viernes, 18 de agosto de 2017

463.- RESPUESTA INICIAL AL PADRE TOMÁS DE HÍJAR ORNELAS SOBRE LA ESCULTURA "SINCRETISMO"

RESPUESTA INICIAL  DE UN FIEL LAICO  A LA REFLEXIÓN
DEL PRESBÍTERO TOMÁS DE HIJAR ORNELAS
CRONISTA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE GUADALAJARA
SOBRE LA ESCULTURA “SINCRETISMO”
DEL AYUNTAMIENTO DE GUADALAJARA
   Hemos de considerar que no hay cosa más sagrada para los mexicanos que la Virgen de Guadalupe, con mayor razón en la tierra de los Cristeros que se distingue por la defensa de nuestra fe, por tal razón se ha de pone un mayor cuidado  en cualquier interpretación  histórica artística sobre la Virgen de Guadalupe.
  Hemos de considerar que las declaraciones  del Presbítero Tomás de Híjar  es a título personal  y no es el sentir de la Iglesia o de los fieles laicos, la obra Sincretismo y todas las esculturas no son fruto de un jurado o una consulta pública para determina la ubicación  sino que fue impuesta de manera personal y caprichosa , del mismo modo la reflexión particular del Presbítero Tomás de Híjar no es una declaración colegiada de la Iglesia  y esto debe de quedar claro para que no exista confusión, siendo la Virgen de Guadalupe muy respetada por los mexicanos  se debió consultar oportunamente  la opinión de la Iglesia  y no fue así sino que se impuso frente al templo del Refugio  que sigue siendo un espacio del atrio del templo  de interés territorial para la Iglesia en Guadalajara  y que como hemos dicho no fue consultada  oportunamente  y ahora e hace más como una justificación forzada.
   Nuestros Padres Conciliares del Concilio Vaticano II donde se dio inicio a una Nueva Evangelización  definen  claramente la vocación y misión de los fieles laicos tanto en la Iglesia como en el mundo, toca a ellos el ordenamiento de la realidades temporales, transformar con la luz de la fe cuestiones como la política, la economía, el arte y la cultura, vemos en ello su responsabilidad en la construcción de nuestra sociedad, siendo responsables y críticos, por tal razón no se pueden hacer juicios precipitados, no es esto una cuestión que tiene que ver solo con el arte en sí mismo sino que por el tema implica una respuesta de nuestra fe, por tal razón para no ser apresurado en los juicios he dividido en forma resumida esta reflexión personal  en cuatro puntos:
1.- El histórico,
2.- El estético,
3.- El ético  y
4.- El teológico    
   Su servidor ha expresado en distintos tiempos y formas  la importancia del arte y la cultura en el desarrollo de una sociedad, sin duda estoy convencido de que el arte humaniza a una sociedad, el bien de una sociedad se ve reflejada en la claridad y fuerza de su arte, por tal razón celebré en lo  personal el proyecto de arte público de la presente administración municipal a pesar de ciertas omisiones.
   Es verdad que en la administración del Presidente Municipal Enrique Alfaro se ha hecho el gran esfuerzo por recupera y dignificar el espacio público, es un aspecto que debe de reconocerse y celebrase, se han rescatado sobre todo parques y unidades deportivas, fuentes, mercados, plazas, etc. Se han rescatado y reparado algunas esculturas urbanas  y en ese esfuerzo se ha buscado enriquecer ese patrimonio cultural urbano y reciba de parte de su servidor una  sincera felicitación y reconocimiento, aunque he de decir que la recuperación de ese espacio público ha implicado como es el caso de Banquetas Libres a miles de familias pobres que el espacio público era su alternativa de sobrevivencia en una sociedad injusta  que ha generado esa pobreza, pero este es un tema aparte que si Dios nos permite en otra ocasión lo abordaremos.
   Estoy consciente que el arte y la cultura es vital  para  construcción de comunidad y de identidad en las grandes ciudades como lo es Guadalajara , creo que el problema fundamental de este proyecto noble  de arte urbano de la presente administración son los procedimientos, estos no han sido lo más correcto, hasta donde tengo entendido la asignación de la obra escultórica ha sido de manera directa  y sin un concurso  y fallo de un jurado , se ha dejado al gusto y el capricho de la Directora de Cultura  y dejando por lo mismo a cientos de escultores tapatíos sin derecho a concurso, del mismo modo no ha habido una consulta pública oportuna y responsable para encontrar la mejor ubicación de estas esculturas, donde por cierto nuevamente el Oriente de nuestra ciudad es el más desfavorecido , como siempre los olvidados y marginados excluidos, ante esta exclusión al menso hemos de levantar nuestra voz de apoyo e inconformidad.

    He de decir con tristeza de manera muy personal  que las esculturas que se han presentado me han parecido de muy poco valor estético, quizá porque no son fruto de un jurado, aún así celebro el proyecto, considero como parte de mi responsabilidad tanto eclesial como seglar hacer una reflexión sobre la escultura “Sincretismo”.
  El tema y su ubicación es muy compleja que originará un amplio y profundo debate, la escultura “Sincretismo” está ubicada frente al templo del Refugio que es por sí mismo muy interesante e ilustrativo, este templo como podemos observar ha quedado en medio de la gran avenida de Federalismo, pareciera más una escultura que un templo, como ruinas o museo de un templo, de lo que fue una fe impactada por la modernidad, esa fe devorada y opacada por los nuevos estilos de vida de la cultura urbano industrial , el templo dando paso a la pisa de los millones de automóviles y trenes  de una sociedad que no tiene espacio y tiempo para su fe, y a su vez resumiera la propia historia conflictiva de la Iglesia en Guadalajara sobre todo en el último siglo.
  Si la escultura se ha puesto frente al templo y con el tema de la Virgen de Guadalupe quiere decir que la escultura forma parte del templo, del espacio del atrio del templo y pasa por lo mismo de arte secular a arte sacro, es decir sería una escultura que sería venerada y reverenciada, se le ofrecerían flores, veladoras oraciones y saludos religiosos según la fe y piedad popular, fuera por el templo, fuera  por la escultura, el proyecto de arte urbano municipal toma otra dimensión e intereses.
  Dentro de este juicio histórico  hemos decir conforme a los documentos de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas  que somos herederos de un pasado, actores de un presente y gestores de un futuro, la importancia de la historia para entender la primera evangelización que fue el encuentro crítico de dos culturas y mundo, la conquista y la destrucción intencionada y sistemática de la cultura original mexicana, un aspecto histórico muy amplio y profundo que necesita de mucho tiempo y espacio para tratarse, solo hemos de decir que esa riqueza histórica que forja en ese sincretismo o mestizaje nuestra identidad  y expresión cultural mexicana, la historia de la fe del pueblo mexicano sintetizada en el  Hecho Guadalupano, esta fue que se expresa con toda claridad y fuerza en la religiosidad popular, en sus símbolos, en sus ritos, en sus imágenes  y que sin duda constituye uno de los tesoros más apreciados de nuestro pueblo, una sabiduría popular  que sabe discernir  sus propios acontecer histórico a la luz de su propia fe, ese discernimiento que le permite defender esa fe cuando intuye que es atacada o no debidamente respetada, ese respeto a la madre del mexicano que es  sagrado.
  Dentro de este resumen histórico  de la cultura mexicana pareciera que la escultura “Sincretismo” quisiera reafirmar que la muerte o los cráneos es la máxima expresión del tesoro de nuestra cultura mexicana, la muerte o los cráneos simbolizaran la plenitud de la cultura mexicana, lo cual me parece injusto e inapropiado, de hecho ese es uno de los problemas fundamental de nuestra identidad como mexicanos:  la referencia a la muerte y a los cráneos, pareciera que el mexicano muy familiarizado con la muerte  expresado coloridamente en su arte rinde culto a la muerte, este elemento de la muerte ha sido  uno de los grandes obstáculos para el desarrollo vital integral del mexicano y se ha vuelto en un elemento inspirador de su visión trágica, de que la vida no vale nada , aspecto que pareciera negar y contradecir el esfuerzo evangelizador.
   Expliquemos más concretamente lo anterior: Fray Antonio Alcalde  es uno de los hombres más grandes de de Guadalajara  y era conocido como el Fraile de la Calavera, esta calavera que tenía por cabecera ciertamente no era una familiaridad  a la muerte sino una lucha terrible contra ella  y gracias a ello construye el Hospital Civil donde se lucha tenazmente contra la muerte, sería absurdo que haciendo una escultura de Fray Antonio Alcalde la rodeáramos de calaveras porque estaríamos contradiciendo su grandiosa obra que era a favor de la vida , del mismo modo la escultura “Sincretismo”  no resuelve la primacía de la vida sobre la muerte, sobre esa presencia de los cráneos sino que parece haber una profunda identidad inseparable o insuperable.
   Hemos de distinguir claramente entre el secularismo  y el sincretismo, ese secularismo de la sociedad actual que ha sido causa de grandes conflictos y problemas , somos parte de ese sincretismo y secularismo, este aspecto difícil de la visión de la muerte del mexicano presenta varios retos y desafíos sobre todo en esta cultura moderna que ha desarrollado la cultura de la violencia y de la muerte, es lamentable que nuestra sociedad moderna  pareciera rendir culto a la violencia y a la muerte, veamos simplemente los mensajes de los medios de comunicación , la composición estética de la escultura “Sincretismo” no pareciera vencer  esa visión de la muerte conforme a la iconografía del arte sacro mexicano o de la propia expresión de la piedad popular, la Virgen de Guadalupe y Cuatlicue o la muerte representada en los cráneos debido a su transparencia se yuxtaponen y se funden en un sola identidad  de modo que se está rindiendo reverencia a la Virgen de Guadalupe y a Cuatlicue  como si Cuatlicue fuera la misma representación de la muerte, esto de la reverencia como ya hemos dicho es porque está frente a un templo como es el Refugio, el autor de la escultura pareciera expresa que la Virgen de Guadalupe  y Cuatlicue  son una misma identidad, es decir que el hombre mexicano sigue siendo un idólatra , que la idolatría es un sincretismo y el arte se vuelve ese instrumento de denuncia para liberar al hombre de supersticiones en este mundo secularizado que ha perdido el respeto por lo sagrado , o nuestra fe superada por la modernidad como lo lustra el propio templo del Refugio.
   En este tiempo de secularidad y sincretismos de todo tipo  la religiosidad popular debe de tener criterios y caminos claros para la interpretación de su fe, de otro modo se presta a una confusión  como en efecto lo estamos viendo, pareciera que el Padre Híjar estuviera defendiendo al autor y al propio Enrique Alfaro  siendo que no hemos escuchado los propios argumentos y reflexiones del autor de la obra que son fundamentales para poder iniciar un debate y un juicio, sorprende en este caso el silencio del auto de la obra y por esto  mismo ni siquiera hemos mencionado su nombre.
  El tema es muy amplio y esto de su servidor es tan solo una breve introducción al tema, aún la misma declaración personal del Padre Híjar  es también relativo ya que la obra de arte tiene ese elemento subjetivo y su interpretación dependen de cada persona  , especialmente el arte moderno  que se aparta del realismo y en consecuencia ocasiona un sano debate, y como hemos dicho no tenemos una declaración amplia y detallada del propio autor y por lo mismo la propia Iglesia no podría emitir un juicio colegiado, a este muy breve juicio estético hemos de añadir el juicio ético , si esto que se expresa en la escultura “Sincretismo”  es algo bueno  para enriquecer la  religiosidad popular  y sobre todo para revalorar y enriquecer el HECHO GUADALUPANO  desde una reflexión teológica más profunda acorde a la exigencias de esta Nueva Evangelización ,
  Dentro de este juicio teológico  hemos  de ver si esta escultura  frente a u templo se pueden poner flores, veladores y todo aquello propio de la religiosidad y piedad popular ,  el tema es muy extenso  pero indudablemente  ha iniciado un gran debate en Guadalajara que necesita ser  responsable y respetuoso,  si Dios nos permite desarrollaremos  esos cuatro puntos , con estos deseos le envío un cordial saludo al Padre Tomás de Híjar  Ornelas Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara.


                                                                                         F r a t e r n a l m e n t e
                                                                                  Juan Ángel Peña Enríquez  
  
                                                                                                                                                                            



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