domingo, 19 de enero de 2014

260.- LA PINTURA MEXICANA

LA PINTURA MEXICANA



  Hemos expresado que la pintura es la luz, la luz es el principio mismo en la creación, la separación entre la luz y las tinieblas por el Creador, en la soledad de Adán o primer hombre  se da un parto asombroso, Dios hace caer a Adán en un profundo sueño y de su costado  es creada la mujer, ese profundo sueño es también una oscuridad, eso lo podemos comprender astronómicamente como ya hemos  dicho entre el sol y la luna que la cultura popular mexicana lo  representa ingeniosamente, el sol con grandes bigotes  y el eclipse como un acto amoroso entre el sol y la luna, en estos aspectos vemos  tanto la luz del sol como la luz de la luna que han dejado de tener cierta importancia ante las luces artificiales y las luces de las pantallas  de plasma, la era digital.

   La luz se transforma en vida, toda la creación es un desbordamiento de vida y color que hacen los hermosos paisajes , esa relación entre vida y color la  vemos por ejemplo en los colores esplendorosos de las flores, en el color de las plumas de los pájaros, el mismo Señor cuando hace una alianza con Noé  para no destruir la vida  se representa mediante una arcoíris, la Paleta de Dios y los paisajes de Dios, el   Arte Divina, la belleza del mundo, de la creación y del universo, tales paisajes han dejado de asombrar al hombre de ahora maravillado e idolatrando sus propias obras y objetos tecnológicos, los paisajes naturales y sus maravillas no tienen para él ningún asombro, esto encierra en gran parte su deshumanización, por ello los paisajes y los seres vivos desbordados de colores no son del interés para los pintores que lo consideran como una moda del romanticismo, un tema de los soñadores y bohemios.


     Este hombre primitivo, original se diferencia de la mujer  con sus características propias , en el mismo reino animal vemos por ejemplo la belleza de los machos que supera a la de las hembras, el color y tamaño de los machos  y su propio comportamiento sorprende , tenemos en esto la belleza sexual y dentro de la propia historia del hombre a través de los milenios  tenemos la diferencias de razas  como es la raza negra, blanca, amarilla, roja , esa es una belleza antropológica propia que se ve reafirmada por sus culturas particulares  que embellecen a esa raza y pueblos y tienen con ello sus propias tradiciones y costumbres  y son grandes tesoros, las distintas lenguas, las formas de ser y de vestir tan distintas  que le dan al hombre esa identidad y sentido de pertenencia que lamentablemente ante una agresiva globalización e intereses de empresas trasnacionales  las destruyen y ridiculizan , hoy las culturas nacionales  se ven seriamente amenazadas  por las modas internacionales sin otro fin que el lucro y la ganancia.

  En este contexto podemos entender la cultura y la belleza mexicana, una rica cultura milenaria que hunde sus fuertes raíces  en lo prehispánico  y con ello podemos encuadrar la belleza auténtica de la mujer mexicana.

  La cultura mexicana ha sufrido por siglo de una destrucción intencionada y sistemática, continuamente amenazada y degradada, desvalorada, Diego Rivera con su pintura reconstruye, recrea, cura esa historia perdida, y se vuelve una historia pictórica, el arte de la pintura con una noble tarea, como reconstructora histórica, como fuente fecunda de la memoria que definen el ser, el hombre mexicano, la luz y el color de la pintura iluminando el pasado, considerando que las trasnacionales aborrecen los nacionalismos que impiden la expansión libre y exitosa de sus mercancías, sus nuevas modas que nada tiene que ver con las culturas y costumbres de los pueblos.

  No solo Diego Rivera utiliza la pintura para hacer una reconstrucción histórica nacional sino que la presencia de Frida Kahlo   recrea a la mujer mexicana y trata de proyectar toda su riqueza como lo expresa Nieves Peña, la pintura se vuelve para Frida un espejo que va reconstruyendo su rostro, el rostro de la belleza de la mujer mexicana, los autorretratos, para confirmar esa personalidad e identidad, la belleza de los pueblos indígenas, las tradiciones y costumbres , los colores festivos de México, estas fueron unas de las contribuciones fundamentales de la pintura mexicana del siglo pasado, pero la luz de la pintura no solo pude servir para iluminar el pasado borroso  sino que esa luz ante el nuevo siglo y milenio debe de dar claridad hacia la pintura de México ante los nuevos tiempos, los tesoros  inagotables de la cultura mexicana ha de encontrar nuevos canales de expresión  y sin duda los pintores jaliscienses  han de alumbrar con su luz y colores estos nuevos tiempos  y espacios, pues como hemos  dicho la pintura mexicana no solo puede reconstruir el pasado histórico sino que puede y con mayor libertad y creatividad marcara las líneas del futuro, esta idea la podemos poner en practica en el proyecto arquitectónico contemporáneo  del Ilustre Felipe Nuño, la relación entre la arquitectura contemporánea y la pintura.

  Un tema particular de la pintura era el interés por pintar la belleza de la mujer, esto también se ha perdido, por ello un interés particular  es sin duda rescatar la belleza de la mujer jalisciense por medio de la pintura , la presencia de la mujer en la pintura y si  duda Lala  Trewick   Puede hacer grandes aportaciones en este sentido, decimos que la belleza antropológica se mira especialmente sobre la mujer, el hombre es rudo, tosco, con el rostro cubierto de bello , la cultura de la belleza que es una poderosísima industria  confirma lo antes expresado, la mujer es una muñeca movida por las modas de belleza, una máscara que niega sus propios rasgos étnicos, , desgraciadamente es una belleza superficial  y comercial , la pintura puede revelar esa auténtica belleza de la mujer mexicana, una deuda especialmente de Jalisco, tierra de los charros y de los machos que han distorsionado  los propios valores del hombre y ensombrecido a la propia mujer.
   En esto vemos dos líneas fundamentales de la pintura mexicana hacia los horizontes y albores del nuevo milenio y siglo: Por un lado el interés por los paisajes del mundo y ante  miles de especies que están en grave peligro de extinción, es decir la redefinición del paisajismo o pintura ambiental y ecológica, los paisajes naturales y cósmicos, la pintura revelando la belleza del mundo, por otra vemos la pintura antropológica, esto ante el propio olvido del hombre  ante los objetos y la sociedad de consumo, la deshumanización del hombre,   decíamos por ejemplo que en la pintura de Lala  Trewick vemos aspectos sumamente interesantes que nos ayudan a comprender los tiempos, la presencia del caballo y la mujer en la tierra de los  charros como una identidad nacional, visto esto teológicamente lo podemos ilustrar con los caballos del Apocalipsis  que es la fuente inagotable del surrealismo teológico, en ello los caballos que avanzan van transformando aquella belleza de la creación , cambian los colores de la tierra y el cielo que solo la pintura podrá representarlos , la desaparición de especies, esos caminos  de colores y de paisajes marcan las tendencia s del futuro del hombre, y manifiesta la ceguera e irracionalidad del hombre,  entonces la luz de la pintura ha de sanar los ojos de los hombres, enseñarlos a ver y contemplar, esa es la importancia de la pintura, al contemplación y el silencio en un mundo de prisa, el misticismo pictórico  ante un mundo de colores mercantiles instantáneos y desechables, la belleza de la mujer en la pintura para desenmascarar la poderosa industria de los cosméticos que la instrumentaliza, mercantiliza y esclaviza, la pintura en la mujer como rebelión y liberación, sin duda una tarea noble y admirable que tanto necesita nuestra sociedad .


                                     Juan Ángel Peña Enríquez

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