viernes, 11 de noviembre de 2016

424.- TRUMP Y EL DESPERTAR DEL SUEÑO AMERICANO

TRUMP Y EL DESPERTAR A UNA NUEVA HISTORÍA DE MÉXICO Y EL MUNDO
  México inicia hoy una nueva historia, despierta de ese sueño profundo, del sueño americano para enfrentarse ante una nueva realidad.
  México infantilizado, huérfano y sin identidad paterna  buscamos siempre en Estados Unidos esa madre protectora, bienhechora y benefactora, tutelada y nos dormimos  abrazados a esa falsa ternura y con Trump hemos despertado bruscamente , los norteamericanos no tienen esos buenos sentimientos  que suponíamos para nosotros, no somos para ellos buenos vecinos, es la realidad de la parábola del rico y el pobre Lázaro, construyen ellos ese abismo, ese muro que nos haga cada vez más distantes, no solo con México sino con cada unos de los países del mundo, la nueva visión que tiene  ahora el mundo de Estados Unidos.
  La psicología del norteamericano es ahora la psicología de la destrucción, la destrucción de todo racionalismo y eso lo debemos conocer ahora en toda su profundidad , en realidad el mexicano  desde este punto de vista psicológico  es solo una sustitución   del norteamericano racista  que siente odio especialmente contra los negros, es el rechazo total y absoluto a Obama, en lo profundo de su ser  odiaban y se avergonzaban que un negro  como Obama fuera su presidente, y el mexicano, el más indefenso  sustituye y paga ese odio contra los negros representados como Obama que era el símbolo del vencimiento del racismo de otros siglos, Estados Unidos ha regresado a ese pasado y le ha vuelto a la espalda a ese mundo de progreso, desarrollo y libertad de la que Estados Unidos era bandera, todo ello era un mito.
   En realidad el racismo no solo construirá ese muro entre México y los Estados Unidos sino construirán dentro de Estados Unidos otros muchos muros  de tal modo que la sociedad norteamericana se polarizará.
  La sociedad norteamericana, la sociedad de consumo, del espectáculo, del placer y del libertinaje no se caracteriza ciertamente por la reflexión o la ideología y ese modelo se ha coronado  con Trump, es el florecimiento y el fruto de una sociedad decadente, por ello no tiene de qué asombrarnos el denigrante espectáculo que está dando Estados Unidos ante el mundo, el derrumbamiento del propio modelo neoliberal y del resquebrajamiento del propio modelo de la sociedad norteamericana.
   Esto transforma a los filósofos, mejor dicho plantea una nueva filosofía  y una nueva psicología, nueva relaciones del mundo con Estados Unidos, los principios sagrados del neoliberalismo, de los mundos globalizados es una falacia, Gran Bretaña y Estados Unidos que es una extensión de la misma  lo han confirmado, las trasnacionales no tienen razón de ser  y el mundo sin fronteras de la era digital que tiene su base en Estados Unidos  es solo un espejismo , la aldea global sin distancias y sin lenguas de Google  y la hermandad universal de Facebook   son solo cuentos y ficciones , despertamos a una realidad  y eso en cierto modo es bueno, nos vemos obligados a reflexionar como el Hijo Pródigo  y emprendamos el regreso a casa, la globalización norteamericana  y sus miles de empresas trasnacionales deben de retirarse de las naciones ¿Por qué consumir productos norteamericanos cuando construyen muros que nos van separando?  ¿Por qué buscar en Facebook  nuevos amigos  cuando en realidad nos separan muros?  ¿Por qué esperar en los Estados Unidos cuando no somos a sus ojos buenos vecinos?
  Si el Muro de Berlín  y su caída fue un símbolo que luego formó la Unión Europea  el Muro de Trump entre Estados Unidos y México es el principio de una nueva ideología y filosofía, la ideología y la filosofía mexicana, el rompimiento entre México y Estados Unidos, la falsa amistad que unía a México y Estados Unidos, pero  ese Muro Trump no solo es el rompimiento con México, es en realidad el rompimiento con todas las naciones del mundo.
    La Sociedad del Muro, la Sociedad de Trump   es la negación a toda reflexión, a todo pensamiento, es la negación a la razón , es la muerte del racionalismo norteamericano, el retroceso de Estados Unidos a lo absurdo y lo brutal, esta locura norteamericana  que cierra sus ojos a la reflexión  lleva a su nación a una oscuridad  incierta y peligrosa y el mundo sabe que debe de tomar distancia y precauciones , estar lo más alejado y ser lo menos dependiente de los Estados Unidos, porque la irracionalidad norteamericana es impredecible e incierta.
  Estados Unidos deja de ser ejemplo para el mundo, de ser admirado y respetado y será sustituido por el miedo porque ante la irracionalidad  norteamericana ilustrada con el Muro solo puede haber  como respuesta la violencia y el odio que fue el discurso de Trump.
  Cada nación del mundo se reúne en consejo para distanciarse  y enfrentar a Estados Unidos hacer planes para depender  lo menos posible de ellos, para enfrentar el racismo y la supuesta superioridad racial que terminan siempre en amargas historias.
  El Muro destruye los principios del neoliberalismo norteamericano, los libres mercados, las libres empresas, México inicia una nueva etapa histórica donde la filosofía y teología son fundamentales, el pensamiento y la razón ante los caprichos  y arrebatos de una sociedad irracional  encerrada en sí misma que terminará por ahogarlos.
  En realidad son los muros del pensamiento , el muro que se cierra a la razón , es la negación a todo entendimiento humano  y  ese cerco , muro o corral solo puede encerrar a sociedades salvajes y primitivas, por ello al tiempo que Trump construye el Muro  México ha de construir esas nuevas ideologías y filosofías de América  en que podamos reconstruir nuestra nación  y buscar en otras naciones  acuerdos y alianzas de cooperación como puede ser la Unión Europea y los países asiáticos, tenemos que cambiar nuestra relación con el mundo a partir del rompimiento entre Estados Unidos y nosotros, pero sobre todo urgentemente debemos de ver lo grande que es México , redescubrir sus tesoros y riquezas, de nada nos sirve tener mares, montañas, bosques, selvas, maravillosos ecosistemas, etc. etc. si estamos sumidos en la pobreza y nos vemos  forzados a emigrar , necesitamos a partir de este rompimiento  redescubrir y reconstruir México , tenemos que avanzar a esa nueva historia.
  De nada nos sirve que México tenga una gran historia y una gran fe, que en Latinoamérica seamos el mayor número de católicos en el mundo si sufrimos la pobreza y la miseria ¿De qué sirve nuestra fe? ¿De qué nos sirve tener un Papa Latinoamericano si no mostramos solidaridad contra aquellos que nos tienen como enemigos?
 Por ello ante este Muro de rompimiento entre Estados Unidos y el mundo cada país cada nación ha  de realizar planes concretos para tomar distancia de Estados Unidos, la Iglesia Latinoamericana, los filósofos y teólogos del mundo han de reconstruir su ideología a partir del Muro entre México y Estados Unidos que es la visión de Estados Unidos del mundo , iniciamos una nueva historia que Dios nos bendiga, hemos  despertado del sueño americano, nadie es golpeado y despreciado tanto como México, esperamos  la solidaridad  del mundo con México que nos abran las puertas ante ese Muro que parece cerrar  nuestra historia y nuestro futuro y puede ser con la ayuda de Dios de mayor libertad y dignidad , pero sobre todo de responsabilidad, de que somos nosotros los que debemos y podemos construir nuestra historia, que se cierren esas puertas y muros, que despertemos de ese sueño norteamericano y veremos entonces lo que es México sin esa dependencia que nos ha destruido, tenemos  que reconstruirnos al mismo tiempo que se construyen esos muros, despertamos de ese sueño para encontrar nuevos caminos de verdad y libertad, Estados Unidos ya no es la nación a imitar , admirar y seguir, ya no es el modelo  y bandera que alentaba al mundo, necesitamos mirara a otros lados, tomar otros senderos y caminos, la aldea global de Facebook , las naciones sin fronteras de Google son falacias, ante un Muro que separa a Estados Unidos del mundo como Gran Bretaña de la Unión Europea necesitamos  comunicarnos de otra forma con el mundo.

                                                          Juan Ángel Peña Enríquez 

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