LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA POPULAR MEXICANA
La Filosofía Popular Mexicana ha de partir
de la propia cultura mexicana, sus valores son sus cimientos para construir en
estos nuevos tiempos y espacio, dentro de ese espacio hemos de ver el espacio
real y el espacio virtual y sus respectivas realidades, la comprensión de lo
anterior necesita una Escuela, la Escuela Mexicana que tiene en claro el
proyecto de nación al igual que la Nueva Evangelización, Iglesia y Escuela como
formadores de valores para el desarrollo.
Esta Nueva Escuela Mexicana es una síntesis vital
de todo el proceso histórico milenario, la Escuela, los niños es la ralidad de las
sociedades del futuro., lo que se les enseñe o inculque a nuestros niños se verá reflejada en esas nuevas generaciones,
la cuestión es que ante la era digital la tarea educativa se ve rebasada y
transformada, esa información y conocimiento virtual no llega en su proceso real,
por tal razón la Filosofía Mexicana, el conocimiento se determina en el modelo
educativo, en nuestra insistencia por la Refundación Ideológica y Doctrinaria
de las Universidades, de las universidades latinoamericanas que expliquen las razones
y resuelvan las cuestiones por las que somos de terceros y otros mundos o sub
mundos ante la soberbia de los llamados del primer mundo.
Si la iglesia y la Educación no infunden
valores en los niños y en los jóvenes, no esperemos jamás una nueva sociedad, la
gran ciudad será cada vez más una amenaza y peligro para el propio hombre, una
sociedad altamente urbanizada e industrializada sin Dios que tarde o temprano
se derrumbará, vemos aquí la Escuela Filosófica y Teológica Mexicana que
mediante la educación y la práctica de sus valores transforman al hombre,
gestan esa antropología.
La Escuela Filosófica Mexicana es ante todo
una filosofía del lenguaje, es decir de la información y la comunicación para
entender la era digital, por tal razón esa filosofía es un diálogo, un encuentro,
el sentarse y saber escucha, tenemos entonces en este filosofía popular una
sencilla silla mexicana muy colorida , sentarse a platicar, ese encuentro
respetuosos del hombre que es una reconciliación que en la mesa Eucarística
encontrará su perfección y plenitud, la reconciliación en una sociedad
competitiva, de la cultura de la violencia y de la muerte.
Esta imagen de la silla mexicana, de sentarse
y escucha y de ser capaz de dialogar y
comunicarse cara a cara la vemos también en la estructura urbana en plazas y parques que son los espacios donde el hombre de las grandes
ciudades deberían descansar, encontrarse y dialogar sin prisa, el valor de la
amistad, de platicar, curiosamente un valor perdido en la era de la información
y comunicación, la esplendorosa era digital
instantánea y desechable.
La educación es entonces para el desarrollo
del niño, de que sea capaz de integrase a su sociedad y ciudad donde se sienta
libre y seguro, la escuela se proyecta sobre la ciudad, la teoría de las
grandes ciudades es un modelo educativo, es ahí donde se construyen las
ciudades al futuro, los niños son el
futuro real no los objetos e instrumentos tecnológicos, por eso para el
proyecto de la Nueva Guadalajara hemos insistido ante todo en esa refundación
ideológica y doctrinaria de la Universidad de Guadalajara, en una nueva escuela
de arquitectura y urbanismo.
Entonces ese encuentro ordinario y sencillo
poco tiene que ver con los encuentros fugaces y superficiales de la era digital, somos entonces promotores
de esos encuentros reales del Arte Preciosa del Diálogo y la Comunicación,
espacios de paz y entendimiento, de unidad y solidaridad, el principio de la
solución de nuestros pocos conflictos, diferencias y problemas y el descubrimiento
asombroso de los grandes tesoros de nuestras coincidencias como mexicanos, la
escuela mexicana es entonces un espacio de encuentro , diálogo y reconciliación
de la familia mexicana, ese es el principio rector de la filosofía de la
educación y de sus honorables valores capaces de renovar a una sociedad
decadente y envejecida, relegada, menospreciada y destruida, el hombre mexicano,
la antropología mexicana , la visión de un hombre que responda plenamente a
esos tesoros de su historia milenaria y a los retos y desafíos del nuevo milenio y siglo.
Apliquemos lo anterior más concretamente en
Guadalajara, la Antropología Tapatía proyectada desde el Oriente, desde los
sectores marginados y olvidado, el Hombre de Fuego en el Hospicio Cabañas que es Patrimonio Cultural de la Humanidad,
tiene entonces un valor universal no local, pues bien, abajo del Hombre
de Fuego está la Sala de los Magos del
escultor tapatío Alejandro Colunga, una visión antropológica del Tapatío,
algunos aspectos sobre esto ya lo hemos tratado de modo que no es necesario
repetirlo .
Ahí vemos en forma de arte la silla al que
nos hemos referido al principio de esta
sencilla reflexión, los magos toman rasgos místicos, las sillas extraños y fascinantes
zapatos, el arte es un descanso, un encuentro y sobre todo un lenguaje, una
profunda conversación , Oblatos, el sector de los pobres tiene nombre de monje
, conjugando todo ello tenemos los misticismos tapatíos del nuevo milenio y siglo, los misticismo de
las grandes ciudades, la transformación de los espacios urbanos, la nuevas plazas mexicanas que se sintetiza en asombrosas y
fantásticas sillas, sofá, bancos y equipales donde el hombre se encuentra y
dialoga en profunda quietud y al mismo tiempo dando los pasos a una escultura dinámica donde con zapatos
admirables, es decir el hombre no se petrifica y envejece al quedarse quieto en
una silla, indiferente al mundo sino todo lo contrario , el arte es una dinámica
transformadora representada en esos zapatos de las sillas, la dinámica
escultórica, con ello se recorren los caminos y horizontes brillantes del arte, el arte mexicano
colorido, entender plenamente lo anterior es el objetivo de la Antropología
Estética Mexicana, es decir que la filosofía mexicana no pierda su colorido y
valores históricos milenarios y tome la frialdad racional de la filosofía
europea que ha gestado a su vez a los “Príncipes de la Curia Romana”, la
filosofía y teología popular latinoamericana, la Iglesia de los Pobres del Papa
Francisco, no de elites racionales que terminan siendo poderes dominantes,
hemos de cuidar en extremo que tal principio popular no se vea influenciado y
adulterado por el marxismo, por esto la filosofía de la historia milenaria
mexicana ha de concluir su propio estructura y metodología interpretativa,
tales principios no encerrados en el pasado sino en la respuesta a los nuevos
tiempos, problemas, retos, necesidades y esperanzas de las grandes y nuevas
ciudades.
Las sillas artísticas mexicanas en las que se
distingue Guadalajara con Colunga están o deben estar hechas de fierro , de la
chatarra de millones de carro, el imperio o dictadura terrible del automóvil que
se ha apropiado de calles y del tiempo,
de la prisa, ruido y violencia que caracteriza el modelo absurdo y brutal de
nuestra sociedad.
El tiempo no es astronómico sino comercial, el modelo de año de los
carros que según ellos les da prestigio
y poder y diferencia de una clase sobre otra conforme al modelo de carro que
marcan los ritmos y estaciones industriales y comercial, esto se toma como
referente para sustentar y alimentar la
sociedad de consumo instantánea y desechable, la estética industrial
desechable, el modelo anterior es ridículo y pobre , entonces esa silla de la filosofía y
antropología mexicana ha de ayudar al hombre a sentarse, para poder reflexionar
y meditar, la quietud y silencio en las grandes
ciudades para ordenar la vida del hombre, pero el hombre de las grandes
ciudades acostumbradas a la prisa y el ruido infernal le tiene miedo al
silencio y la quietud .
La prisa de nuestro mundo marcado por el ritmo de motores y máquinas
que trabajan día y noche sin descanso para sostener la sobre productividad de
una sociedad desechable, por eso el hombre de ahora muestra cansancio y fatiga,
hartazgo, la silla mexicana es una invitación al descanso, imagen de ese descanso
de Dios después del trabajo maravilloso de la Creación , el arte se ha
transformado en una silla de descanso, el conocimiento es un descanso no una
fatiga como hace la invitación el Señor para dar descanso a la vida del hombre,
la mansedumbre y humildad de su corazón, entonces el hombre ex pimentará el
señorío en sí mismo, pues en efecto, la silla se transforma en trono, hemos de ver por ejemplo que los reyes y gobernantes se representan en el
símbolo de una silla o trono, el que
gobierna está sentado, entonces el mexicano tendrá ese señorío y dominio de sí
y de su vida, de su sociedad y cultura, de otro modo será siempre un esclavo y
una colonia, estamos fundamentando su liberación ideológica, la madurez de su
pensamiento sin que sea colonizado, interpretado y tutelado por los imperios del primer mundo,
la Nueva Evangelización con el Papa Francisco es esa auténtica fiel y verdadera
Liberación.
Juan Ángel Peña Enríquez
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