DEFENSA HISTÓRICA, ÉTICA Y JURÍDICA DE LAS
CALANDRIAS EN GUADALAJARA
Borrado inicial de la tesis
En un
mundo envuelto en el torbellino de la modernización de la cultura urbano industrial, es fácil
despreciar y destruir el pasado que es
donde hunde sus raíces nuestra
identidad.
Ese modernismo también sedujo a
Guadalajara destruyendo
gravísimamente nuestro patrimonio
cultural edificado para dar paso al automóvil, se abrieron calles como: Juárez,
Alcalde, Hidalgo, Morelos, etc. En
consecuencia miles de fincas patrimoniales fueron demolidas, otras ciudades de
menor importancia como Guanajuato y Zacatecas
sus centros históricos cuidados y
preservados son ahora patrimonio cultural de la Humanidad, Guadalajara que ha
afectado gravemente su patrimonio cultural edificado no puede aspirar a esa
categoría de protección.
Ante las nuevas tendencias culturales
promovidas por la globalización y el
poder de las empresas trasnacionales
que han desbastado la economía nacional; las tradiciones y
costumbres de los pueblos es un
obstáculo para la expansión de sus mercados, en las últimas décadas todo
aquello que es mexicano se ha desvalorizado y ridiculizado ante modas de empresas
trasnacionales que no respetan nuestras tradiciones y costumbres, nuestra forma
de ser.
Ante esta destrucción intencionada y
sistemática de nuestra cultura, de
nuestras tradiciones y costumbres muy poco o nada se ha hecho por parte de los jaliscienses para promover leyes y
reglamentos que frenen esa destrucción y alteración
quedando en consecuencia desprotegidos y al capricho de cada gobernante o administración
municipal.
Vista esa espantosa
destrucción del patrimonio cultural edificado de Guadalajara hemos de ser mucho más cuidadosos, vigilantes
y críticos de aquello poco que nos queda
y es fundamental para entender nuestra historia y nuestra identidad.
Al celebrar ahora el Centenario de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos
de 1917 donde se plasman los
ideales de la Revolución Mexicana y cuyo derecho constituye la estructura o plataforma legal del México
Moderno, consolidando con ese derecho la identidad e idiosincrasia del
mexicano, nuestra memoria como un derecho que defiende lo que somos, donde la
historia explica lo que somos y que debe
de ser respetada, fundamentando en esto no podemos permitir más la destrucción
, alteración o falsificación de nuestro patrimonio cultural integral.
Vista la destrucción del centro histórico de
Guadalajara , es necesario que clarifiquemos nuestra responsabilidad ahora que se propone por parte del
Ayuntamiento de Guadalajara la
alteración y falsificación de las
CALANDRIAS, por lo anterior formulemos
una tesis histórica, ética y jurídica
que ilumine el derecho o arbitrariedad
de la decisión sin otro fin que
confirmar nuestro respeto a nuestra identidad, a nuestras tradiciones y costumbres,
a nuestro modo particular de ser , dada su importancia
son inclusive símbolos nacionales.
Guadalajara como ningún otro Estado ha ayudado
a forjar y tejer esa identidad del mexicano como son el mariachi y la
charrería, asociados a conceptos del pasado, al México rural y campirano, estos
aspectos rurales y campesinos
despreciados por las grandes ciudades industriales, esto ha originado un
rompimiento entre la ciudad y el campo, en perjuicio para el campo que ha justificado ese abandono de los
campesinos mexicanos que viven en la miseria y por otro lado el esplendor de la
maquinaria y productos industriales, por ello retirar los caballos del centro
histórico de Guadalajara unido a las calandrias
, es en realidad ese rompimiento con el México rural, agravando la situación
del campo como cuando a los indígenas no se les permitía el ingreso a
Guadalajara con sus ropas de manta, es una exclusión de la ciudad sobre el
campo y constituye esto una violación a los derechos humanos, en este Centenario de la
Constitución y el cambio de representante
de la Comisión Estatal de los Derechos
Humanos es sin duda una oportunidad para renovar y reafirmar el respeto a los derechos humanos
en Guadalajara.
En
las nuevas culturas urbano industriales
hay un falso sentimiento al sufrimiento de los caballos en las calandrias y a otro tipo de animales,
este concepto de piedad hemos de verlo y fundamentarlo desde la misma actividad
del rastro municipal de Guadalajara
donde diariamente se sacrifican a cientos de miles de todo tipo de
animales para alimentar al hombre y la nueva
cultura de los perros , este acto
de mata a millones de animales para alimento del hombre sería en consecuencia
la máxima maldad, y sin embrago no es así
porque está plenamente justificado.
Las calandrias en Guadalajara no representan
un adorno para una postal de los turistas,
es un patrimonio histórico que explica nuestra
historia centenaria, que trasmite la memoria de nuestro pasado con la misma
fuerza que los edificios
patrimoniales del centro histórico, es
un eslabón, fósil o testimonio histórico
de siglo que desentrañará nuestra identidad, nuestra cultura nacional,
el caballo es tan valioso y
significativo como la misma águila de
nuestra bandea que nos habla del México original y auténtico y eso no puede ser
adulterado y falsificado y trae gravísimas consecuencias.
Sin
las calandrias no podemos entender la Charrería que dentro de tres años celebra
sus 100 años, sería absurdo que en este afán modernizador injustificable los charros en lugar de caballos anduvieran
en su centenario en cuatrimotos, el
charro en su caballo dentro de la idiosincrasia mexicana es canto y explican el
origen y razones del mariachi, la
destrucción de la calandria repercute gravemente sobe la valoración del charro
y el mariachi.
La defensa y rescate del centro histórico no
solo es defender los pocos edificios que quedan sino también toda aquella
riqueza asociada a ellos, particularmente elementos vivos como son los
caballos y el calandriero.
Hemos de repetir que la calandria no es una
postal turística o la vitrina de un anticuario, representa toda una historia de
la Guadalajara de antaño. En esta administración se han quitado del centro
histórico a miles de vendedores ambulantes para mostrar al turista una hermosa
postal sin los pobres que incomodan y
cuestionan nuestro modelos económicos y políticos injustos, hemos escondido por
la fuerza la pobreza para mostrar la belleza limpia y reluciente del centro histórico de Guadalajara, según la
sociedad protectora de los perros que dan cuidados extraordinarios a los perros
que revela inclusive graves
trastornos psicológicos , era según ellos indignante ver a caballos maltratados,
evidentemente no conocen la historia de 450 años de Guadalajara, donde el único
medio de transporte era el caballo, en consecuencia el caballo en el centro de
Guadalajara es una síntesis viviente de
450 años de historia de tal importancia que de ahí se deriva la Charrería
próxima a cumplir y celebrar sus 100
años que se volvió como hemos dicho un símbolo de nuestra identidad nacional.
La desaparición del caballo del centro
histórico de Guadalajara tiene la misma
gravedad que la destrucción de miles de fincas de gran valor cultural que fueron destruidas para dar
paso a una falsa modernidad del
automóvil y que mucho hemos lamentado y condenado, la calandria es un valioso
fósil y un museo viviente que recorre esa Guadalajara histórica.
Si la calandria no tiene leyes y reglamentos
para su protección es porque sigue
reflejando el abandono del campo, el olvido de los campesinos, la situación de
su pobreza y su desamparo, vemos reflejado en las calandrias el México bárbaro y sufriente
y esto avergüenza e indigna y
debemos disfrazarlo con tajes grotescos de modernidad .
Si Guadalajara falsifica o destruye esos valores
culturales integrales que se volvieron símbolos nacionales, por ello se está
cometiendo un grave atentado,
desfigurando la cultura nacional.
Es cierto que con la línea 3 del Tren Ligero
se busca una nueva etapa histórica del
transporte en Guadalajara, la modernización del transporte, reactiva
apropiadamente el centro histórico sin
afectar una sola finca patrimonial y esto es digno de reconocerse y celebrarse,
a su vez nos invita a recorrer la historia del transporte en Guadalajara, de
los arrieros y los mesones.
Como expresa el Sr. Felipe Nuño González que
esa falta de identidad nacional , del nulo respeto a
nuestras tradiciones y costumbres, fomenta nuestro debilitamiento ante la fuerza de intereses foráneos,
debilita nuestra unidad y solidaridad y justifica otras muchas formas de invasión y colonialismos en todos los sentidos en perjuicio de
nuestros valores nacionales, afectando especialmente el trabajo y nuestro
comercio, desbastando la economía nacional
y perjudicando a miles y millones
de trabajadores mexicanos, ante esta situación no podemos guardar
silencio y quedarnos con los brazos cruzados. Juan Ángel Peña
Enríquez
DEFENSA ÉTICA DE LAS
CALANDRIAS EN GUADALAJARA
Francisco Peña Enríquez expresa que los
abusos del poder se dan en los sectores más vulnerables y desprotegidos,
aquellos que no tienen recursos para su defensa como son los ciudadanos que
venden en las banquetas o plazas, el ataque al comercio informal que son
dejados al abandono y a su suerte, pero no se atacan por ejemplo grandes plazas
comerciales o poderosos empresarios, no, se ataca a la base popular, a los
sectores más débiles de la población y
que forman la cultura popular rica y colorida y éticamente estamos obligados a
no permitir estos atropellos y violaciones como lo sufren ahora las calandrias
en Guadalajara.
Estructuración de la
tesis para la defensa histórica, ética y jurídica de las CALANDRIAS en Guadalajara, apoyo y ayuda a los sectores
más vulnerables de Guadalajara.
Hemos mencionado a grandes rasgos algunos
aspectos históricos que terminan siendo una tradición y una costumbre, una identidad comunitaria,
parte del ser y del vivir de nuestra
Guadalajara y que es en consecuencia bueno.
Aquí entramos al juicio ético, si el caballo
se utilizó como fuente de transporte y de trabajo durante 450 años en Guadalajara , entonces la
Calandria es un reducto o fósil y
expresan que el caballo de las calandrias es malo porque los caballos sufren ,
entonces en este juicio de Guadalajara condenamos nuestra propia historia diciendo que nuestros antepasados eran
crueles y despiadados y que deben de ser
enjuiciados y condenados porque atormentaron a miles o millones de caballos y
esto sería ciertamente un juicio histórico y ético equivocado porque gracias al
caballo es lo que es Guadalajara, es eso los que en parte nos ha formado y de
hecho lo reconocemos y celebramos en la Charrería, tiene Jalisco y Guadalajara
esa responsabilidad, custodiar los valores nacionales, por ello no es
procedente la falsificación y destrucción de las calandrias.
Si la historia se ha actualizado como una
tradición y costumbre es en consecuencia
buena y forma luego parte de una
identidad nacional como lo es la charrería.
Las tradiciones y costumbres ética y moralmente responden a ciertos valores que exaltan
esa identidad nacional, el respeto a la patria, a la familia, a los
mayores, fomentan la unidad y la
solidaridad , el respeto a nuestra historia , a las formas particulares de ser,
y todo esto encuentra en la cultura y arte popular su máxima expresión, esto
hacen los tesoros de México y en el que Jalisco y Guadalajara han hecho una
extraordinaria aportación y que hoy al pretender destruir y falsificar las
calandrias se atenta contra la cultura y
la identidad nacional, contra los valores de nuestra ciudad.
Eta arte y cultura nacional no se da en forma
aislada sino que es un tapiz o tejido que no puede ser rasgada sin perder la unidad de la misma, la
modernización de las calandrias como lo pretende Alfaro forman parte de las nuevas culturas que
destruyen y adulteran sin miramiento el
pasado , esto fomenta la destrucción de los viejos, el poco respeto que tenemos
por los ancianos, acelera la sociedad instantánea y desechable y aventurarnos a
un futurismo incierto destruyendo nuestro pasado y eso no puede tener buen fin
porque es perder el ser y la identidad del mexicano y eso ha sido una de las
razones de los grandes problemas que nos aquejan, particularmente la falta de valores para el desarrollo de los jóvenes
, la falta de identidad que luego serán
presa fácil de modas extranjeras que ridiculizan nuestros valores y cultura
nacional.
Las tradiciones y costumbres fomentan o
confirman patrones de conducta , normas
de convivencia, criterios éticos y morales, es decir que son buenos y que deben
de ser protegidos y conservados y entra
esto en el campo jurídico, si estos valores no tiene leyes y reglamentos que
los protejan no pueden quedar al capricho y a la voluntad de cada presidente
municipal que busca falsificarlos o
destruirlo, esto se mira en consecuencia
como una violación a los derechos humanos, y es este el propósito de
estas reflexiones, fundamentando una queja por la violación de los derechos
humanos por parte del Ayuntamiento de Guadalajara al falsifica y destruir las calandrias en Guadalajara y que esta queja sea procedente dentro del marco del Centenario de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 197
fortaleciendo el estado de derecho
precisamente en el respeto a nuestra historia y nuestra identidad.
La tesis sobre la filosofía del derecho
mexicano parte desde el mismo principio de la fundación del México Tenochtitlán
y que es el símbolo máximo que nos identifica y es nuestra bandera: El águila
devorando o combatiendo contra una serpiente que es el principio de la
fundación de México fuente de nuestro derecho, este símbolo violento de una
águila devorando una serpiente seguramente ha de ser ofensivo para la sociedad
protectora de animales de la perla tapatía que lo tacharían de cruel y
seguramente propondrían quitar de nuestra bandera este símbolo que sella
nuestra identidad, esto promovería la crueldad entre los mismos animales, de
igual manera han cuestionado la presencia no solo en las calandrias sino en la
charrería debido a esa falsa piedad, piden una bandera sin el águila y la
serpiente y un charro o caballo sin calandria y son en consecuencia enemigos de
nuestra historia y de nuestros valores .
Siendo pues que las calandrias forman parte de un tejido cultural que
forman parte de la identidad y cultura nacional estas no pueden ser
falsificadas o destruidas de manera personal, unilateral y autoritaria por un
presidente municipal. Bien expresa el Sr. Felipe Nuño González la falsificación de las calandrias por una supuesta modernización , es en
realidad una destrucción , por ello el nuevo
modelo que ha presentado Alfaro
no es y no puede nombrase como calandria, que hay que ponerle otro nombre pero no
calandria, y dar por un hecho la desaparición y extinción de las calandrias y
los caballos en Guadalajara, esta desaparición del caballo de Guadalajara la
entendemos como el caballo que se suma a miles de especies de animales que han desaparecido del planeta tierra sin que le preocupe e importe al hombre de la
modernidad, como poco le importa a la supuesta sociedad moderna l adestrucción
de nuestra identidad.
Juan Ángel Peña Enríquez
Guadalajara, Jal a 28 de junio del 2017
ING. ENRIQUE ALFARO RAMÍREZ
Presidente Municipal de Guadalajara
P R E S E N
T E
Ing. Enrique Alfaro Ramírez reciba un
cordial saludo de su servidor, al mismo tiempo me permito expresarle lo
siguiente:
Caballero Alfaro, estas palabras iniciales
expresan la importancia del caballo en la historia del hombre, particularmente
en Jalisco cuna de la Charrería, una riqueza cultural que ha dado identidad a México y por la que
somos conocidos en el mundo, muchos de estos valores ante un modernismo
injustificado se ven seriamente amenazados como es el caso de las Calandrias
que por siglos han formado parte del paisaje urbano de Guadalajara.
Ningún otro animal como el caballo tiene tanta importancia y
significado para el hombre, durante
milenios estuvo presente en la mayoría de las culturas del mundo, parte vital
para ayudar al hombre en el trabajo, como medio de transporte, en la guerra y
en el esparcimiento, etc. De ello se han derivado culturas que explican en
nuestro caso la charrería. Sin el
caballo no podríamos entender la historia de los pueblos, especialmente de
México.
Si bien en tiempos prehistóricos hubo
caballos en América, sin embrago éstos se extinguieron, en México prehispánico
conoció el caballo hasta la llegada de los españoles , esto causó un
enorme asombro ante los indígenas que
creían que el caballo y el hombre era un solo ser, el caballo fue indispensable
para la conquista de México y gracias a él pudo extenderse por enormes territorios cuyos dominios llegaban hasta lo que es ahora
Estados Unidos, esto les permitió formar poblaciones y trazar rutas de comercio, sin el caballo no
hubiera sido posible.
Los españoles durante la colonia no permitieron
que los indígenas montaran a caballo, no fue sino hasta la Independencia y especialmente en la Revolución
Mexicana cuando el uso del caballo se
hizo común. Si vemos por ejemplo en la
novela de Pedro Páramo de Juan Rulfo cuando el caballo mata al hijo de Pedro
Páramo el pueblo celebra con fiesta, prefigura en ello el fin de ese
dominio y conquista, el indígena por fin
puede montar a caballo y hace de ello
una fiesta, la fiesta de la charrería, es una celebración de apropiarse de
aquello que le causaba tanto temor y era
la base del dominio del conquistador.
El caballo fue fundamental en las haciendas
ganaderas de la Nueva Galicia y luego de Jalisco. Guadalajara que nace como una
ciudad comercial y distribuidora del
Occidente de México traza una amplia red
de caminos, la historia de los arrieros a caballo hizo posible ese tráfico de
mercancías que fue tan importante para el desarrollo e importancia de
Guadalajara.
En estas haciendas ganaderas de Jalisco y las
rutas comerciales de los arrieros
hunden sus raíces la Charrería, forjaron con tal fuerza la identidad de estas tierras que se vuelve un símbolo de la
identidad nacional y Jalisco tiene ese mérito y esa responsabilidad.
Esta cultura que sellaron la identidad
nacional y fue base de la cultura nacional se debilita a los inicios de la revolución
industrial, aparece el ferrocarril y las
máquinas, entonces la fuerza del caballo deja de ser necesaria, la vida rural y
campirana fue desplazada y menospreciada por la novedosa cultura
urbano industrial.
Lentamente fueron borrados esos
elementos históricos y culturales que duraron siglo y dieron paso a la “modernidad”
de Guadalajara, las calandrias era una sencilla lámpara que vela por nuestros
valores del pasado, son la memoria que lenta y en silencio nos transporta a nuestro pasado, su camino es un recorrido
histórico por la Guadalajara de antaño,
por recordarnos nuestros orígenes e identidad , su paso lento que estorba a la
prisa y ruido de la ciudad , una ciudad
que destruye toda referencia del pasado.
La calandria junto con el charro y la
serenata del mariachi simboliza y sella
lo que es Jalisco , especialmente Guadalajara, pensar en una calandrias sin
caballos es como un charro sin su
caballo, simplemente dejan de ser lo que son
y es esto un grave atentado contra nuestros valores históricos y
culturales.
Sr. Presidente, lamentamos que en su
administración se ha atentado contra uno de los sectores más desprotegidos como es el campo, el abandono de los
campesinos y de las zonas rurales de
Jalisco, el caballo es primordial para el trabajo tradicional de esas zonas.
Este ataque suyo a este sector de Guadalajara lo vemos cuando en el tianguis
del Baratillo mediante la fuerza policiaca fueron desalojados más de 400 vendedores de todo tipo de animales como: Palomos,
chivos, borregos, vacas, becerros, codornices, gallos gallinas, guajolotes,
conejos, peces, etc. Todo ello daba
trabajo a miles de familias y especialmente promovía la creación de establos y granjas
familiares y comunitarias, ante su acción todas esas granjas y establos que
comercializaban en el Baratillo desaparecieron
y no encontraron en el municipio de Guadalajara alternativas para su comercialización,
afectando con ello a miles de familias, esto es una situación grave y
lamentable.
Tengo entendido que Usted busca ser
Gobernador del Estado de Jalisco , por ello supongo que en su campaña tendría
que visitar 120 municipios de Jalisco
evidentemente rurales con un gran aprecio por el caballo, por el campo,
por las granjas y establos como su forma de trabajo, si en Guadalajara por su iniciativa desaparecieron granjas y
establos de animales como lo expresé
anteriormente no puede prometer a 120
municipios de Jalisco que Usted apoyaría granjas y establos de caballos,
gallos, gallinas, cerdos, palomos, codornices, conejos, pescados, etc. No buscaría apoyarlos y buscar comercializar
sus productos sino más bien limitarlos y
perjudicarlos como lo vemos ciertamente en Guadalajara.
El Presidente de los Estados Unidos Donald
Trump amenaza con deportar a millones de inmigrantes mexicanos, un alto porcentaje
de ellos son de Jalisco, particularmente de los municipios rurales, la falta de apoyos para este sector en
Guadalajara agrava la situación y su
administración reduce considerablemente las oportunidades de empleo, un
gobierno sensible y solidario viendo la amenaza de deportaciones de Trump
propondría programas urgentes para atender esta situación , fomentar el empleo
en el campo mediante la construcción establos y granjas y buscar medios urgentes
para su comercialización, los empleos como las calandrias no deben de ser
debilitados sino apoyados y fortalecidos, no solo como un factor histórico
cultural sino una rama importante del
turismo que deja una derrama económica
en beneficio de cientos de familias.
Los españoles no solo trajeron los caballos,
sino también el ganado como son los toros que en la cultura española dio a uno
de los espectáculos más vergonzosos y
que le llaman la Fiesta de toros, en la Guadalajara criolla ha tenido una gran
desarrollo , la plaza de toros Progreso y luego la plaza Nuevo Progreso apoyados ampliamente por el Ayuntamiento de Guadalajara , ante
esta verdadera crueldad su administración ha guardado silencio, la tortura y el
sadismo que abiertamente se tolera, aplaude y apoya por su administración, es
esto una incoherencia inaceptable, ¿Por
qué guarda usted silencio ante la tortura y el sadismo en la plaza de toros de
Guadalajara?
El caballo no solo forja la identidad de
Jalisco con el charro sino el caballo es parte importante en los temas del
arte, por ejemplo en la literatura de Pedro Paramo de Juan Rulfo, en la pintura
con Gabriel Flores si apreciamos las pinturas en la Presidencia Municipal de
Guadalajara, en las esculturas de Jorge de la Peña en la llamada
Estampida, en la música de los corridos dedicados especialmente al
caballo, en las caminatas o cabalgatas de la fe y otras tantas formas en el que el caballo se hace presente en nuestra arte y cultura.
Jalisco, Guadalajara cuyas riquezas
culturales son símbolos nacionales tiene la misión y la responsabilidad como
ningún otro de velar por estos tesoros de nuestro pueblo, por ello pedimos a
los regidores y a los diputados que nos representan que las CALANDRIAS sean decretadas como un valor cultural como lo es el mariachi, la charrería, el
tequila, el paisaje agalero o la cocina mexicana, tenga leyes y reglamentos que
verdaderamente las proteja, difunda y apoye.
Sin más por el momento agradezco la atención
y quedo en espera de su atenta respuesta.
A t e n t a m e n t e
Juan Ángel Peña Enríquez
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