sábado, 20 de febrero de 2016

408.- EL PAPA FRANCISCO: EL RENACIMIENTO Y PRIMAVERA FILOSÓFICA Y TEOLÓGICA MEXICANA

EL PAPA JUAN PABLO II EN OBLATOS
EL PAPA FRANCISCO EN MÉXICO
Y LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA MEXICANA
  El misticismo en las grandes ciudades, la Nueva Evangelización en los mundos virtuales.
  En otros sencillos ensayos hemos definido monasterios subjetivos: Uno de ellos es la Creación: La Barranca de Oblatos que da la espalda a la gran ciudad, la contemplación de las maravillas de Dios, la belleza de los paisajes, las esculturas o arte de Dios, la belleza divina vista en la portentosa Creación, su oposición al proceso urbano e industrial que buscan su exclusión y destrucción, en ellos cultiva y hunde sus raíces las Primaveras del Mundo, la Primavera Filosófica, la reflexión y la responsabilidad del hombre en nuestra situación actual y concreta, este misticismo de la creación es una expresión del orden y de la apreciación estética, la vida maravillosa de millones de especies muchas de ellas en grave peligro de extinción y que ponen en peligro la propia vida del hombre.
  Por otra, hemos definido los Monasterios del Arte, particularmente de la pintura y la escultura, el arte que es creación y contemplación, el arte en los barrios perdidos de las grandes ciudades, el arte que busca la belleza, esa implicación filosófica entre bello y lo divino como plenitud de luz y vida, toda el paisajismo maravilloso de la creación  como la belleza en el arte termina siendo una cuestión teológica.
  La visita del Papa Juan Pablo II a Oblatos, la reciente visita del Papa Francisco a México hace concreto el camino y los pasos de esa Nueva Evangelización ante los retos, desafíos y problemas que sufre México y que obliga a construir esa Teología Mexicana, encontrar esas respuestas a lo que nos amenaza.
  La visita del Papa a la Virgen de Guadalupe y su visita a Chiapas  es fundamental para entender los trazos iniciales de esa teología, uno representa el mestizaje y otra la cuestión indígena, la esencia y raíz de nuestro pueblo, la incipiente Teología Indígena que debe de ser plenamente comprendida para emprender una Nueva Evangelización, para ello se necesita  un nuevo modelo histórico, la reinterpretación histórica de México, las raíces y cimientos indígenas  donde se asienta la cultura mexicana, la colorida arte mexicana, el arte se sujeta a criterios históricos que dan esa identidad nacional.
   La visita del Papa Francisco a la Virgen de Guadalupe, ese monasterio de la creación que hemos citado en párrafos anteriores  se puede sintetizar en las flores, gracias a su color, su geometría, su perfume y es común que nuestros altares se adornen de flores y son las flores como expresión de belleza y vida que acompañan muchos de los momentos celebrativos del hombre, esto toma con la Virgen de Guadalupe un profundo sentido teológico, las flores, las rosas en la tilma del indio Juan Diego crean, forman a la mujer, en este sentido se tiene una creación y un paraíso mexicano, una concepción teológica mexicana, la antropología mexicana, el hombre mexicano como Adán  del que de su costado de su Tilma  se crea esa mujer, el hombre mexicano tiene su identidad profunda en su cultura indígena milenaria, tan antigua como otras cultura del mundo como China, Egipto, Babilonia, etc. Lamentablemente es historia destruida y distorsionada, ese nuevo modelo histórico reinterpreta y reconstruye al hombre mexicano, esta luz fue ensombrecida con la antigua evangelización que pretendió destruir la cultura e historia original e imponer los modos y estilos de la cultura del viejo mundo, la cultura europea, por ello el Papa Francisco pidió perdón a los indígenas en Chiapas  y oró en la tumba del Obispo Samuel Ruíz que acompañó el movimiento indígena en Chiapas encabezado por el filósofo Marcos.
 La identidad indígena es una cuestión de revaloración o reinterpretación histórica, las raíces con el indígena Juan Diego que alcanza la santidad, el primer indio santo, esto es un trazo del arte mexicano que se transforma en proyección teológica: El arte sacro mexicano, la belleza de la mujer mexicana se teje desde esa visión pictórica, la Frida mexicana, la plena belleza de la mujer mexicana que gracias a la auténtica revolución y liberación del arte queda libre de las poderosas empresas trasnacionales de los cosméticos y de la “belleza” , libre de las cadenas de las mafias de la pornografía y la prostitución , el arte, la estética en la mujer es liberadora , la mujer no puede ser manipulada o instrumentalizada.
 La Filosofía y Teología mexicana como principio creador, del Génesis, historia particular capaz de engendrar, de dar vida, la familia mexicana, el pueblo de México, este concepto de la vida y la existencia como principio de la reflexión filosófica particular, del ser, de la vida en contraposición de la nada y de la muerte, el existencialismo postmoderno mexicano ante la cultura de la violencia y de la muerte  globalizada, la propia visión del mexicano sobre la muerte.
  Esta base existencial, del ser mexicano es el cimiento de toda construcción  filosófica, la creación de la mujer o Eva mexicana es su germen, gestación o génesis teológico, el inicio o fundamento de la reflexión teológica, el arte entra a ese proceso de gestación antropológica que enmarcan esa visión antropológica y psicológica del mexicano.
  En este sentido la transformación de las rosas de la tilma del indio  se transforma en el Arte Sacro Mexicano, el arte sacro como contemplación de los bello que envuelve toda la historia que se ha hecho vida en la cultura y arte mexicana, en las tradiciones y costumbres, en la religiosidad popular, en la fiesta mexicana, por ello el Papa Francisco en México antes de ser reflexión teológica es fiesta colorida mexicana en que se ha transformado la propia historia de México  en torno a esa maternidad Divina de la Virgen de Guadalupe, es decir el Papa Francisco es ante todo familiar, de  nuestra propia casa, el valor fundamental de la familia, del Pueblo mexicano.
  Esto es fundamental porque da fin al centralismo teológico europeo y nos da luces claras para esa Filosofía y Teología Mexicana que encuentra en su propia reflexión histórica la explicación de su propia existencia y de su ser,  lo que fue, lo que es y lo que puede ser, la memoria histórica que lo proyecta hacia el futuro, la filosofía ha iluminado el proceso histórico milenario mexicano como uno de sus grandes tesoros no en cuanto atada a un pasado  sino más bien lo que le permite avanzar y construir el futuro.
  De este modo este concepto del arte saco mexicano , del arte sacro latinoamericano  puede cultivarse y florecer ese Renacimiento o Primavera Teológica y redefinir esas nuevas órdenes ,  misiones, misticismos y monjes , tales monjes ya no están  encerradas en grandes conventos o monasterios  sino siendo sal y luz, levadura en la mas, en el corazón mismo de las grandes ciudades urbano industriales, siendo vanguardia en el arte, en la humanización de la ciencia y la tecnología, dando respuestas a las inquietudes y problemas del hombre, por ello ante esta sociedad de consumo, del espectáculo, de la indiferencia y el desencanto se ha reavivar esas preguntas fundamentales de la existencia humana como el dolor, la belleza, la muerte que ciertamente hoy son más actuales que nunca y que no han sido resueltas por la ciencia y el pensamiento científico, en este desierto espiritual de  las grandes ciudades han de surgir esas coloridas primaveras  filosóficas y teológica.
   Esta filosofía mexicana, de la vida, es  orgánica, ordenada y estructurad, cósmica, no antropocéntrica o del centralismo urbano industrial, el hombre como parte de un sistema biológico, integrado a esa creación de todo ser viviente, no solo del hombre, no solo de la ciudad.
 Esta concepción y parto teológico de la tilma del indio que constituyen la familia como cuestión de gran valor de la cultura mexicana, la visión mexicana de la sexualidad hoy tan desvirtuada  y tratada como una mercancía de la sociedad desechable, de la sociedad de consumo, el valor de la familia tan confundida, sujeta a ciertas modas y modos que resultan graves atentados  contra la verdad y la vida  y en la que los fieles laicos hemos sido indiferentes  y que se nos puede señalara como irresponsables  ante nuestro silencio.
 fotografía Albert Watson 

Esta cuestión de gran valor de la cultura mexicana  no comprendida, malinterpretada y manipulada  ocasiona por ejemplo que Fromm  realice un trabajo de pésima calidad  utilizando la ideología y metodología del psicoanálisis  para tratar de entender al mexicano, lógicamente resulta un fracaso.
  La Nueva Evangelización ha de cuidar que la presencia de la Virgen de Guadalupe no opaque la figura de Cristo Jesús el Señor, pues la misión de la Virgen es llevar a Cristo y no a la inversa, esto parece ser un signo dominante de la cultura mexicana que facilita ahora no la construcción de matriarcados sino de una feminicracia, la nueva cultura violenta de la mujer  en que se ataca  y desaparece el hombre. Por un lado vemos en la cultura mexicana ese presencia maternal (Virgen de Guadalupe, de Zapopan, de Talpa, de San Juan de los Lagos)  y por otra el machismo mexicano, el macho charro y mariachi que parece más bien un aspecto folklórico , esta femenicracia parece definir las líneas dominantes de la cultura del nuevo milenio y siglo y en el que hemos de poner un cuidado especial , es decir no se puede tener a la Virgen de Guadalupe  como culmen de la fe  mexicana  y no ser modelo  ejemplar para la propia mujer mexicana en las distintas épocas particularmente en esta sociedad neoliberal , sería eso una grave contradicción  sumamente cuestionable .
  En cierto modo esa es la base de las contradicciones de nuestra fe, un México católico sumido en la pobreza y la explotación, un pueblo lleno de fe pero indiferente a los problemas de nuestra sociedad y de nuestro mundo, una Latinoamérica católica que no tiene filósofos y teólogos, que rechaza y se opone a la reflexión ¿Cómo pude ser entonces el Continente de la Esperanza? ¿Cómo puede evangelizar un mundo y una sociedad dominada por la  razón y los principios de la ciencia y el pensamiento científico?, es esto lo que cuestiona pos sí mismo el catolicismo, un México creyente como lo ve el Papa Francisco  pero donde reina la injusticia y la pobreza , la incoherencia de la fe, lo absurdo del México Católico que tolera la explotación, la dependencia, los neocolonialismo, el narcotráfico, la injusticia contra los migrantes, la violación de los derechos humanos, los crímenes y atentados contra la naturaleza, el cinismo, la corrupción política, etc. Esto es inadmisible e injustificable, nuestra fe como lo da a entender el Papa Francisco no es entonces un atractivo turístico y folklórico, ni una fiesta de la visita Papal  sino que ha de ser el instrumento  de nuestra transformación social e histórica , de respuesta y compromiso de nuestros grandes problemas y necesidades, en este sentido la fe no es una cómoda contemplación de éxtasis espiritual sino de ver el rostro sufriente, el dolor y la explotación de nuestros hermanos, la miseria del hombre, del mismo modo el arte no es esa búsqueda de la belleza como negación y complicidad de un mundo en destrucción  sino de abrir los ojos a las realidades del mundo, despertar nuestra  responsabilidad y compromiso.

                                                   Juan Ángel Peña Enríquez

Muchas gracias, unos do o tres temas más y damos fin a este blog, hemos iniciado otro que hemos titulado "Glorieta y Corredor Cultural Oblatos"  que es hacer práctica y concreta esta teoría, gracias



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