriormente  no puede prometer a 120 municipios de Jalisco que Usted apoyaría granjas y establos de caballos, gallos, gallinas, cerdos, palomos, codornices, conejos, pescados, etc.  No buscaría apoyarlos y buscar comercializar sus productos sino más bien limitarlos  y perjudicarlos como lo vemos ciertamente en  Guadalajara.
  El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump amenaza con deportar a millones de inmigrantes mexicanos, un alto porcentaje de ellos son de Jalisco, particularmente de los municipios rurales,  la falta de apoyos para este sector en Guadalajara agrava la situación  y su administración reduce considerablemente las oportunidades de empleo, un gobierno sensible y solidario viendo la amenaza de deportaciones de Trump propondría programas urgentes para atender esta situación , fomentar el empleo en el campo mediante la construcción  establos y granjas y buscar medios urgentes para su comercialización, los empleos como las calandrias no deben de ser debilitados sino apoyados y fortalecidos, no solo como un factor histórico cultural  sino una rama importante del turismo que deja una  derrama económica en beneficio de cientos de familias.
   Los españoles no solo trajeron los caballos, sino también el ganado como son los toros que en la cultura española dio a uno de los espectáculos más vergonzosos   y que le llaman la Fiesta de toros, en la Guadalajara criolla ha tenido una gran desarrollo , la plaza de toros Progreso y luego la plaza Nuevo Progreso  apoyados ampliamente  por el Ayuntamiento de Guadalajara , ante esta verdadera crueldad su administración ha guardado silencio, la tortura y el sadismo que abiertamente se tolera, aplaude y apoya por su administración, es esto una incoherencia  inaceptable, ¿Por qué guarda usted silencio ante la tortura y el sadismo en la plaza de toros de Guadalajara?
  El caballo no solo forja la identidad de Jalisco con el charro sino el caballo es parte importante en los temas del arte, por ejemplo en la literatura de Pedro Paramo de Juan Rulfo, en la pintura con Gabriel Flores si apreciamos las pinturas en la Presidencia Municipal de Guadalajara, en las esculturas de Jorge de la Peña  en la llamada  Estampida, en la música de los corridos dedicados especialmente al caballo, en las caminatas o cabalgatas de la fe y otras tantas formas en  el que el  caballo se hace presente en nuestra  arte y cultura.
  Jalisco, Guadalajara cuyas riquezas culturales son símbolos nacionales tiene la misión y la responsabilidad como ningún otro de velar por estos tesoros de nuestro pueblo, por ello pedimos a los regidores y a los diputados que nos representan que las CALANDRIAS   sean decretadas  como un valor cultural  como lo es el mariachi, la charrería, el tequila, el paisaje agalero o la cocina mexicana, tenga leyes y reglamentos que verdaderamente las proteja, difunda y apoye.
  Sin más por el momento agradezco la atención y quedo en espera de su atenta respuesta.
                                                    A t e n t a m e n t e
                                              Juan Ángel Peña Enríquez


 



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