domingo, 6 de octubre de 2013

212.-LA FIESTA MEXICANA

 FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
DEL ARTE MEXICANO

  En la Filosofía del Arte Mexicano  estamos realizando un sencillo estudio para una escultura y pintura para la casa  moderna y contemporánea de nuestro buen amigo Felipe Nuño según vemos en el sencillo video que anexamos.

  La escultura parte de expresiones de danza, pintura, arquitectura,  con ello se quiere unir estas artes  en un solo espacio que es en sí una conjunción de los propios sentidos, las distintas percepciones de la realidad: Los ojos, el oído, el tacto, el olfato, el gusto, los distintos lenguajes de las  artes que confirman una sola realidad.

   Decimos que San Juan de Dios como barrio tradicional de Guadalajara  es el Paraíso de los sentidos  e infiernos de las carnes, la creación vuelta arte, aquí vemos que el arte popular mexicano está ligado a procesos históricos y a la propia naturaleza , mientras que el arte moderno urbano industrial rompe con estos referentes y confirma la individualidad, el egoísmo brutal e irracional del sistema neoliberal, por ello se vuelven cada vez más egoístas e individuales, abstractos, tenemos con ello dos mundos interpretativos del arte   diametralmente opuestos.

  Por ello el arte es una creación y una recreación, el arte mexicano es un constructor de la sociedad, del pueblo, es una memoria histórica.  En esto se reafirman dos líneas filosóficas: La antropología histórica y el ecologismo.

  Por un lado estos sencillos bosquejos parten de los paisajes funestos y nocturnos de la novela de Juan Rulfo llamado Pedro Páramo y por otra vemos y ensayamos  los destellos de los colores del Tapatío Jorge González Camarena que supera su pintura a las de Orozco, por desgracia es  un desconocido en   Guadalajara.

    La luna está muy presente en la novela de Pedro Páramo, lo vemos en la Media Luna,  cuando Fulgor  va a pedir la mano de Doloritos misma que le explica  con gran finura  la imposibilidad de la petición debido a su periodo lunar , cuestión que no entiende Fulgor viendo con ello lo opaco de su poca inteligencia, la Luna de Miel de Pedro Páramo y la luna brava de Inocencio, es una visión con la luz de la luna, una luna con luz  blanca y plateada que pinta los montes y las montañas de esa blancura fantasmagórica, los paisajes sombríos de la novela.

 Si hacemos referencia a Juan Rulfo es porque en Jalisco y Guadalajara no existen propiamente filósofos, por lo anterior partimos de las obras literarias para entroncar o injertar la reflexión filosófica en el contexto histórico, el paso de la novela latinoamericana a la construcción de sistemas filosóficos y teológicos.

  Esa luz que brota del costado de Adán mientras que este duerme, es el arte popular de Tonalá que tiene una de las cerámicas más bellas del mundo, paraíso de las artes mexicanas, en esa arte tonalteca el hombre es el sol y la mujer la luna, en el eclipse se da esa unión sexual cósmica  que crea el mundo.

  Tonalá es esa Creación  y Paraíso del Arte Popular, es también el Arca de Noé dentro del arte popular  que rescata las especies de plantas y animales en grave peligro de extinción,  el arte creadora y re constructora de la naturaleza, de las maravillas de Dios en su portentosa creación.

  Dios como Artesano Creador  está por la vida, la vida es luz y color, los pájaros, los paisajes, las flores, los peces, Etcétera  Todo ello es un derroche de vida y de color, esta relación entre la vida y el color la vemos reafirmada en la Alianza  después del Diluvio, un esplendoroso aro iris  es el signo de ese pacto por  la vida, la vida es un arco iris, una estela de color muy bien comprendido por el arte popular mexicano como reflejo  de esa paleta divina.

   La muerte es oscuridad y sombras, paisajes sombríos, silencio, reflejos de luna, fatalismo y tragedia como en la Media Luna, por ello el espíritu creador del hombre  en las artes busca la luz y el color, la forma, la muerte es descomposición, falta de forma y de color.  Y aún como  ya hemos dicho la muerte desde nuestra cultura toma otra dimensión, en la muerte de Susana el pueblo hace una fiesta, ello explica las catrinas y el mictlán.


  La mujer es el génesis, el principio antropológico, de donde nace el hombre, vemos en lo anterior la relación entre  mujer, vida y belleza, estos tres ejes son básicos y fundamentales.
  En el Génesis o Paraíso  están desnudos, con el mal se abren sus ojos y quedan ciegos, el vestido es una ceguera que el arte trata de descubrir porque la pintura es creación de la luz y el color, aquí vemos el sentido estético y ético de la desnudez en la pintura.

   La creación de la mujer mexicana la podemos trazar desde otras perspectivas que es en sí otro génesis particular, lo vemos  en el indio Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, el soyate en el costado de Juan Diego, el soyate con rosas, del seno del hombre brota  o nace la mujer como expresión de colores y pintura, el arte mexicano sacro es una expresión creadora pictórica, en esto se fundamenta la teoría del arte sacro mexicano, siendo las rosas las entendemos como la Primavera Teológica Mexicana, que es en sí una filosofía y teología de la mujer mexicana, el principio mismo de la vida y de la belleza o fundamentación estética.

  Como vemos en las pinturas de Jorge González Camarena  tiene una preocupación especial por la conquista, las armaduras de fierro y los caballos elementos esenciales para la conquista, el mar era un bautismo  que hacía nacer o renacer a nuevos mundos, estos colonizadores creían encontrar el Paraíso perdido, pronto esto fue el infierno  y los caballos anuncios y paisajes apocalípticos terribles, la destrucción del nuevo mundo, la destrucción de la antropología americana, el desmoronamiento de la identidad y el sello de la fatalidad y la tragedia que envuelven a Rulfo y la pintura mexicana. Por ello el arte mexicana busca reconstruir hombres, mundos e identidades , son lumbreras y hombres de fuego que destellan luz en su máxima expresión donde no hay lugar para las sombras , por esto la Nueva Evangelización  con el primer Papa  Americano  proyecta por sí mismo un Renacimiento de luz y color, la renovación de las artes, la capacidad creadora y re constructora ante nuevos milenios y siglos, nuevos mundos y el fin trágico del viejo mundo,  el centralismo teológico europeo encerrados en su pequeños mundos  y castillos rodeados de príncipes y cortesanos y olvidándose de su misión por los más desprotegidos y abandonados , por los grandes problemas y necesidades del mundo, esos que se llaman cristianos  y ven la explotación de los hombres y la destrucción de la creación con una cínica y descarada  indiferencia, con ello damos principio a una Teología Popular Latinoamericana que se contrapone a esa teología de élites, la Doctrina Social de la Iglesia después del Concilio Vaticano II aplicada en las cuestiones y política social de aquellos que más la necesitan, es decir los pobres según el propio ideal de Francisco o el Papa Latinoamericano.

 En este sentido el Arte Popular Mexicano que era tan solo un aspecto folklórico y de atracción y curiosidad turística  debe ser ahora  una de las vanguardias filosóficas,  al igual que la rica literatura latinoamericana, es esta la misión, es esta nuestra responsabilidad  y el negocio de los talentos recibidos. Pasar del arte popular al arte moderno y contemporáneo.

  El fatalismo y tragedia de Rulfo en Pedro Páramo  es que la Palabra es creadora, no es destrucción y muerte, eso  lo vemos en el principio del Evangelio de San Juan, la Palabra es el Principio y eso se vuelve luz, la luz de la vida, en Nicodemo el Señor le revela esa nueva creación y nuevos y asombrosos partos, hace referencia a la luz y a la oscuridad, la vida y la muerte, la nueva creación y los nuevos mundos, hombres terrenos y hombres celestes.

  El Arte Mexicano desbordada en color es una celebración  y confirmación de la vida y nadie lo expresa  con tanta fuerza y originalidad  como Jalisco de tal modo que se vuelven símbolos nacionales  y aún patrimonio cultural de la humanidad como es el Mariachi, anexamos un sencillo video donde vemos  ese color y fuerza retomado luego por el arquitecto Luis Barragán ganador del premio Pritzker.

  La Filosofía Mexicana parte del principio fundamental, del derecho a la vida, el ser, la existencia, el hombre ante los demás hombres, el respeto a la vida, hacer posible la vida, de otro modo somos de alguna forma, en mayor o menor grado instrumentos de la muerte, de la oscuridad, de las sombras, de la noche, de la cultura de la violencia y de la muerte que tanto caracteriza a nuestra época.

  La vida que brota y florece en el seno de la mujer, este es el principio rector estético de la antropología, si la mujer ama y aprecia la vida trasmitirá la vida, esos son los principios de los bosquejos que tratamos de plasmar en una casa, en el hogar mexicano, santuario de la vida,  paraíso y génesis, principio del hombre, de la vida y de la luz.

                                         Juan Ángel Peña Enríquez








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