FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA LATINOAMERICANA Y EL REALITY
SHOW DE LOS ESTADOS UNIDOS
En el pequeño ensayo anterior veíamos que el
marxismo como sistema filosófico no crea
en la Unión Soviética una corriente
estética que ilustre los ideales de la Revolución Rusa, curiosamente se plantea
en México con Trotsky con su tratado sobre Arte y Revolución, el marxismo que
pinta la Revolución Mexicana, la comprensión de este suceso histórico como
contemplación pictórica monumental, desde aquí hemos de ver el capítulo sobre
la estética marxista y la propia historia pues ningún otro sistema filosófico como el
marxismo ha tenido tanta presencia e influencia
en Latinoamérica, el socialismo y comunismo como oposición radical al
capitalismo norteamericano, esta dialéctica que ha creado ese conflicto entre Estados Unidos y
Latinoamérica y que hoy despierta nuevamente con Donald Trump bajo otras razones
y justificaciones fundamentalmente racista colmadas de intolerancia e ignorancia que avergüenzas el mundo , pues
Trump, no es un ideólogo sino un comediante de reality show y de escribir
libros best seller para hacerse millonario, el fantasma del comunismo se ha
diluido en el realismo mágico, Latinoamérica avanza hacia nuevos horizontes
mientras Estados Unidos con Donald Trump emigra hacia el siglo XVIII, la lucha
de blancos , indios y negros en los Estados Unidos.
Vemos en esta dialéctica histórica primero
una Latinoamérica en cierto modo capacitada por un sistema filosófico como fue
el marxismo que derivan en los socialismos y comunismos, los movimientos
sociales y políticos y por otra tenemos
a la cabeza del capitalismo con Estados Unidos sin un sistema ideológico sino utilitario y pragmático, el objeto
comercial e industrial, la sociedad de consumo, la industria y la tecnología, con ello rechaza la
reflexión filosófica y teológica, en cambio para Latinoamérica es un don y una
responsabilidad con la llegada del Papa Francisco construir esos nuevos sistemas
filosóficos y teológicos que expliquen la propia realidad e historia de América,
del nuevo mundo, del nuevo hombre.
Para la interpretación de la Revolución
Mexicana no hemos de utilizar la metodología del materialismo histórico,
estamos celebrando el centenario de la Revolución Mexicana, ya no como una
cuestión del arte pictórico, de los sentidos sino como reflexión filosófica y
teológica, como teoría estética
mexicana, no es entonces el México de los sentido, del color y la fuerza
de la cultura mexicana, sino la abstracción y conciencia de sí mismo, la antropología
estética mexicana.
México no pude competir con el desarrollo industrial
y tecnológico de nuestros vecinos de Estados Unidos que nos miran con desprecio
y son esas las razones del Muro de la Ignorancia de Trump, sin embargo en el
campo ideológico y teológico podemos hacer grandísimas aportaciones y es ese un
punto fundamental y estratégico, la cuestión social, la humanización de la ciencia
y la tecnología, la ética, la estética, la antropología y todas aquellas amas
del conocimiento que hacen valer al
hombre en sí y por sí , Estados Unidos tiene un gran avance en lo industrial y
tecnológico pero un grandísimo atraso en
las cuestiones sociales y humanas y esa es su grandísima debilidad, de hecho
hoy vemos este triste espectáculo que
ofrece Trump para el mundo debilitando el prestigio, respeto y seriedad que ha
tenido Estados Unidos, con Trump, es
solo una caricatura de gran peligrosidad al poner en manos de un comediante el poder militar de los
Estados Unidos, esa es la gran preocupación no solo de México, ni de Latinoamérica sino del
mundo.
Hemos de sembrar y cultivar esas primaveras filosóficas
y teológicas de América, el rompimiento entre campo y ciudad, entre lo urbano y
lo natural, entre ciudad y mundo, entre la industria y la agricultura, entre el
pasado y el futuro, entre desarrollo y culturas tradicionales, entre fe y realidad
social, entre Iglesia y responsabilidad histórica política.
Su servidor trataba con Leonado Boff sobre
la Primavera Teológica Latinoamericana, nuevas órdenes y misiones, los nuevos
misticismos y monasterios en el corazón de las grandes ciudades explicándole que
era inadmisible e injustificable que después de 500 años de Evangelización y
ser en su mayoría católicos sufríamos la pobreza y la miseria, la contradicción
de la fe, pero particularmente lamentaba la falta de filósofos y teólogos después de cinco siglo de evangelización latinoamericana,
la nueva Evangelización emprendida con el Concilio Vaticano II y la llegada
providencial del Papa Francisco abren un nuevo horizonte luminoso, un
renacimiento que encierra nuestra responsabilidad ineludible.
La filosofía Americana ha de ver los
problemas fundamentales del hombre, las interrogantes y desafíos y debe de
responder a ellos, hablamos como hemos dicho de nuevos misticismos y monasterios,
la contemplación y el silencio en el arte, el cultivo de toda primavera no
plantea el ecologismo como un panteísmo
o armonizaciones cósmicas tipo new age, sino vemos el arte
revolucionaria mexicana a en su reflexión centenaria, la historia recapitulada
filosófica y teológicamente , es cierto, el redescubrimiento de la belleza del
mundo y de la creación, la primavera estética
vista desde la revolución mexicana para superar el tratado de arte y revolución
de Trotsky.
El cambio climático como gran preocupación
ambiental que cuestiona el irresponsable
desarrollo industrial y su fatal sociedad de consumo, pero hemos de ver en este
caso antes que nada que el cambio climático afecta especialmente a los
campesinos y las comunidades rurales, el
ecologismo como cuestión social y económica
en la producción de alimentos, la situación de los campesinos al inicio
de la Revolución Mexicana, las revoluciones agrarias a principio de siglo. .
El cambio climático agrava la situación del
campo como fundamenta Felipe Nuño , el olvido del campo, el menos beneficiado
de todos los sectores, es esto una grave deuda social que hipoteca el gran desarrollo industrial ,
el ecologismo y ambientalismo desde las organizaciones y movimientos campesinos
en el nuevo milenio y siglo, el ecologismo y ambientalismo no es entonces una
moda de romanticismo y de meditación trascendental para estar en
armonía con el cosmos, sino implica el
cultivo duro y fatigoso de lo que entendemos como primaveras filosóficas y
teológicas para atender los problemas fundamentales y críticos de nuestro mundo,
de vivir la suerte de los campesinos miserables latinoamericanos, desde ahí
tendremos una nueva visión en el centenario de la Revolución Mexicana, la cuestión
social, la Doctrina Social de la
Iglesia.
El cultivo de estas primaveras desarrollan
las primaveras teológicas, las tendencias de la Teología de la Liberación que termina en cuestiones ambientales como lo
vemos con Boff, las siembras de las primaveras teológicas es una cuestión de lo
natural, de la creación, este ecologismo o ambientalismo sería uno de los ejes rectores de la teología
latinoamericana, el naturalismo filosófico mexicano ligado al pasado que lleva precisamente a lo natural y primitivo
y a su vez los ecosistemas como ejes
rectores de las ciudades del futuro , el rompimiento del centralismo
urbano y antropológico, la primavera
Teológica cuestiona fundamentalmente el modelo urbano industrial , la
antropología urbana , en ese sentido la Primavera Teológica es la siembra y el
cultivo de la Buena semilla, la bella imagen evangélica del Sembrado .
A lo natural sumamos lo histórico que se
opone al futurismo acelerado desechable, a la memoria , a la identidad
histórica del ser, la riqueza histórica milenaria de México que necesita una
nueva interpretación, , otro aspecto es la cuestión social que se antepone al individualismo
agresivo de la cultura norteamericana,
en este desarrollo de la filosofía orgánica mexicana podemos representarla como
un árbol, el tronco es la filosofía mexicana, las raíces son el ambientalismo,
lo natural y lo histórico , las ramas es la cuestión social como aplicación de
la Doctrina Social de la iglesia, otra
de sus ramas son el antropológico que se antepone al objeto e instrumento, el
hombre que vale por sí mismo, el hombre como un número y una mercancía, otra
rama es lo estético, las artes como
instrumentos que se oponen al objeto
industrial que se reproduce por millones, el arte y cultura mexicana, y
la rama central es lo teológico , el nivel teológico , la visión del hombre
celeste, desde este árbol simbólico se ilustra la primavera teológica de
América , el hombre en medio de un paraíso y en medio del mismo el misterioso
árbol del bien y del mal, el principio de la historia del hombre y del conocimiento de sí mismo, el cultivo de
este árbol filosófico mexicano que como canta el salmo a su tiempo dará sus
frutos, los frutos teologales como lo expresa Felipe Nuño: La vida, la verdad,
la paz, la justicia, la libertad, etc. y todos aquellos valores que
reconstruyen al hombre original gracias
al árbol misterioso de la Cruz, parto
admirable del nuevo hombre, un árbol hace caer al hombre y un árbol le devuelve
su dignidad y grandeza.
Juan Ángel Peña Enríquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario