jueves, 16 de junio de 2016

420.- EL REALITY SHOW DE LOS ESTADOS UNIDOS Y LA FILOOSFÍA Y TEOLOGÍA MEXICANA

FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA LATINOAMERICANA Y EL REALITY SHOW DE LOS ESTADOS UNIDOS
  En el pequeño ensayo anterior veíamos que el marxismo  como sistema filosófico no crea en la Unión Soviética  una corriente estética que ilustre los ideales de la Revolución Rusa, curiosamente se plantea en México con Trotsky con su tratado sobre Arte y Revolución, el marxismo que pinta la Revolución Mexicana, la comprensión de este suceso histórico como contemplación pictórica monumental, desde aquí hemos de ver el capítulo sobre la estética marxista y la propia historia  pues ningún otro sistema filosófico como el marxismo ha tenido tanta presencia e influencia  en Latinoamérica, el socialismo y comunismo como oposición radical al capitalismo norteamericano, esta dialéctica que ha creado  ese conflicto entre Estados Unidos y Latinoamérica y que hoy despierta  nuevamente con Donald Trump bajo otras razones y justificaciones fundamentalmente racista colmadas de intolerancia  e ignorancia que avergüenzas el mundo , pues Trump, no es un ideólogo sino un comediante de reality show y de escribir libros best seller para hacerse millonario, el fantasma del comunismo se ha diluido en el realismo mágico, Latinoamérica avanza hacia nuevos horizontes mientras Estados Unidos con Donald Trump emigra hacia el siglo XVIII, la lucha de blancos , indios y negros en los Estados Unidos.
   Vemos en esta dialéctica histórica primero una Latinoamérica en cierto modo capacitada por un sistema filosófico como fue el marxismo que derivan en los socialismos y comunismos, los movimientos sociales y políticos   y por otra tenemos a la cabeza del capitalismo con Estados Unidos sin un sistema ideológico  sino utilitario y pragmático, el objeto comercial e industrial, la sociedad de consumo, la industria  y la tecnología, con ello rechaza la reflexión filosófica y teológica, en cambio para Latinoamérica es un don y una responsabilidad con la llegada del Papa Francisco construir esos nuevos sistemas filosóficos y teológicos que expliquen la propia realidad e historia de América, del nuevo mundo, del nuevo hombre.
  Para la interpretación de la Revolución Mexicana no hemos de utilizar la metodología del materialismo histórico, estamos celebrando el centenario de la Revolución Mexicana, ya no como una cuestión del arte pictórico, de los sentidos sino como reflexión filosófica y teológica, como teoría estética  mexicana, no es entonces el México de los sentido, del color y la fuerza de la cultura mexicana, sino la abstracción y conciencia de sí mismo, la antropología estética mexicana.
  México no pude competir con el desarrollo industrial y tecnológico  de nuestros vecinos  de Estados Unidos que nos miran con desprecio y son esas las razones del Muro de la Ignorancia de Trump, sin embargo en el campo ideológico y teológico podemos hacer grandísimas aportaciones y es ese un punto fundamental y estratégico, la cuestión social, la humanización de la ciencia y la tecnología, la ética, la estética, la antropología y todas aquellas amas del conocimiento  que hacen valer al hombre en sí y por sí , Estados Unidos tiene un gran avance en lo industrial y tecnológico  pero un grandísimo atraso en las cuestiones sociales y humanas y esa es su grandísima debilidad, de hecho hoy vemos  este triste espectáculo que ofrece Trump para el mundo debilitando el prestigio, respeto y seriedad que ha tenido Estados Unidos, con Trump,  es solo una caricatura de gran peligrosidad al poner en  manos de un comediante el poder militar de los Estados Unidos, esa es la gran preocupación no  solo de México, ni de Latinoamérica sino del mundo.
  Hemos de sembrar y cultivar esas primaveras filosóficas y teológicas de América, el rompimiento entre campo y ciudad, entre lo urbano y lo natural, entre ciudad y mundo, entre la industria y la agricultura, entre el pasado y el futuro, entre desarrollo y culturas tradicionales, entre fe y realidad social, entre Iglesia y responsabilidad histórica política.
   Su servidor trataba con Leonado Boff sobre la Primavera Teológica Latinoamericana, nuevas órdenes y misiones, los nuevos misticismos y monasterios en el corazón de las grandes ciudades explicándole que era inadmisible e injustificable que después de 500 años de Evangelización y ser en su mayoría católicos sufríamos la pobreza y la miseria, la contradicción de la fe, pero particularmente lamentaba la falta de filósofos y teólogos  después de cinco siglo de evangelización latinoamericana, la nueva Evangelización emprendida con el Concilio Vaticano II y la llegada providencial del Papa Francisco abren un nuevo horizonte luminoso, un renacimiento que encierra nuestra responsabilidad ineludible.
   La filosofía Americana ha de ver los problemas fundamentales del hombre, las interrogantes y desafíos y debe de responder a ellos, hablamos como hemos dicho de nuevos misticismos y monasterios, la contemplación y el silencio en el arte, el cultivo de toda primavera no plantea el ecologismo como un panteísmo  o armonizaciones cósmicas tipo new age, sino vemos el arte revolucionaria mexicana a en su reflexión centenaria, la historia recapitulada filosófica y teológicamente , es cierto, el redescubrimiento de la belleza del mundo  y de la creación, la primavera estética vista desde la revolución mexicana para superar el tratado de arte y revolución de Trotsky.
   El cambio climático como gran preocupación ambiental que cuestiona  el irresponsable desarrollo industrial y su fatal sociedad de consumo, pero hemos de ver en este caso antes que nada que el cambio climático afecta especialmente a los campesinos  y las comunidades rurales, el ecologismo como cuestión social y económica  en la producción de alimentos, la situación de los campesinos al inicio de la Revolución Mexicana, las revoluciones agrarias a principio de siglo. .
  El cambio climático agrava la situación del campo como fundamenta Felipe Nuño , el olvido del campo, el menos beneficiado de todos los sectores, es esto una grave deuda social  que hipoteca el gran desarrollo industrial , el ecologismo y ambientalismo desde las organizaciones y movimientos campesinos en el nuevo milenio y siglo, el ecologismo y ambientalismo no es entonces una moda  de romanticismo  y de meditación trascendental para estar en armonía  con el cosmos, sino implica el cultivo duro y fatigoso de lo que entendemos como primaveras filosóficas y teológicas para atender los problemas fundamentales y críticos de nuestro mundo, de vivir la suerte de los campesinos miserables latinoamericanos, desde ahí tendremos una nueva visión en el centenario de la Revolución Mexicana, la cuestión social, la Doctrina Social  de la Iglesia.
  El cultivo de estas primaveras desarrollan las primaveras teológicas, las tendencias de la Teología de la Liberación  que termina en cuestiones ambientales como lo vemos con Boff, las siembras de las primaveras teológicas es una cuestión de lo natural, de la creación, este ecologismo o ambientalismo  sería uno de los ejes rectores de la teología latinoamericana, el naturalismo filosófico mexicano ligado al pasado  que lleva precisamente a lo natural y primitivo y a su vez los ecosistemas como ejes  rectores de las ciudades del futuro , el rompimiento del centralismo urbano  y antropológico, la primavera Teológica cuestiona fundamentalmente el modelo urbano industrial , la antropología urbana , en ese sentido la Primavera Teológica es la siembra y el cultivo de la Buena semilla, la bella imagen evangélica del Sembrado .
  A lo natural sumamos lo histórico que se opone al futurismo acelerado desechable, a la memoria , a la identidad histórica del ser, la riqueza histórica milenaria de México que necesita una nueva interpretación, , otro aspecto es la cuestión social  que se antepone al individualismo agresivo  de la cultura norteamericana, en este desarrollo de la filosofía orgánica mexicana podemos representarla como un árbol, el tronco es la filosofía mexicana, las raíces son el ambientalismo, lo natural y lo histórico , las ramas es la cuestión social como aplicación de la Doctrina Social de la iglesia,  otra de sus ramas son el antropológico que se antepone al objeto e instrumento, el hombre que vale por sí mismo, el hombre como un número y una mercancía, otra rama es lo estético, las  artes como instrumentos que se oponen al objeto  industrial que se reproduce por millones, el arte y cultura mexicana, y la rama central es lo teológico , el nivel teológico , la visión del hombre celeste, desde este árbol simbólico se ilustra la primavera teológica de América , el hombre en medio de un paraíso y en medio del mismo el misterioso árbol del bien y del mal, el principio de la historia del hombre  y del conocimiento de sí mismo, el cultivo de este árbol filosófico mexicano que como canta el salmo a su tiempo dará sus frutos, los frutos teologales como lo expresa Felipe Nuño: La vida, la verdad, la paz, la justicia, la libertad, etc. y todos aquellos valores que reconstruyen al hombre original  gracias al árbol  misterioso de la Cruz, parto admirable del nuevo hombre, un árbol hace caer al hombre y un árbol le devuelve su dignidad y grandeza.
                                             Juan Ángel Peña Enríquez


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