domingo, 1 de marzo de 2015

351.-LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA POPULAR MEXICANA

LA FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA POPULAR MEXICANA

   La Filosofía Popular Mexicana ha de partir de la propia cultura mexicana, sus valores son sus cimientos para construir en estos nuevos tiempos y espacio, dentro de ese espacio hemos de ver el espacio real y el espacio virtual y sus respectivas realidades, la comprensión de lo anterior necesita una Escuela, la Escuela Mexicana que tiene en claro el proyecto de nación al igual que la Nueva Evangelización, Iglesia y Escuela como formadores de valores para el desarrollo.

  Esta   Nueva Escuela Mexicana es una síntesis vital de todo el proceso histórico milenario, la Escuela, los niños es la ralidad  de las sociedades del futuro., lo que se les enseñe o inculque a nuestros niños  se verá reflejada en esas nuevas generaciones, la cuestión es que ante la era digital la tarea educativa se ve rebasada y transformada, esa información y conocimiento virtual no llega en su proceso real, por tal razón la Filosofía Mexicana, el conocimiento se determina en el modelo educativo, en nuestra insistencia por la Refundación Ideológica y Doctrinaria de las Universidades, de las universidades latinoamericanas que expliquen las razones y resuelvan las cuestiones por las que somos de terceros y otros mundos o sub mundos ante la soberbia de los llamados del primer mundo.
  Si la iglesia y la Educación no infunden valores en los niños y en los jóvenes, no esperemos  jamás una nueva sociedad, la gran ciudad será cada vez más una amenaza y peligro para el propio hombre, una sociedad altamente urbanizada e industrializada sin Dios que tarde o temprano se derrumbará, vemos aquí la Escuela Filosófica y Teológica Mexicana que mediante la educación y la práctica de sus valores transforman al hombre, gestan esa antropología.
  La Escuela Filosófica Mexicana es ante todo una filosofía del lenguaje, es decir de la información y la comunicación para entender la era digital, por tal razón esa filosofía es un diálogo, un encuentro, el sentarse y saber escucha, tenemos entonces en este filosofía popular una sencilla silla mexicana muy colorida , sentarse a platicar, ese encuentro respetuosos del hombre que es una reconciliación que en la mesa Eucarística encontrará su perfección y plenitud, la reconciliación en una sociedad competitiva, de la cultura de la violencia y de la muerte.
  Esta imagen de la silla mexicana, de sentarse y escucha  y de ser capaz de dialogar y comunicarse cara a cara la vemos también en la estructura urbana  en plazas y parques  que son los espacios donde el hombre de las grandes ciudades deberían descansar, encontrarse y dialogar sin prisa, el valor de la amistad, de platicar, curiosamente un valor perdido en la era de la información y comunicación, la esplendorosa era digital  instantánea y desechable.
  La educación es entonces para el desarrollo del niño, de que sea capaz de integrase a su sociedad y ciudad donde se sienta libre y seguro, la escuela se proyecta sobre la ciudad, la teoría de las grandes ciudades es un modelo educativo, es ahí donde se construyen las ciudades al futuro, los niños son  el futuro real no los objetos e instrumentos tecnológicos, por eso para el proyecto de la Nueva Guadalajara hemos insistido ante todo en esa refundación ideológica y doctrinaria de la Universidad de Guadalajara, en una nueva escuela de arquitectura y urbanismo.
   Entonces ese encuentro ordinario y sencillo poco tiene que ver con los encuentros fugaces y superficiales  de la era digital, somos entonces promotores de esos encuentros reales del Arte Preciosa del Diálogo y la Comunicación, espacios de paz y entendimiento, de unidad y solidaridad, el principio de la solución de nuestros pocos conflictos, diferencias y problemas y el descubrimiento asombroso de los grandes tesoros de nuestras coincidencias como mexicanos, la escuela mexicana es entonces un espacio de encuentro , diálogo y reconciliación de la familia mexicana, ese es el principio rector de la filosofía de la educación y de sus honorables valores capaces de renovar a una sociedad decadente y envejecida, relegada, menospreciada y destruida, el hombre mexicano, la antropología mexicana , la visión de un hombre que responda plenamente a esos tesoros de su historia milenaria y a los  retos y desafíos del nuevo milenio y siglo.
  Apliquemos lo anterior más concretamente en Guadalajara, la Antropología Tapatía proyectada desde el Oriente, desde los sectores marginados y olvidado, el Hombre de Fuego  en el Hospicio Cabañas  que es Patrimonio Cultural de la Humanidad, tiene entonces un  valor  universal no local, pues bien, abajo del Hombre de Fuego está la Sala de los  Magos del escultor tapatío Alejandro Colunga, una visión antropológica del Tapatío, algunos aspectos sobre esto ya lo hemos tratado de modo que no es necesario repetirlo .
  Ahí vemos en forma de arte la silla al que nos hemos  referido al principio de esta sencilla reflexión, los magos toman rasgos místicos, las sillas extraños y fascinantes zapatos, el arte es un descanso, un encuentro y sobre todo un lenguaje, una profunda conversación , Oblatos, el sector de los pobres tiene nombre de monje , conjugando todo ello tenemos los misticismos tapatíos  del nuevo milenio y siglo, los misticismo de las grandes ciudades, la transformación de los espacios urbanos, la nuevas  plazas  mexicanas que se sintetiza en asombrosas y fantásticas sillas, sofá, bancos y equipales donde el hombre se encuentra y dialoga en profunda quietud y al mismo tiempo dando los pasos  a una escultura dinámica donde con zapatos admirables, es decir el hombre no se petrifica y envejece al quedarse quieto en una silla, indiferente al mundo sino todo lo contrario , el arte es una dinámica transformadora representada en esos zapatos de las sillas, la dinámica escultórica, con ello se recorren los caminos y horizontes  brillantes del arte, el arte mexicano colorido, entender plenamente lo anterior es el objetivo de la Antropología Estética Mexicana, es decir que la filosofía mexicana no pierda su colorido y valores históricos milenarios y tome la frialdad racional de la filosofía europea que ha gestado a su vez a los “Príncipes de la Curia Romana”, la filosofía y teología popular latinoamericana, la Iglesia de los Pobres del Papa Francisco, no de elites racionales que terminan siendo poderes dominantes, hemos de cuidar en extremo que tal principio popular no se vea influenciado y adulterado por el marxismo, por esto la filosofía de la historia milenaria mexicana ha de concluir su propio estructura y metodología interpretativa, tales principios no encerrados en el pasado sino en la respuesta a los nuevos tiempos, problemas, retos, necesidades y esperanzas de las grandes y nuevas ciudades.
  Las sillas artísticas mexicanas en las que se distingue Guadalajara con Colunga están o deben estar hechas de fierro , de la chatarra de millones de carro, el imperio o dictadura terrible del automóvil que se ha apropiado de calles  y del tiempo, de la prisa, ruido y violencia que caracteriza el modelo absurdo y brutal de nuestra sociedad.
  El tiempo no es astronómico  sino comercial, el modelo de año de los carros  que según ellos les da prestigio y poder y diferencia de una clase sobre otra conforme al modelo de carro que marcan los ritmos y estaciones industriales y comercial, esto se toma como referente  para sustentar y alimentar la sociedad de consumo instantánea y desechable, la estética industrial desechable, el modelo anterior es ridículo  y pobre , entonces esa silla de la filosofía y antropología mexicana ha de ayudar al hombre a sentarse, para poder reflexionar y meditar, la quietud y silencio  en las grandes ciudades para ordenar la vida del hombre, pero el hombre de las grandes ciudades acostumbradas a la prisa y el ruido infernal le tiene miedo al silencio y la quietud .
  La prisa de nuestro mundo  marcado por el ritmo de motores y máquinas que trabajan día y noche sin descanso para sostener la sobre productividad de una sociedad desechable, por eso el hombre de ahora muestra cansancio y fatiga, hartazgo, la silla mexicana es una invitación al descanso, imagen de ese descanso de Dios después del trabajo maravilloso de la Creación , el arte se ha transformado en una silla de descanso, el conocimiento es un descanso no una fatiga como hace la invitación el Señor para dar descanso a la vida del hombre, la mansedumbre y humildad de su corazón, entonces el hombre ex pimentará el señorío en sí mismo, pues en efecto, la silla se transforma en trono, hemos  de ver por ejemplo que los  reyes y gobernantes se representan en el símbolo de una silla o trono,  el que gobierna está sentado, entonces el mexicano tendrá ese señorío y dominio de sí y de su vida, de su sociedad y cultura, de otro modo será siempre un esclavo y una colonia, estamos fundamentando su liberación ideológica, la madurez de su pensamiento sin que sea colonizado, interpretado  y tutelado por los imperios del primer mundo, la Nueva Evangelización con el Papa Francisco es esa auténtica fiel y verdadera Liberación.
                                             Juan Ángel Peña Enríquez

  

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