FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
DE LA COCINA MEXICANA
ANTE LA REVOLUCIÓN Y LIBERACIÓN FEMENINA
Con afecto a mi apreciada hermana
Nieves
y su ensayo sobre la Cocina Mexicana.
Muchas gracias a Alejandra.
Gracias al Instituto de la
Artesanía Jalisciense por las facilidades para tomar las fotografías
Hemos juntado tres ensayitos que están al
principio de este documento o blog.
las fotografías de Alejandra son los primeros ensayos, en dos o tres semanas si Dios nos permite tendríamos las definitivas, gracias por su paciencia y atención.
En el último garabato de su
servidor tratamos de ilustrar la Antropología Estética Mexicana y tomamos como
base la pintura de Orozco en la Cúpula del Instituto Cultural Cabañas: El
Hombre de Fuego, utilizamos para delinear a una mujer a partir de las forma de la Cerámica Tonalá
como son: Jarros, ollas, cantaros, tinajas, etc. , en su mano derecha tenía un
platón con semillas y frutas, en otros dibujos hemos hecho lo mismo a partir de
los instrumentos musicales del Mariachi o bien desde las forma del Floreo de la Reata, estas expresiones
culturales son ahora patrimonio cultural de la humanidad: El Instituto Cultural Cabañas con el Hombre
de Fuego, el Mariachi , la Cocina
Mexicana y el Paisaje Agavero , y a partir de ello hemos de desarrollar la
Teoría Estética Mexicana para que sea más comprensible para el mundo, son
patrimonio universal del hombre.
Hacemos ahora una sencilla
reflexión sobre la Cocina Mexicana a partir de algunos elementos de ensayo de
Nieves Peña sobre la Cocina mexicana que es una rica herencia prehispánica.
En el garabato que anexamos
arriba retomamos las forma de la Cerámica Tonalá y el Hombre de Fuego de
Orozco, el hombre de barro en el horno
ardiendo, representa a una mujer frente al fuego de la cocina , las formas de
las llamas de fuego dar forma a la mujer, en la parte superior están las ollas,
cantaros, jarros, etc. Y las semillas y los frutos de la tierra, es una mujer
cocinando. Hay un elemento fundamental en la cocina: El fuego, si hablamos
antes del Hombre de Fuego podemos hablar
ahora con mayor razón de la Mujer de Fuego en el Hogar , en la cocina, ese
Hogar es el Santuario mismo de la Vida y los alimentos son bendecidos y
sagrados , hemos dicho que la mujer
tiene en sí tres formas de alimentar que son: Mediante el cordón umbilical que
es el origen profundo de la Charrería, mediante los pechos o lactancia y
mediante la cocina, la mujer por eso tiene formas como cantaros y ollas, los
pechos que contienen la leche, el vientre materno son las formas mismas de la cerámica de la cocina
muy apreciadas en las culturas prehispánicas.
El fuego en el Hogar se vuelve
sagrado, los leños de distintas maderas al quemarse desprenden exquisitos
aromas y perfumes cual si fueran inciensos que purifica los altares y templos,
la lumbre en la cocina desprende calor y luz que iluminan de vivos colores el
cuerpo y el rostro de la mujer mexicana que da forma a la masa y hace las
tortillas como base de la cocina
mexicana, ( barro y masa donde se moldea el arte de la cocina mexicana) desde
esta luz podemos ver algunos aspectos de la belleza de la mujer mexicana, la
comunión y la fraternidad en el encuentro en la mesa, rituales y costumbres de
la cultura mexicana, donde el mismo hombre nace del maíz.
Para poder entender a profundidad lo anterior hemos de acercarnos a la luz y
fuego de la Teología del Hombre Celeste
donde el Señor preparando un Banquete o
Cena Pascual como la fuente misma de la Redención o Liberación del Hombre, el
camino de la Liberación tomando humildes signos domésticos como es la mesa, el
pan y el vino y hacer de esto la plenitud misma y perfección de la Teología, el
propio pensamiento queda liberado de las sombras y del mal, la Liberación a
partir de la cocina cuando la mujer moderna ve precisamente a la cocina como el
principio de su esclavitud.
Este Banquete o Cena del Señor
es una plenitud del Cordero Pascual cuando fueron liberados de la esclavitud de
Egipto y más aún tiene significados antiquísimos que encierran el mismo
principio y creación del hombre en el Génesis donde el hombre come del fruto
prohibido y encuentra en ello la muerte, en la Eucaristía el hombre come y
encuentra la Vida y la Luz, de modo pues que no despreciemos los humildes
quehaceres del hogar ante un falso modernismo y modernidad y falsas
liberaciones porque la Cocina es la fuente y cumbre de la Teología, la
auténtica filosofía y teología a de iluminar los aspectos sencillos y
ordinarios del hombre y no crear élites ideológicas y culturales.
El quehacer de la cocina, el
Arte de la Cocina es para la mujer moderna mexicana uno de los aspectos que
atentan contra su libertad y su dignidad, por ello es que la Revolución y
Liberación Femenina tiene como
fundamental liberarla de la esclavitud del hogar, del calabozo oscuro de la
Cocina, esta Revolución y Liberación Femenina la encabezan, abanderan y
financian en gran parte las poderosas empresas trasnacionales de la belleza y
los cosméticos y de las empresas trasnacionales de la Comida Rápida que se han multiplicado por cientos de miles en
México y esto ha hecho que los mexicanos sean los seres más gordos del planeta
tierra a tal grado que el pintor que pinta puros gordos si mal no recuerdo
llamado Botero ve en nuestro país el paraíso mismo de su pintura, la figura del
mexicano se ha deformado y transformado en consecuencia el principio de la
belleza, la Estética de la sociedad de consumo
y en las misma proporciones se multiplican las enfermedades.
No solo vemos millones de
comercios de comida rápida sino la multiplicación extraordinaria de las
empresas trasnacionales de alimentos industrializados, en lugar de fuego en los
hogares se tienen cada vez más
refrigeradores más grandes atestados de comida enlatada, de botellas y
bolsas, la frialdad de la sociedad de consumo y el empobrecimiento de la
economía familiar y de los precios bajos de los productos de los campesinos
mexicanos que llevará a una crisis alimentaria y la crisis misma de la economía
, una de las tesis Doctorales del
Ilustre Ideólogo de Huentitán.
Esta fascinación del hombre por
el fuego al verse privado de la cocina
tradicional, del fuego y el calor de la cocina lo encuentra en el consumo del
tabaco, al encender el cigarro con el cerillo se ilumina su rostro, la brasa
del tabaco y las formas del humo, cientos de millones de personas en el mundo
fumando y gran parte de ellos enferman y
mueren, el tabaco lleva luego a otras drogas que también se fuman, el humo y el
fuego en su rostro, una mala interpretación del fuego de la cocina y el hombre
de fuego, del arte y la belleza, de la luz y de la vida.
Hogar quiere decir hoguera,
fuego, luz y calor, las llamas y el fuego envuelven al hombre y a la mujer y
sus cuerpos se funden en la intimidad del hogar, es la fuerza y colorido del
erotismo y del arte popular mexicana pintada de colores chillones y sabores
picantes, a ello se suma el chile y el tequila que raspan los sentidos. En la
cocina se conjugan todos los sentidos: la vista de las semillas de los frutos
coloridos y del fuego, el olor
desprendido de los alimentos, el gusto para saborearlos, el oído al cocerse,
sentir el calor del fuego y lo caliente de los alimentos, etc. Se exaltan los
sentidos en la cocina pero no por ello
el mexicano ha de estar limitado para la reflexión filosófica, es por ello la
intención de ideologizar las artes populares que ahora son patrimonio de la
humanidad.
De este fuego de la cocina se
ilumina y da color a la estética femenina, las llamas vivas dan movimiento a
sus formas y se comprende entonces el Hombre de Fuego de Orozco. La Teoría
Estética Mexicana que no nace como una élite ideológica sino como una expresión
misma de las artes populares que brotan del arte milenaria prehispánica, los
tesoros de nuestra historia hoy celebrando precisamente el Bicentenario de la
Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, los caminos históricos de
nuestra auténtica y original Liberación, la misión social y popular de las
Universidades Pos Modernas Mexicanas.
LA COCINA MEXICANA
PATRIMONIO CULTURAL DE
LA HUMANIDAD
Dentro del
acelerado proceso industrial hay un rompimiento con lo natural, entre el campo
y la ciudad, entre la planta vegetal y la planta industrial.
Hemos
visto brevemente la literatura de Rulfo, Arreola, Yáñez, la literatura mexicana
ligada a lo rural o a la sencillez del campesino como refugio de los indígenas,
en esa arte no se afronta la vida urbana y de las grandes ciudades, un aspecto
parecido a la época de oro del cine mexicano, la vanguardia cultural se
vería entonces como un futurismo que rompe y desconoce el pasado lo cual es una
gravísima equivocación.
Esta
relación del hombre con lo natural jamás lo podrá romper o separar, es la
unidad inseparable entre el hombre y la naturaleza, lo anterior se ve
plenamente en su alimentación, el hombre come de las semillas y frutos de la
tierra, en esto también vemos la relación entre el comer y la palabra, la palabra
que alimenta.
Los
anteriores aspectos tienen profundos alcances teológicos: El hombre está en
medio de un paraíso, el Edén, es un ecosistema perfecto, la mujer seducida come
del fruto apetitoso del árbol del bien y del mal, de la sabiduría y de la vida,
se le abren los ojos y se dan cuenta que están desnudos y da principio la
muerte. Vemos el comer en el Cordero Pascual que anunciaba su liberación de la
esclavitud de Egipto y el Señor en la Eucaristía, en el Árbol de la Cruz, el
hombre come y encuentra la vida o la muerte, la separación entre el bien y el
mal, la izquierda y la derecha, es una nueva creación, un nuevo orden, el Nuevo
Adán como nos enseña San Pablo que dormido en la Cruz de la herida
de su costado nace la mujer o la Iglesia.
Como
ya hemos dicho la Eucaristía es una Fiesta, Madre de todas las fiestas, es un
banquete donde el hombre come, es la celebración sacramental de su pasión
y su muerte y una muerte de Cruz, el grano de trigo ha muerto para dar fruto,
la muerte del Pastor vuelto cordero que da fruto en abundancia, la fuente misma
de la vida.
La
humildad de la cocina mexicana con la luz de su fogón refleja e ilumina esos
antiquísimos misterios, es ahora patrimonio cultural de la humanidad y toca a
nosotros invitar al mundo a sentarse a esta mesa y disfruten de nuestra
humildad y sencillez, esa cocina sintetiza la naturaleza y el campo, una
síntesis histórica doméstica y en ello encuentra parte de la identidad profunda
de la mujer desgraciadamente rechazada y despreciada por los ideales de la
revolución y liberación femenina que ven en la cocina como dice Nieves Peña una
cárcel que las oprime y las esclaviza.
El pintor
Diego Rivera, en lo personal no llena el ancho y lo profundo del corazón
mexicano , si bien desarrolló el muralismo histórico sin embargo
sentimos que le faltó el paso a la abstracción pictórica, Frida su esposa
también pintora representa en cierta forma a la mujer mexicana, el Adán y
Eva del arte pictórica mexicana que pintan incansablemente el paraíso de
la cultura de nuestro pueblo, crear y recrear a un pueblo destruido intencional
y sistemáticamente, reconstruir una arte gravemente amenazada, decíamos que
utilizamos mucho el concepto de “reconstruir” porque en Pedro Páramo y
Arreola es un desmoronamiento y destrucción trágico que se suma al propio
proceso destructivo de la conquista, en este sentido el Arte Mexicano Pos
Moderno se miran como nuevos retoños, como nuevos brotes primaverales de un
gran árbol cuyas raíces se hunden en la cultura milenaria
prehispánica, un árbol que da frutos , pues en un afán de novedad y
modernismo podríamos desconocer esa herencia y tesoros que desfigurarían
la identidad de nuestra arte y cultura , el propio árbol dentro del
Evangelio representa la vida y la muerte, la semilla que se sepulta en la
tierra y muere y luego renace a la vida , el misterio del hombre ante un
árbol resuelto plenamente ante el Árbol de la Cruz.
Decíamos
en páginas anteriores que el hombre encierra en sus órganos sexuales el
mismo génesis, puede el hombre crear al hombre, y en el alimento da otra vez
vida o mantiene esa vida, por eso en el sencillo video que anexamos y que son
unas pinturas de Frida hay una relación entre las flores, los frutos y la
sexualidad, entre los frutos de la tierra y la desnudez sexual del hombre, la
cocina encierra ese misterio del Génesis: La mujer da de
comer al hombre, el hombre come de la mano de la mujer, bueno, eso era
antes que la mujer revolucionaria se liberara de la esclavitud doméstica y la
cocina se transformara
en una fría
distribuidora de productos industriales enlatados.
La
cocina es un encuentro con la vida, es un banquete de encuentro y fraternidad
sombra de la Eucaristía, es una Fiesta, es el regreso al Paraíso, la
reconciliación y la unidad, aunque esto tiene otro sentido , el comer, la
lengua, el alimento, la palabra, nos estamos refiriendo a la Palabra, el Arte
de la Palabra, la lengua come el mundo exterior y la lengua lo hace palabra
abstracta saliendo del interior del hombre hacia el exterior, la Palabra es un
árbol que da frutos, hay árboles buenos y árboles malos, árboles que dan frutos
y otros solo espinos y amargura y por esos frutos se conoce al hombre como dice
el Señor.
Entonces
la Palabra como espíritu, como semilla se siembra en la tierra, en el hombre
terreno, para brotar como hombre espiritual, la frialdad de la palabra actual
es que ha perdido su unidad con la naturaleza volviéndose enteramente urbano
industrial, un acelerado futurismo que desconoce el pasado y la historia, las
raíces, el envejecimiento, las modas literarias de la sociedad de consumo
instantáneas y desechables terminan irremediablemente en los basureros
históricos.
Con los
aspectos anteriores de la teología popular mexicana podremos sembrar y entender
las primaveras del mundo profundamente Indignados contra todo aquello que
atenta contra la dignidad y el derecho del hombre, la cultura mexicana mediante
la refundación de los modelos universitarios ha de hacer su contribución y
solidaridad con ellos.
Juan Ángel Peña Enríquez
EL TEQUILA Y LA COCINA
TRADICIONAL MEXICANA:
PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD
Atraídos por el resplandor de las grandes
ciudades los pueblos rurales de México
han quedado habitados por fantasmas, solo quedan viejos que se consumen entre
suspiros, las mujeres con rebozo gris y negro rezan continuamente el novenario
por tantos muertos y desaparecidos, son como monasterios donde reina la quietud
y el silencio, ahí no existe el tiempo ni la prisa, todo es una espera donde se
oye el aletear de las moscas, divisar de lo alto a los que se van y no regresan
borrados por el polvo y los caminos como serpientes que los devoran, los pocos
que quedan no conocen el color ni las modas, todos visten igual, no se
distingue el rico del pobre, mejor dicho todos son pobres, no tienen cuerpo ni
miembros, ni rostro y se diluyen en la
resequedad del suelo, partidos por el frío, el abandono y la soledad.
El humo de las chimeneas de la cocina es la
escritura entre borrones da a entender que alguien vive tras las paredes de
adobe y hay alguien que aún no se ha marchado y espera, es la mujer mexicana
frente al fuego de la cocina que pinta su rostro y su cuerpo de vivos
colores reflejando su sombre en techo y
paredes como una danza, son los recuerdos y los bosquejos de la cocina
tradicional mexicana que es ahora patrimonio cultural de la humanidad, es el génesis particular del
hombre mexicano amasado y moldeado de barro y de maíz.
El Hombre de Fuego está rodeado de varias
siluetas de hombres como trazos de carbón, como si fueran las cenizas y
carbones del hombre cósmico que asciende con la fuerza del fuego, entre lenguas
de fuego y de humo, las siluetas de hombres carbón giran tomados de la mano en
un danza prehispánica que da movimiento a la tierra y el cielo como un torno que da forma a los hombres, la
fuente de la antropología mexicana, el génesis estético. Uno de esos hombres de trazos de carbón y
ceniza es el pintor Dr. Atl atraído por el fuego de los volcanes, los volcanes
son los padres de los paisajes, estruendo y temblor, orgasmos geológicos
concibiendo y pariendo estas tierras, los volcanes son también artesanos viejos
llenos de arrugas, de recuerdos y secretos, el escultor que funde el hierro y
el bronce para dar forma a sus sueños y delirios reproduce el paisaje de los
volcanes que se derriten y corren y cambian y toman mil formas, el hierro se
deshace como fantasma y se escapa entre
las rendijas sintiéndose libre , quizá
por ello los escultores le encuentren algo de alquimista y de magia.
Aún hoy vemos el Volcán de Colima, uno de
ellos activo y el otro dormido o muerto cubierto de nieve, como si estos dos
volcanes formaran el corazón de los hombres de estas tierras, por el rumbo de
aquellas tierras es Orozco, Rulfo, Arreola, los sones y el mariachi, lava
hirviente que corre por los ríos y arroyos del cuerpo, el hombre derritiéndose
y fundiéndose dando origen al hombre y al mismo tiempo el hombre dormido,
muerto y sepultado con cobijas rodeado de oscuridad y frío.
Cercas de Comala y Sayula está Cocula y
Tecalitlán, de ahí es donde revientan los sones, ahí floreció el Mariachi como una rebelión contra el silencio, contra
la muerte, contra el frío y la oscuridad , la vida es voz y es canto, es grito y
es fuego, el aliento del hombre ya no es un susurro, murmullo, eco, ronquido,
balbuceo o tartamudeo como agonía de muerto sino que es un grito que como el
gallo que despierta y apresura el amanecer con su serenata y la luna corre
asustada brincando tapias y azoteas sorprendida
en amoríos secretos, es el charro, el mariachi con su caballo y su
inseparable tequila.
El Volcán de Tequila son parientes y de la
misma familia de los volcanes que hemos citado , este volcán contempla de lejos
a Guadalajara con el sol a sus espaldas
que le gusta pintar de rojo las nubes,
el sol duerme y habita en el volcán de tequila , fuego y lava quizá recuerdos
de amigos hechos de lumbre , el Volcán de Tequila es ya viejo , su rostro está
cubierto de arrugas , está silencioso y
pensativo fumando un cigarro de hoja viendo el humo y de vez en cuando tosiendo
y asustando a los hombres que se estremecen , se recuesta, extiende sus pies y
sus brazos que son sus laderas y valles , dormita y sueña, en los huecos de su piel salen vapores soñolientos que forman las plantas del
tequila y pintan los paisajes
extraordinarios de color azul como si se chorreara y destilara
del cielo, el tequila es el fuego de los volcanes que enreda en su sueño a los hombres, es el fuego que
derrite el corazón frío de los hombres y
desata su lengua, moldea el carácter
bullicioso y chispeante del mexicano, el
tequila es comer lumbre de los volcanes, esto tiene otro significado filosófico
y teológico.
El hombre de barro es un hombre terreno, el
vino, en este caso el tequila hace que el hombre muera y se revista de un
hombre nuevo según la teología de los primeros padres apostólicos, se olvida
entonces el hombre viejo y da lugar al nacimiento de un hombre espiritual vivo
y alegre , es decir el tequila debería de ser una bebida espiritual, seguimos
tratando al hombre de barro y el hombre de fuego o lumbre, a la luz y a la
oscuridad, al frio y el calor , vivos y muertos.
Esto tiene enormes profundidades
teológicas que comparados con la frivolidad metodológica del psicoanálisis
son solo garabatos infantiles del viejo mundo europeo.
Diremos brevemente que las aguas del bautismo simboliza o
prefiguran la muerte, el hombre es
sepultado por las agua, el agua da al mismo tiempo vida y muerte como es el
caso del diluvio, el agua mata a los hombres y Noé y las especies de animales
flotan sobre un leño o barca, nuestro
padre Noé planta un viñedo, produce el vino y se embriaga y queda desnudo, su hijo Canaán se ríe de él y Noé lo maldice
y en cambio bendice a Sem que cubre la
desnudez de su padre, el Señor que es la Vid Verdadera transforma el agua en
vino en las Bodas de Cana y luego en la
Eucaristía transforma el vino en su sangre, en la nueva alianza, el vino
simboliza sacramentalmente el
derramamiento de sangre en su pasión, está desnudo y recibe burlas como Noé en
quien principia una nueva humanidad, en
la Cruz el Señor bendice al de la derecha y maldice al de la izquierda, la cruz
salva y condena, es debilidad y poder, es burla y es gloria, al mismo tiempo da
vida y muerte, es su muerte, la muerte
del cordero que establece una nueva alianza nueva y eterna, eso de la eternidad
está encerrada en el propio misterio del vino, pues en efecto al triturar las
uvas al tercer día se transforman en vino, el vino al paso del tiempo no se corrompe
sino que se hace cada vez más exquisito mientras que otros compuestos orgánicos
terminan por corromperse, el vino se añeja como la misma eternidad, el vino que
es una muerte o bautismo sepulta al hombre carnal o terreno y resurge el hombre
nuevo o espiritual, es una embriaguez
espiritual , y desde esta luz teológica podemos entender entonces el
tequila en México, cuyos paisajes
agaveros son ahora patrimonio cultural de la humanidad, aunque hemos de decir que el tequila está en manos
de empresas trasnacionales.
En lo anterior hemos visto la muerte del mal
y del pecado, para que el pecado deje de existir ha de morir y ningún
psicoanalista tiene poder ni para perdonar el mal o pecado ni mucho menos poder
para dar muerte al pecado, si alguien
comete una falta tiene culpa y remordimiento, esa falta que cometió contra una
persona no puede ser perdonada por el psicoanalista más bien podrá perdonarlo
aquel a quien ofendió y entonces sanará su inconsciente, la muerte del mal o
del hombre viejo para dar lugar al nuevo yo según nos refiere San Pablo, de tal
forma que el cristiano y el mexicano miran la muerte y el mal que nada tienen
que ver con la frialdad metodológica del psicoanálisis.
Para concluir y ver las artes y mañas de los
pelados y los provocadores de sueños como Inocencio vemos esta arte de pulsear
y dar calor de la psicología popular mexicana, de hipnotizar y llevar al trance como lo hacía Freud, es
sobar y dar calentura como la de los volcanes pero ahora frotando y tallando
manos, miembros y cuerpos , no interpretar el sueño sino provocarlos, en
la gravedad del incesto entre Bartolomé y su hija Susana simulan también una
muerte al descender a un pozo donde se va perdiendo la luz, ella aún niña está sostenida y atada por una cuerda o
reata que la hace sangrar, en el fondo se encuentra una calavera, la muerte del
mal, el Charro no es pues un interpretador de sueños sino un provocador de
sueños y con su reata desciende a los
abismos del corazón del hombre donde habita la oscuridad y la muerte, esta
psicología del nuevo mundo nada tiene que ver con la psicología y filosofía del
viejo mundo, más para Dios dueño del mundo y de los hombres , éste es uno solo.
su servidor haciendo unos garabatos para la cocina de un amigo, son los ensayos, estudios y trazos para una pintura en una cocina mexicana, aunque deben de estilizarse pues es una casa con una arquitectura moderna y contemporánea de mi buen amigo Felipe Nuño, saludos.