domingo, 22 de marzo de 2015

354.-MUNDO DULCE, MUNDO FELIZ, MUNDO COCA COLA

MUNDO DULCE
MUNDO FELIZ
MUNDO COCA COLA

   Habíamos presentado una colorida silla mexicana que la interpretamos como el descanso  del hombre, el encuentro cara a cara, el poder encontrarse y dialogar, escuchar como principio de la reflexión filosófica en un mundo de ruido y prisa.
  Para tal edificación filosófica y teológica mexicana  decíamos que hemos de crear los instrumentos y herramientas que hagan posible el trabajo filosófico, un trabajo totalmente desconocido y desvalorado conforme al pragmatismo industrial y tecnológico, tales instrumentos como proyección de la Nueva Evangelización por lo mismo han de ser extremadamente sencillos y ordinarios  para no adulterar la sencillez y la fidelidad evangélica, en base a ello hemos de sembrar y cultivar las Primaveras del mundo del nuevo milenio y siglo.
 Hemos de considerar el trabajo en la sociedad de consumo, es decir la sobre productividad industrial, desde los multicolores monjes de Oblatos han de cultivar flores y frutos, un nuevo estilo de vida ante el mundo de la abundancia y el derroche.

  Tenemos entonces la Primavera Filosófica y Teológica con el Papa Francisco, la Primavera se entiende como la naturaleza, la creación, las semillas y los frutos de la tierra de la que se alimenta el hombre, el agua en su estado natural, el paraíso original en contraparte tenemos la ciudad como paraíso artificial  y su transformación industrial.
  La relación del hombre de las grandes ciudades se encuentra  o se debería de encontrar con esos frutos naturales del que se alimenta , por lo tanto los monjes multicolores de Oblatos (ese colorido de sus hábitos se debe a su siembra de la Primavera, en consecuencia los hábitos no son grises o negros sino que llevan pintados y bordados con vivos y llamativos colores las especies de animales y plantas en grave peligro de extinción) se conocen por sus hábitos alimenticios, por su estilo y forma de comer, si están sentados en una silla mexicana se determina  ahora la mesa, la forma de comer y de beber que tienen luego grandes profundidades teológicas: El Pan y el Vino, la mesa Eucarística que es una presentación sacramental de la Cruz del Señor.
  Pues bien, iluminemos lo anterior con las artes mexicanas, con la cocina mexicana que es patrimonio cultural de la humanidad , tenemos ahora frente a la silla platos, vasos y copas de los tesoros del arte mexicano que hunde sus profundas raíces en el arte prehispánico, la cerámica mexicana teniendo en Tonalá junto a Guadalajara una de las más bellas del mundo, el hombre de barro, la tierra que busca el cielo, la serpiente y el águila como principio histórico y urbano de la fundación y edificación de México, la fuente de su filosofía, la lucha entre la serpiente y el águila que marca las épocas  históricas, la lucha del cuerpo y el espíritu, el espíritu con alas que se eleva y la serpiente que arrastra al suelo y barro, esa lucha permanente y cotidiana entre lo carnal y celeste, la serpiente levantada en el desierto y explicada a Nicodemo, la Cruz donde revolotean las águilas , aquí tenemos los instrumentos y herramientas para la transformación de la historia y el pensamiento mexicano que encuentra en la Cruz del Señor su profundidad, plenitud y perfección, pero esa Cruz se anticipa como una sencilla mesa donde el hombre come y bebe.
  Entonces los instrumentos y herramientas para la transformación histórica se derivan de la Cruz y la sencillez del Evangelio, esta filosofía y teología no nace de reflexión del pensamiento y el conocimiento que es una característica de la vieja teología europea sino de aspectos sencillos y populares, la Teología y Filosofía Popular en la que son rico los pueblos latinoamericanos más si consideramos la inculturación del Evangelio, la religiosidad popular: la Teología Evangélica, de hecho esa renovación de la Iglesia iniciada en el Concilio Vaticano II donde se emprende una Nueva Evangelización nos invita a esa fidelidad evangélica  y no a la creación de una filosofía y teología como expresión pura del pensamiento del hombre que termina por ser muerte y frialdad, por ello esa Primavera Teológica es en su el florecimiento  y fructificación evangélica, el cultivo del pan y el vino, la mesa eucarística, esta es una cuestión central, piedra fundamental para la edificación filosófica y teológica con el Papa Francisco, la Primavera o florecillas de San Francisco de Asís.
  La Primavera es llevar entonces esa renovación del corazón y alma del hombre, el esplendor de la vida ante una cultura de la violencia y de la muerte.
  Esa mesa eucarística es entonces un encuentro cara a cara del hombre, no un encuentro ilusorio de Facebook, el fruto se ha transformado en palabra, es decir el alimento es Palabra, pan del que vive el hombre, comunicación, toca entonces en esta nueva misión evangelizadora comunicar,  dar la Buena Nueva, la Buena Noticia, son entonces los nuevos evangelizadores expertos comunicadores que iluminan la era digital y efectivamente a aquellos que primero se evangelizan es a los cientos de miles de matemáticos, lógicos, lingüistas, interpretadores, descifradores, decodificadores, Etc. de la National Security Agency (NSA) donde están los servidores centrales y a donde llega toda información y comunicación del mundo , se analiza interpreta y se le da un cuidadoso seguimiento cuando sea del interés  para el Estado , los grandes laboratorios experimentales donde se ensayan y experimentan los planes y objetivos a corto, mediano y largo plazo de la era digital y donde se definen grandes rasgos de las nuevas sociedades, tales cuestiones son fundamentales, prioritarias y estratégicas para la Iglesia y precisamente la filosofía de la Información y Comunicación son uno de los ejes centrales, toca entonces a los fieles laicos conforme a su vocación y misión en el ordenamientos de la realidades temporales ordenar la era digital a partir de esos ordenadores y procesadores por lo tanto es necesario que esa lógica y matemática se simplifique  a esa tarea evangelizadora, a esa comunión y participación en el encuentro eucarístico.
  Hemos de tener muy en claro que la efectividad o fructificación de esa comunicación o nueva evangelización no dependen de la era digital, pues el cristianismo no esa sujeto o dependiente a esos instrumentos, la fructificación depende en su unión a la Vid, a la fuente de la Vida, pues ciertamente el cristianismo que se ha extendido por todo el mundo, pueblos y culturas no se debe a las computadoras u ordenadores, se clarifica entonces la relación entre el fiel cristiano y los poderes del mundo, los imperios como fue el caso del imperio romano que busca el exterminio de los mismos, así, ante los nuevos imperios nuestra vida no puede depender jamás de relaciones digitales o virtuales que en último caso estarían determinados por la NSA, por tal razón poco o nada nos ha de preocupara que en Facebook no tenga “me gusta”, porque bien sabemos ahora desde donde se tejen las “primaveras” en las redes sociales que son experimentos y ensayos del nuevo orden mundial y social determinados en los grandes laboratorios de la NSA, la nueva sociología y psicología, la Iglesia no es una red social ni se rige por sus funciones lógicas y matemáticas, es esa cuestión elemental de los teólogos latinoamericanos con el Papa Francisco, en nuestro caso los monjes multicolores  de Oblatos, las zonas barriales y populares, las zonas pobres y marginadas de Guadalajara a donde llegó el Papa Juan Paulo II en el Barrio de Santa Cecilia como menciona el Filósofo de Oblatos Antonio Rojas. Esa Primavera de la Iglesia como la espera  Leonardo Boff del Papa Francisco es ante todo una renovación, retoño  y verdor del pensamiento y la teología, en nuestro caso la cultura e historia mexicana.
  Esa teología Popular  ha de romper con la viejo odre del modelo teológico europeo, fría y racional, lo vemos entonces como el Invierno Teológico Europeo mejor comprendida como oposición a la Primavera, a la vida, encender ese fuego primaveral ante el cambio climático y el calentamiento global, las Primaveras e Indignados ideologizados por los nuevos teóricos en que la Iglesia tiene una gran compromiso y responsabilidad.
  Ese comer y beber que luego  se vuelve palabra cultivada y fructificada en los monjes multicolores  de Oblatos, es decir el alimento del hombre de barro y el alimento del hombre celeste, espiritual o cósmico en medio de la sociedad de consumo de las grandes ciudades podemos sintetizarlo en la Coca Cola y las hamburguesas, el pan y el vino de la sociedad de consumo, el mundo de los gordos y de la epidemia de diabetes que azota el mundo, el símbolo de la sociedad de consumo la misma chispa de la vida en el que los mexicanos somos los consumidores más grandes del universo de Coca Cola, la cultura desechable de la industria alimentaria cuyas poderosas empresas  trasnacionales están en los Estados Unidos, este colonialismo alimentario de la sociedad de consumo que han hecho del mundo un dulce, de azúcar, el mundo feliz es una bebida y comida de azúcar derivados en gran parte de la fructosa del maíz, la planta mexicana de donde nace el hombre según el pensamiento maya.
  El mundo dulce multicolor en la  sociedad fría y muerta, esos anuncios comerciales y modas que hacen las Primaveras, el paraíso artificial y plástico del hombre, la felicidad en paquetes , botes y botellas desechables  en el templo de la plaza comercial, los ídolos  y dioses de la sociedad de consumo.  Este colonialismo industrial alimentario naturalmente que ha invadido a México y ha modificado la cocina y los hábitos alimentarios.
   La mujer ha sido liberada de la esclavitud milenaria del calabozo oscuro de la cocina cuando el Señor en la Mesa Eucarística como cordero Pascual da la auténtica liberación, el Cordero Pascual que libera de la esclavitud de Egipto donde matan los hombres y dejan vivir a las mujeres, solo Moisés que se escapa en un cesto realiza luego por el Señor prodigios admirables, las plagas, los ejércitos del Señor que se vuelven contra el hombre, la naturaleza, la Creación con sus admirables fuerzas terminará por volverse contra el hombre.
  Bien, una sencilla y una humilde mesa, como instrumentos y herramientas para transformar la historia nos obligan a que esos hábitos místicos y monasteriales nos permitan interpretar la sociedad de consumo, denuncia y destrucción de sus ídolos y dioses, esa humilde mesa que es imagen de la burla y desprecio de la Cruz, motor y eje de la historia del hombre, entonces los instrumentos más humildes y sencillos son los que harán los cambios trascendentales de la historia como resplandor de la Cruz, el misticismo de los monjes mexicanos se verá en su actitud ante las hamburguesas Mcdonald y la Coca Cola, por el gesto Eucarístico pues resulta que hemos visto monjes franciscanos con largos hábitos bebiendo plácidamente Coca Cola, negra la coca cola negro sus hábitos, una imagen contradictoria, entonces en nuestra mesa nos hay embases de vidrio de coca cola sino bella y hermosa cerámica de barro y vidrio del arte mexicana que se deleita en la cocina mexicana, la mesa en donde termina los frutos multicolores de la Primavera mientras que en las sociedades del primer mundo rodeadas por el invierno la comida enlatada con que llenan sus refrigeradores, el refrigerador y el fuego, dos sociedades distintas, el invierno y la primavera, el norte y el sur, los ricos y los pobres, el primer mundo y el tercer mundo, la inversión de los criterios y valores, con bellas obras de arte de Tonalá en humildes mesas mexicanas  les decimos:  ¡Salud!
                                                      Juan Ángel Peña Enríquez
 
 


 

 


sábado, 14 de marzo de 2015

353.- LAS PRIMAVERAS DEL MUNDO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

LA GLOBALIAZACIÓN ECOLÓGICAY LA FILOSOSOFÍA ORGÁNICA MEXICANA
NUESTRA RESPONSABILIDAD PERSONAL ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

  Los indignados del mundo que encienden el fuego de las Primaveras de los mundos desarrollados cubiertos de nieve y frio.
  Las ciudades al futuro en el caso de la cultura mexicana nos hace proyectarnos a la arquitectura  y geometría prehispánica, la pirámide como principio constructor, tales pirámides eran observatorios astronómicos, el trazo de las ciudades se edificaba conforme a la geometría y mecánica celeste, a una atenta observación del acontecer celeste, la pirámide era una ascensión del hombre y de su pensamiento, es solo sombra teológica de la transfiguración del hombre.
   En efecto, el Señor sube al Monte Tabor donde se hace presente Moisés y Elías, la Ley y los Profetas, una nube luminosa cubre el Monte, se hace presente el gran misterio de la Trinidad y el Señor Transfigurado se vuelve luminosos, radiante, su rostro resplandeciente como cuando Moisés en el Sinaí , uniéndose entonces lo terreno y lo celeste, en lo alto del cerro el hombre terreno y el hombre celeste, la tierra y el cielo, ese cielo y esa tierra del que el hombre se ha olvidado.

  Esta transfiguración antropológica se refleja también en el Hombre de Fuego como principio luminoso del Oriente de Guadalajara y no podemos pasar por alto que el pintor del Barrio de San Juan de Dios  Dr. Atl  era su vida pintar los volcanes de México, porque el volcán  recuerda el principio del mundo, el fuego que da forma a los montes y valles, la proto creación, la fascinación del mexicano por el fuego, por el Llano en Llamas de Juan Rulfo, el arte de la palabra mexicana que ha florecido, la Primavera de la Literatura Latinoamericana.
   Emprendiendo esa ascensión teológica podemos decir que el Monte Tabor es entonces desde nuestra oscuridad un volcán teológico como lo ha expresado el arquitecto Gilberto Robles y su proyecto sobre las Catedrales del Futuro, las nuevas catedrales de las nuevas ciudades, la teología de las nuevas generaciones y sociedades, en ese fuego se recreará nuevamente el Hombre, porque el fuego es destrucción y creación, pero también condenación e infierno, la Cruz en el Monte Calvario es esa plenitud y perfección  del Fuego, el Señor ha traído el Fuego al mundo y desea que este arda, el leño verde que arde e ilumina tierra y cosmos, la Luz del Mundo.
  La Filosofía Mexicana, herencia y tesoro  de nuestra cultura  en el que la conquista es tan solo una etapa transitoria de nuestro proceso histórico milenario es una pirámide en el que el hombre ha de ascender de la tierra a lo celeste, de la filosofía a la teología y son esos los cimientos de las ciudades y sociedades del futuro.
  Observar el cosmos desde estas geometrías geológicas y teológicas  nos hacen ver el tiempo y el orden, las estaciones, los signos de los tiempos, el verdor y el frío, la primavera biológica  o tiempo biológico, el desarrollo de nuestra vida, la filosofía orgánica mexicana, viva, alejada de la frialdad racional estructural de la vieja teología europea, las flores marcan el tiempo de la primavera, la expresión, manifestación y epifanía de su profunda indignación, esa nueva conciencia es una indignación ante el valor del objeto industrial y comercial y el poco valor del propio hombre, es esto una nueva era antropológica y toca a la Nueva Evangelización , al fuego nuevo encender o quemar en el fuego ese hombre de barro.

 Ante una sociedad envejecida, fría y muerta, la frialdad de la estructura racional, el pragmatismo científico e industrial, el conocimiento del laboratorio experimental del viejo mundo que tratan de hacer de sus modelos de colores plásticos las “primaveras comerciales” las modas de la sociedad de consumo.
   Dentro de la Teoría de Grupos y redes Mexicana que ilumina planes y objetivos de la era digital  nos hacen comprender también la construcción de un atorre o pirámide: la Torre de Babel, la confusión de las lenguas, la Ciencia y de la Comunicación, el florecimiento de la palabra en Latinoamérica, es decir la siembra y cultivo de las Nuevas Primaveras a partir de una Nueva Evangelización en que se siembra la Palabra, esa Palabra que ha creado y recreado todas las cosas, la palabra como principio creador, esa palabra que se siembra en terrenos distintos como se explica en la Parábola del Sembrador, entonces en el Tabor se da esa orden de “escuchar, oír en un mundo de ruido, ordenar y valorar en un hombre ahogado en la sociedad de consumo.
  Este modelo base geométrico arquitectónico es una Piedra, esa piedra que desecharon los arquitectos sobre las que se han de edificar las ciudades no en un rompimiento con el entorno natural o cósmico sino como una proyección del mismo, más concretamente:
  En Guadalajara, los Tapatíos han destruido pirámides y plataformas prehispánicas de Tonalá y han edificado gigantescas pirámides y plataformas de basura, los cementerios se entrelazan, los cementerios prehispánicos y los cementerios de la sociedad de consumo , el tiempo es un nudo gordiano  que une el pasado y el futuro, se han destruido los ídolos y dioses prehispánicos y se han moldeado  como el Diosero de Francisco Rojas González  nuevos ídolos y dioses conforme a nuestros caprichos que dan rienda suelta a sus deseos y placeres, si la industria y la tecnología han roto sus lazos con lo natural  y biológico,  entonces, da principio en ello el desorden  y la muerte, el caos urbano, el tráfico infernal de sus automóviles, el fuego y humo de sus motores, el hombre sigue idolatrando el poder del fuego , la explosión de sus motores que acelera ciudades e historia, la vida del hombre se a sujetado a los ritmos y velocidad de las máquinas, hay muchos ecologistas que dicen luchar por la causa y todos ellos terminando sus discursos y conferencias se alejan en ruidosos autos, tan parecida su hipocresía como la curia romana que dice según ellos practicar el voto de pobreza y habitan en palacios.
  El universo, el cosmos como motor y mecánica celeste ha dejado de tener importancia ahora ante la fuerza y ritmo del motor que aceleran las ciudades para llevarlos hacia “el progreso y la modernidad”, a los profundos abismos.
  Bien, ante la Primavera Teológica o Nueva Evangelización se han de denunciar y destruir esos ídolos de la sociedad de consumo, del éxito comercial e industrial de la Torre de Babel  de la era digital.
  La Primavera Antropológica Mexicana ha de ver la renovación de la vieja cultura mexicana, si en el Tabor el Señor se vuelve luminoso  y sus vestiduras se vuelven sorprendentemente blancas, el invierno del hombre, es decir, su vejez, se cubren su pelo y su barba de color blanco, hay en él una transformación y una transfiguración que no anuncia un invierno existencial sino el florecimiento y madurez filosófica y teológica, primero, que conozca y valore la cultura mexicana  y sea capaz de orientarlas e impulsarlas hacia los nuevos tiempos y eras, hacia los retos y desafíos  del futuro , no es entonces nuestra historia o el Evangelio un agradable museo, un tour al pasado  sino los constructores de la vanguardia del futuro.

  Entonces el tercer mundo, el asalariado, el proletario, asciende en esa geometría geológica y arquitectónica a los niveles y el trabajo filosófico y de ahí hacia la plataforma y cúspide teológica y es necesario crear esos instrumentos y herramientas que transforman las culturas y cambian la historia, las Primaveras del Mundo, tomamos distancia de una visión artesanal y folklórica de la que están acostumbrados a vernos  y pasamos a un horizonte luminoso del nuevo milenio y siglo, la luz de la Fe del Papa Francisco y la preparación de su encíclica sobre las cuestiones ambientales y ecológicas.
                                                  Juan Ángel Peña Enríquez




domingo, 8 de marzo de 2015

352.-COMALA Y DETROIT MICHIGAN

COMALA Y DETROIT MICHIGAN

   Comala en Pedro Páramo es un pueblo abandonado, fantasma, ilustra con colores negros y sombras la emigración del campo a la ciudad, Detroit en Michigan al igual que Comala es una ciudad  fantasma, en decadencia y ruinas, cementerios de fábricas, quizá sea la primera ciudad industrial abandonada, en ella solo se escuchan murmullos, quejidos, susurros, lamentos, en la Ciudad del Motor solo se escucha el viento  y las nubes  de polvo que cruzan los grandes ventanales rotos de la fábricas Ford, Chrysler, General Motors y miles de fábricas que hicieron posible la era del automóvil, el imperio y la dictadura que se ha apropiado de la ciudad y de las calles y que marca los ritmos de la economía mundial, los precios del petróleo, la contaminación, el ruido y el cambio climático, el llamado calentamiento global.
 Los sueños de la revolución industrial   que acelera y destruye ciudades y hombres, es esta la novela de muerte industrial, huesarios  y cementerios de autos, los muertos que entierran a sus muertos.
  México tiene una atención especial para la muerte desde los tiempos prehispánicos, el Mictlán, el mexicano se ríe de la muerte, los vemos en Posadas, en las catrinas, luego más perfeccionado en la novela de Pedro Páramo, esa herencia nos permite interpretar la cultura de la muerte de nuestra sociedad de consumo instantánea y desechable.
  Hemos de ver en lo anterior que la riqueza de la literatura Latinoamericana no se ha de quedar encerrada en aspectos novelescos  sino que ha de dar el paso hacia la profundidad filosófica y teológica, entendiendo eso de profundidad como una responsabilidad ha  de interpretar y dar respuesta a las angustias y problemas del hombre de nuestro tiempo, por ello la literatura latinoamericana ha de ayudar a interpretar la cultura del mundo y su realidad y no sea entonces esa literatura algo mágico e ilusorio, demos esos pasos iniciales.
  A inicios de la revolución industrial se prometían grandes y fantásticas ciudades, las grandes industrias ofrecían la felicidad, el paraíso de las grandes ciudades  y Detroit es el ejemplo.
  Ahí se establecieron las más grandes empresas automotrices, la ciudad experimenta un gran desarrollo, progreso y modernidad, a mediados del siglo pasado tenía dos millones de habitantes y ahora tiene 750 mil, miles de industrias, edificios, casas, etc. lucen completamente abandonadas, Detroit es una ciudad en decadencia y ruinas, la Ciudad del Moto es chatarra, escombros y cementerios habitados por fantasmas que salen de los ataúdes de los autos.

  Esto lo podemos tomar como signo de los tiempos, el automóvil es la vida de las grandes ciudades, el petróleo y los plásticos, la poderosa economía de la que pende nuestro mundo  y el modelo de sociedad, no hay ética industrial, a las grandes empresas del automóvil poco les importa el futuro de una ciudad que los vio nacer y fue su cuna, para ellos solo importa el interés del mercado, las ganancias y la utilidad mercantil y todos aquellos principios como: pragmatismo, funcionalidad, optimización, competitividad, esto que hace a la industria salvaje y brutal  que mata y destruye y Detroit esa viva imagen, la lucha del mercado  sin que importe el hombre y la ciudad, sus colonias y comunidades, y esa será ciertamente la suerte y el futuro de muchas de las grandes ciudades al derrumbarse  la era del automóvil como lo fue ciertamente Detroit entre ellas Guadalajara.
 A México llega todo el desecho de los Estados Unidos, lo que ha pasado de moda, lo defectuoso, la chatarra, lo que ya no sirve y es útil, una economía de muerte que despedaza la industria y el comercio, es entonces un cementerio de la sociedad de consumo norteamericana, tal desecho o basura industrial configuran una sociedad envejecida, decadente, , patética al igual que Detroit Capital del Motor que mueve al mundo y toda su maquinaria y engranaje, en esta sociedad envejecida es difícil hablara de renovación, de Primavera y florecimiento, porque es ante todo una sociedad muerte, expliquemos más concreta y claramente lo anterior:
   Guadalajara al igual que Detroit  presenta una composición urbana que marca sus diferencias, entre blancos y negros, entre  ricos y pobres, la Guadalajara Oriente y la Guadalajara Poniente está última de la riqueza y la opulencia donde están las modas y los autos del año y en cambio al cruzar el muro o frontera de la Calzada Independencia empieza por el lado de la vieja central camionera los cementerios y hueseríos de automóviles, los talleres  mecánicos, lamineros, etc. que reparan las carcachas, el Oriente es un cementerio de autos, la muerte industrial, ruinas y decadencia de  las ciudades.

   La Primavera Filosófica y Teológica ha de llevar a estas sociedades en decadencia y ruinas, envejecidas, una esperanza de vida.
 ¿Ha envejecido y agotado el pensamiento científico industrial?, la industria y la tecnología no pueden construir por sí mismas el futuro de las ciudades, los motores del petróleo y eléctricos como fuerzas que mueven y dan “vida” a las grandes ciudades presentan signos claros de agotamiento y muerte, tales motores, fuerzas  y energías de la que el hombre y su economía dependen han fatigado al hombre, el objeto industrial por encima del propio valor del hombre, la mecanización y automatización  industrial del hombre, las cadenas productivas que han atado al hombre a nuevas esclavitudes, el hombre es solo una fría y eficiente pieza del engranaje industrial y tecnológico.
  El automóvil es la causa principal del ruido y la contaminación de las grandes ciudades, del calentamiento global, del cambio climático , el cambio climático que hace perder y alterar el orden de las Primaveras, de las estaciones históricas  o generaciones del hombre que deberían dar sentido pleno a su existencia, en nuestro caso la generación industrial  y tecnológica de la que el hombre se siente orgulloso y hace de ilusión de vida tener tan solo un auto del año,  pasear a gran velocidad y descansar en las plazas comerciales comiendo hamburguesas con coca cola.
   La llegada de los desechos y chatarra de Estados Unidos a México no significa el desarrollo de la ciudad sino su lenta destrucción desolación como lo vemos ilustrado patéticamente en Detroit, si ellos no tuvieron consideración por sus propios hermanos y ciudades natales , mucho menos lo harán por los extraños.

  El poder industrial está en que la maquina, ese objeto industrial se vuelve una arma, la industria  o instrumentos de la guerra que hacen la destrucción y desolación de las ciudades, de la muerte, aviones, tanques y barcos para la guerra, es ahí donde están las grandes ganancias de la industria, de motores y máquinas, las distintas formas de muerte. Si Detroit muestra una desolación y destrucción semejante a los efectos de una guerra, hemos de preguntarnos ¿Hay entonces en la planta industrial  violencia y muerte? Es este un tema de la Filosofía Mexicana Postmoderna, es decir la filosofía de la industria y la tecnología y la forma en que impactan e impactarán al hombre, a la cultura mexicana, las fuerzas y leyes del mercado que generan violencia y muerte en sus propias fuentes.
  De cualquier manera la Filosofía y Teología Latinoamericana con el Papa Francisco  ha de interpretar a profundidad orígenes y tendencias de la cultura norteamericana, los mitos y falacias del sueño americano, un análisis  crítico y profundo de un sistema de vida pragmático, no analítico y reflexivo.  
  Se ha de cuidar con especial detalle la economía del automóvil, el petróleo y la sociedad del plástico, el petróleo y los  conflictos con los árabes que marcan ciertas líneas o tendencias hacia el futuro de la política de los  Estados Unidos, el petróleo, la matemática económica que en formulas, operaciones y ecuaciones trazan las líneas económicas y del mercado, las gráficas de Wall Street. El petróleo como recuso natural que mueve a millones y millones de automóviles y que ante su agotamiento  ira marcando las eras, las crisis  y los comportamientos, es esa una línea fundamental y estratégica, esa está ligada a su vez con la contaminación y el calentamiento global, con el cambio climático sentido principalmente en la parte norte con los intensos fríos, los estragos en sus campos agrícolas, hemos de ver por ejemplo que las grandes civilizaciones prehispánicas no se establecieron al norte como los Aztecas sino cercas de los trópicos, por ello México tiene abundancia de frutos  en costas y valles teniendo climas más estables contario a los Estados Unidos más cercano al polo, esta geografía económica es determinante, México comparado con los Estados Unidos es un Paraíso aún en la pobreza que estamos, por ello planteamos las Primaveras, es decir la Primavera Filosófica y Teológica que de verdor y color a las Primaveras del Mundo , a los Indignados que ven la falta de libertad, derechos y dignidad del hombre, más ahora teniendo una Papa de América que debe fundamentar esa renovación teológica., en esto vemos la composición entre la planta natural y biológica, es decir el cosmos  y el universo y la planta industrial de muerte, dos tiempos y dos desarrollos que se han roto.
  Las crisis y las guerras derivadas de la relación entre automóvil y petróleo , el fin del mundo feliz  y el despertar del sueño americano, una sociedad salvaje y brutal , ante el nuevo milenio y siglo es preciso sembrar esas nuevas Primaveras que renueven corazones y ciudades, la humanización y socialización de la industria y la tecnología, nuevas escuelas de valores que desechen los valores y escalas mercantiles y utilitarias , la construcción de nuevas ciudades al futuro como es el caso de la Nueva Guadalajara  en su dimensión objetiva como gracia y regalo de Dios para nuestra pobre vida.
  En esto, al dar fin a la teología y filosofía de Europa, nos hemos de preguntar si la Unión Europea es una nueva primavera para Europa, una nueva era de la vieja europea, del viejo mundo, la destrucción del nacionalismo comparada con la Unión Latinoamérica y Americana. , son estas cuestiones tareas  prioritarias de la construcción de la Filosofía y Teología latinoamericana, la filosofía del nuevo milenio y siglo, de las nuevas culturas  y sociedades globalizadas, aspecto universal de la misión evangelizadora, con ello hemos de dar final colonialismo ideológico europeo y cuestionar el pragmatismo utilitario y comercial norteamericano, , con eso damos paso a la madures del pensamiento Latinoamericano, es eso una responsabilidad teológica conforme a la Providencia de Dios de dar a América un Papa que se vuelve una Luz, la Luz de la Fe como principios reflexivos teológicos.
  La visión, la luz cristiana, no es una visión local y temporal sino cósmica y universal, no ligada a un tiempo sino al principio y fin de las cosas, del mundo, la eternidad, es esa la dimensión o plano sobre el que se desenvuelve nuestra vida, la comprensión solución de nuestra vida, es decir su plenitud y perfección en la imagen del hombre perfecto: Cristo Jesús, la fructificación de nuestras vidas, el Paraíso o Edén o la búsqueda y llegad a la Tierra Prometida cruzando el desierto  colmado de tentaciones , la Primavera Teológica Americana con el Papa Francisco que ha encendido la luz de la fe.
  Ciertamente que la cultura mexicana es un paraíso colorido, vivo, colmado de fuerza, pero esta riqueza se queda encerrado en una expresión artesanal y folklórica, le falta esa profundidad filosófica y teológica como lo hemos dicho de su florecimiento literario.
  Del mismo los movimientos sociales en el mundo, en el nuevo milenio y siglo están desprovistos de estos ideólogos que orienten sus aspiraciones, nos referimos a las primaveras, los Indignados como ya hemos dicho, que ven por la situación de la vida, no solo la del hombre sino de todo ser viviente de la tierra.
  Hablar de creación y naturaleza en el pensamiento de la ciencia y los científicos es, según ellos, hablar de primitivismo, del pasado anticuado, de ignorancia, el futurismo tecnológico se plantea no como integración al propio orden universal o cósmico sino a experimentos de laboratorio  y su utilidad industrial, es este el principio elemental de la humanización del pensamiento científico, la justa dimensión entre el hombre y el universo.
  Pues bien, tales Primaveras del mundo necesitan tener las bases teológicas , temas que ya hemos tratado y que ahora intentaremos sintetizar para determinar nuevos rumbos y estaciones de la Filosofía Mexicana Vanguardista, es decir de los nuevos tiempos que no es ningún privilegio sino gravísima responsabilidad ante los problemas que nos aquejan, el pensamiento es entonces un servicio al hombre explotado y que sufre, verlo de otro modo es una ociosidad y complicidad con los poderes del mundo que hacen, promueven y provocan la cultura de la violencia y de la muerte, aquellos que no están a favor de la vida sino de la muerte, que atentan, desprecian y explotan al hombre, a los más débiles y desprotegidos justificados en una superioridad del “conocimiento científico”, del desarrollo industrial y tecnológico.
  El hombre fue creado en medio de una Primavera, un Edén fantástico en que por desobediencia del hombre toda la creación se vuelve caos y muerte, en el Arca de Noé, el hombre, el cristiano,  ha de ser los más grandes ecologistas de la tierra que cuiden y denuncien la desaparición y amenaza de miles de especies por un desarrollo científico e industrial  brutal e irracional, es esto una nueva oscuridad de los  tiempos, necesitamos la luz, la luz de Aquel que es la verdadera Luz del Mundo  como inicia su encíclica el Papa Francisco  pues no  basta la luz del sol para dar sentido a la vida del hombre.
   Cristo Jesús como Nueva Creación  y Nuevo Adán, la imagen del hombre perfecto desnudo en la Cruz  de cuyo costado herido por la lanza  forma la mujer o Iglesia, el retorno al paraíso, es decir, la muerte en la Cruz, árbol misterioso del que el hombre come y tiene vida, reflejo perfecto de aquel árbol del que si el hombre comía encontraba la muerte, se abren sus ojos y se da cuenta de su propia desnudez, entonces cualquier primavera del mundo tiene en lo anterior su pleno fundamento, su origen y fuente inagotable de vida, se parte del admirable árbol de la Cruz del Señor de donde se deriva la plenitud de la vida y se vence el mal y la muerte, la oscuridad y la descomposición para dar paso al orden, a la renovación de lo viejo, de esto se deriva como repetimos la vida y la vida en abundancia, la sed del hombre en medio de la sociedad de consumo ha sido saciada.
  El árbol da vida verdadera, que transforma el agua en vino y luego el vino en Cuerpo Eucarístico, la vida o muerte de nuestra sociedad, en esta escala de valores teológicos hemos de ver la fructificación de nuestra propia vida y generación como lo expresaba el filósofo de Oblatos Antonio Rojas, la madurez existencial de nuestras vidas  y de nuestro pensamiento, la madurez del pensamiento y cultura mexicana, nuestra respuesta y actitud ante la vida, bajo estos principios hemos de ver si la era industrial y tecnológica ha dado frutos de vida o muerte, si nuestra sociedad de las grandes ciudades tiene la madurez, entendemos por madurez nuestra responsabilidad ante nuestras necesidades y problemas y la forma en que hemos servido a ellos para resolverlos o hacerlos más grandes y complejos.
  De ese árbol o Vid Verdadera se deriva toda forma de vida, su perfección y plenitud, es esa la fuente o razón de las auténticas Primaveras al inicio de este nuevo milenio y siglo y que han caracterizado a los movimientos sociales , tales primavera so retoños si no están unidos a esa vid no puede dar fruto y nada pueden hacer porque el poder de la muerte ahogará todo intento de vida, es decir estamos ante la cultura de la violencia y de la muerte, ese ordenamiento y fructificación en las grandes ciudades es una vocación y misión propia del laico  en el ordenamiento de las realidades temporales o del siglo, del nuevo milenio y siglo, según las directrices del Concilio Vaticano al emprender una Nueva Evangelización según las luces de la Doctrina Social de la Iglesia, esta Iglesia Conciliar pone especial énfasis en la tarea evangelizadora de los laicos vista la gran complejidad  de las grandes ciudades.
   Toca entonces en este nuevo mundo y nuevos tiempos sembrar esas nuevas Primaveras Filosóficas y teológicas unidas a esa Vid del que se deriva toda renovación y retoño primaveral, florecimiento y fructificación, aquí en estas primaveras vemos el principio mismo de la vida, la industria y la generación de vida o muerte, porque en efecto la industria busca una artificialidad o rompimiento con lo natural  y termina siendo una fuente de muerte, desolación y destrucción como lo vemos en la Ciudad del Motor o Detroit que se igualaba con París y es ahora ruinas y decadencia.
  Esas Primaveras teológicas que hunden sus profundas raíces en esa Vid eterna que renueva y recrea desde la debilidad y burla de la Cruz que es la manifestación del poder, bondad y sabiduría de Dios, ese Dios desconocido expulsado de las grandes ciudades y que hoy vemos su destrucción y muerte, el hombre sin Dios no puede tener trascendencia, ni siquiera alcanzara su plenitud y perfección, su madurez, la comprensión total de su vida, en esta madurez del pensamiento mexicano dejamos de ser tutelado y una colonia de las ideologías europeas.
  Si tal era científica y tecnológica no están unidas, injertadas a esta Nueva Alianza, es decir, a esa transformación vital  no puede dar futo sino que se secará, será cortada arderá en el fuego, el infierno de nuestra sociedad, el infierno de las grandes ciudades en el que se ve amenazada la propia vida del hombre a pesar de sus adelantos industriales y tecnológicos, la industria, la ciudad no ha traído la felicidad prometida al hombre, ese vació y soledad del hombre ha sido llenado con  el imperio del narcotráfico, el automóvil no lo ha llevado a una tierra encantada sino a un profundo abismo, esas carreteras  y puentes  de autos no le han llevado a tener y poseer la verdadera libertad.
  Las grandes ciudades como eras o cultivos han de dar sus frutos, en este espacio y estructura urbana se define la Teoría de Grupos y Redes Mexicana que es un modelo interpretativo particular de la era digital, es decir: comunión, relación y comunicación plena del hombre pues toda relación virtual o digital no puede estar por encima jamás sobre una comunión eucarística, la Vid es un grupo o conjunto donde la comunión y participación es real, plena y perfecta, este es el reto de la teología del Nuevo Mundo, renovada por Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, que puede dar vida a los muertos y que con su sangre destruye el mal y la muerte, la era digital formar esos grupos y redes en el que el hombre supuestamente se encuentra y relaciona y ciertamente encontrará muchos engaños y frustraciones, no son las redes de los  pescadores de hombres, no está edificado y estructurado sobre la Roca firme, toca entonces a la Iglesia  Piedra o Pedro o Papa Francisco  la construcción o renovación de la Iglesia que pueda emprender es nueva misión fantástica de la Nueva Evangelización  ante la luz del nuevo milenio y siglo  que se vuelve luz Eucarística como los caminantes de Emaús .
    La Teología y Filosofía enfrentando y cuestionando el pensamiento científico e industrial, la filosofía de la ciencia, la relación entre la fe y la razón, los fieles cristianos en el ordenamiento y proyección de las ciudades del futuro  no propuesto como una ilusión como Detroit que lentamente se va desquebrajando como Pedro Paramo, la casa o ciudad se ha edificado sobre la arena y los arquitectos han desechado la Piedra que es ahora Piedra angular, es esto una maravilla de Dios.



                              Juan Ángel Peña Enríquez

domingo, 1 de marzo de 2015

351.-LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA POPULAR MEXICANA

LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA POPULAR MEXICANA

   La Filosofía Popular Mexicana ha de partir de la propia cultura mexicana, sus valores son sus cimientos para construir en estos nuevos tiempos y espacio, dentro de ese espacio hemos de ver el espacio real y el espacio virtual y sus respectivas realidades, la comprensión de lo anterior necesita una Escuela, la Escuela Mexicana que tiene en claro el proyecto de nación al igual que la Nueva Evangelización, Iglesia y Escuela como formadores de valores para el desarrollo.

  Esta   Nueva Escuela Mexicana es una síntesis vital de todo el proceso histórico milenario, la Escuela, los niños es la ralidad  de las sociedades del futuro., lo que se les enseñe o inculque a nuestros niños  se verá reflejada en esas nuevas generaciones, la cuestión es que ante la era digital la tarea educativa se ve rebasada y transformada, esa información y conocimiento virtual no llega en su proceso real, por tal razón la Filosofía Mexicana, el conocimiento se determina en el modelo educativo, en nuestra insistencia por la Refundación Ideológica y Doctrinaria de las Universidades, de las universidades latinoamericanas que expliquen las razones y resuelvan las cuestiones por las que somos de terceros y otros mundos o sub mundos ante la soberbia de los llamados del primer mundo.
  Si la iglesia y la Educación no infunden valores en los niños y en los jóvenes, no esperemos  jamás una nueva sociedad, la gran ciudad será cada vez más una amenaza y peligro para el propio hombre, una sociedad altamente urbanizada e industrializada sin Dios que tarde o temprano se derrumbará, vemos aquí la Escuela Filosófica y Teológica Mexicana que mediante la educación y la práctica de sus valores transforman al hombre, gestan esa antropología.
  La Escuela Filosófica Mexicana es ante todo una filosofía del lenguaje, es decir de la información y la comunicación para entender la era digital, por tal razón esa filosofía es un diálogo, un encuentro, el sentarse y saber escucha, tenemos entonces en este filosofía popular una sencilla silla mexicana muy colorida , sentarse a platicar, ese encuentro respetuosos del hombre que es una reconciliación que en la mesa Eucarística encontrará su perfección y plenitud, la reconciliación en una sociedad competitiva, de la cultura de la violencia y de la muerte.
  Esta imagen de la silla mexicana, de sentarse y escucha  y de ser capaz de dialogar y comunicarse cara a cara la vemos también en la estructura urbana  en plazas y parques  que son los espacios donde el hombre de las grandes ciudades deberían descansar, encontrarse y dialogar sin prisa, el valor de la amistad, de platicar, curiosamente un valor perdido en la era de la información y comunicación, la esplendorosa era digital  instantánea y desechable.
  La educación es entonces para el desarrollo del niño, de que sea capaz de integrase a su sociedad y ciudad donde se sienta libre y seguro, la escuela se proyecta sobre la ciudad, la teoría de las grandes ciudades es un modelo educativo, es ahí donde se construyen las ciudades al futuro, los niños son  el futuro real no los objetos e instrumentos tecnológicos, por eso para el proyecto de la Nueva Guadalajara hemos insistido ante todo en esa refundación ideológica y doctrinaria de la Universidad de Guadalajara, en una nueva escuela de arquitectura y urbanismo.
   Entonces ese encuentro ordinario y sencillo poco tiene que ver con los encuentros fugaces y superficiales  de la era digital, somos entonces promotores de esos encuentros reales del Arte Preciosa del Diálogo y la Comunicación, espacios de paz y entendimiento, de unidad y solidaridad, el principio de la solución de nuestros pocos conflictos, diferencias y problemas y el descubrimiento asombroso de los grandes tesoros de nuestras coincidencias como mexicanos, la escuela mexicana es entonces un espacio de encuentro , diálogo y reconciliación de la familia mexicana, ese es el principio rector de la filosofía de la educación y de sus honorables valores capaces de renovar a una sociedad decadente y envejecida, relegada, menospreciada y destruida, el hombre mexicano, la antropología mexicana , la visión de un hombre que responda plenamente a esos tesoros de su historia milenaria y a los  retos y desafíos del nuevo milenio y siglo.
  Apliquemos lo anterior más concretamente en Guadalajara, la Antropología Tapatía proyectada desde el Oriente, desde los sectores marginados y olvidado, el Hombre de Fuego  en el Hospicio Cabañas  que es Patrimonio Cultural de la Humanidad, tiene entonces un  valor  universal no local, pues bien, abajo del Hombre de Fuego está la Sala de los  Magos del escultor tapatío Alejandro Colunga, una visión antropológica del Tapatío, algunos aspectos sobre esto ya lo hemos tratado de modo que no es necesario repetirlo .
  Ahí vemos en forma de arte la silla al que nos hemos  referido al principio de esta sencilla reflexión, los magos toman rasgos místicos, las sillas extraños y fascinantes zapatos, el arte es un descanso, un encuentro y sobre todo un lenguaje, una profunda conversación , Oblatos, el sector de los pobres tiene nombre de monje , conjugando todo ello tenemos los misticismos tapatíos  del nuevo milenio y siglo, los misticismo de las grandes ciudades, la transformación de los espacios urbanos, la nuevas  plazas  mexicanas que se sintetiza en asombrosas y fantásticas sillas, sofá, bancos y equipales donde el hombre se encuentra y dialoga en profunda quietud y al mismo tiempo dando los pasos  a una escultura dinámica donde con zapatos admirables, es decir el hombre no se petrifica y envejece al quedarse quieto en una silla, indiferente al mundo sino todo lo contrario , el arte es una dinámica transformadora representada en esos zapatos de las sillas, la dinámica escultórica, con ello se recorren los caminos y horizontes  brillantes del arte, el arte mexicano colorido, entender plenamente lo anterior es el objetivo de la Antropología Estética Mexicana, es decir que la filosofía mexicana no pierda su colorido y valores históricos milenarios y tome la frialdad racional de la filosofía europea que ha gestado a su vez a los “Príncipes de la Curia Romana”, la filosofía y teología popular latinoamericana, la Iglesia de los Pobres del Papa Francisco, no de elites racionales que terminan siendo poderes dominantes, hemos de cuidar en extremo que tal principio popular no se vea influenciado y adulterado por el marxismo, por esto la filosofía de la historia milenaria mexicana ha de concluir su propio estructura y metodología interpretativa, tales principios no encerrados en el pasado sino en la respuesta a los nuevos tiempos, problemas, retos, necesidades y esperanzas de las grandes y nuevas ciudades.
  Las sillas artísticas mexicanas en las que se distingue Guadalajara con Colunga están o deben estar hechas de fierro , de la chatarra de millones de carro, el imperio o dictadura terrible del automóvil que se ha apropiado de calles  y del tiempo, de la prisa, ruido y violencia que caracteriza el modelo absurdo y brutal de nuestra sociedad.
  El tiempo no es astronómico  sino comercial, el modelo de año de los carros  que según ellos les da prestigio y poder y diferencia de una clase sobre otra conforme al modelo de carro que marcan los ritmos y estaciones industriales y comercial, esto se toma como referente  para sustentar y alimentar la sociedad de consumo instantánea y desechable, la estética industrial desechable, el modelo anterior es ridículo  y pobre , entonces esa silla de la filosofía y antropología mexicana ha de ayudar al hombre a sentarse, para poder reflexionar y meditar, la quietud y silencio  en las grandes ciudades para ordenar la vida del hombre, pero el hombre de las grandes ciudades acostumbradas a la prisa y el ruido infernal le tiene miedo al silencio y la quietud .
  La prisa de nuestro mundo  marcado por el ritmo de motores y máquinas que trabajan día y noche sin descanso para sostener la sobre productividad de una sociedad desechable, por eso el hombre de ahora muestra cansancio y fatiga, hartazgo, la silla mexicana es una invitación al descanso, imagen de ese descanso de Dios después del trabajo maravilloso de la Creación , el arte se ha transformado en una silla de descanso, el conocimiento es un descanso no una fatiga como hace la invitación el Señor para dar descanso a la vida del hombre, la mansedumbre y humildad de su corazón, entonces el hombre ex pimentará el señorío en sí mismo, pues en efecto, la silla se transforma en trono, hemos  de ver por ejemplo que los  reyes y gobernantes se representan en el símbolo de una silla o trono,  el que gobierna está sentado, entonces el mexicano tendrá ese señorío y dominio de sí y de su vida, de su sociedad y cultura, de otro modo será siempre un esclavo y una colonia, estamos fundamentando su liberación ideológica, la madurez de su pensamiento sin que sea colonizado, interpretado  y tutelado por los imperios del primer mundo, la Nueva Evangelización con el Papa Francisco es esa auténtica fiel y verdadera Liberación.
                                             Juan Ángel Peña Enríquez