domingo, 30 de noviembre de 2014

326.- LA TEOLOGÍA Y FILOSOFÍA AMERICANA

OJOS TAPATÍOS
 Y EL DESPERTADOR AMERICANO
  La revolución de la nueva era digital  necesita de teórico se ideólogos de la información y comunicación que analizan con detenimiento y profundidad los profundos cambios que se están gestando en el hombre, familias, pueblos y naciones mediante la construcción de la esplendorosa aldea global, por ello Ojos Tapatíos despiertan a la luz de esta nueva era.
  Un paso preliminar es hacer una evaluación crítica de los medios tradicionales  como cine, periódico, radio y televisión  que fueron decisivos  en la formación del siglo XX, esta comprensión nos permitirá visualizar algunas líneas proyectivas de la era digital.
  Francisco Peña en su proyecto de Ojos Tapatíos nos presenta el tema “ El apagón ilógico analógico”  el apagón analógico en México  donde en un año electoral se regalaran millones de televisiones  y la esposa de Peña Nieto es un producto de Televisa, la poderosa empresa que dominio  y moldeaba bajo sus programa s y su escala de valores  el tipo de sociedad mexicana, grande es esta responsabilidad  por el que enfrentarán un juicio severo  tanto histórico como divino  siendo que la televisión ha sido tan solo un instrumento de gobierno  para la enajenación y manipulación, no para la educación y la difusión de auténticos valores  que humanicen nuestra sociedad.
  Si el cine mexicano en su época de oro con sus limitantes presentaba al hombre mexicano, la televisión tiene por objetivo su destrucción, presentando como hemos dicho a un hombre débil y ridiculizado , por ello el tema principal de Televisa (El Canal de las Estrellas)  era hacer de la estupidez e idiotez  héroes nacionales, de lo ridículo la diversión y el entretenimiento  y ello explica la desmoralización de la sociedad mexicana , los modelos de conducta los define Televisa, hemos de ver en nuestra vida la influencia de la televisión  y ciertamente que nos quedaremos sorprendidos  al descubrir que somos simples títeres que juegan con nuestros afectos y sentimientos.
   Hoy sufrimos en México los estragos de la inseguridad  y la violencia  y son en efecto frutos de las generaciones gestadas por los medios de comunicación , difusores incansables de la cultura de la violencia y de la muerte, veamos por ejemplo el tema de las películas  en que los criminales despiadados son héroes que se celebran, en la televisión la forma tan superficial en que tratan la sexualidad humana, el mensaje de las canciones, el periodismo al servicio del Estado y los grupos de poder  sin ningún compromiso social , por tal razón  si no tenemos medios de comunicación constructores  la sociedad es tan solo un reflejo de los mismos, toca ver en esta nueva tarea la forma en que la era digital  reforma, destruye, reconstruye, renueva, elimina, democratiza o socializa los medios de comunicación tradicional .
  Dentro de la Teoría de Redes y de Grupos Tapatíos  que busca crear a teóricos e ideólogos , dentro de este modelo teórico interpretativo  de la era digital  poco nos ha de preocupar si esto se extiende por las redes o tiene unos cuantos “me gusta” , el poder y la fuerza del Evangelio no se mide  con tales parámetros, de hecho poca levadura fermenta toda la masa  y no es esto para difundirlo con trompetas pues nada debe saber la mano izquierda lo que hace la derecha , la interpretación teológica  de la era digital  no se  sujeta a sus criterios, de otro modo entraríamos al juego del poder  del nuevo orden mundial, la globalización digital.
  Si filosófica y teológicamente vemos al influencia y el poder de los medios de comunicación en el siglo XX, hemos de prestar mayor atención a los retos y desafíos de la era digital  que tocará en gran parte conformar la sociedad del siglo XXI, las visiones del hombre, la antropología postmoderna  queda condicionada al universo digital , la universalización y globalización , esto tiene que ser una cuestión de seguridad nacional dado los profundos cambios en la política y en las relaciones internacionales.
  De esa antropología pasamos ahora a la cuestión social  desde el punto de vista teológico: La Doctrina Social de la Iglesia, el compromiso de la Iglesia Latinoamericana  en la construcción de la sociedad , este concepto social sembrado en las distintas conferencias y documentos Episcopales  latinoamericanos, aquí avanzamos en dos líneas: una es la antropología del hombre Americano  y otra más clara y precisa: La Doctrina Social , la Filosofía Social Americana, en este proceso pastoral se avanza un poco más en la aplicación de esa Doctrina Social, concretamente en Latinoamérica se vieron las Comunidades Eclesiales de Base  como futo del Concilio Vaticano II, la acción Pastoral de Juan Paulo II y ahora confirmada por el Señor en Papa de América, el Papa Francisco donde América toma una atención y una responsabilidad particular, sin embargo tales Comunidades Eclesiales de Base en Sudamérica: Brasil, Colombia, Perú, Etcétera, se distorsionan con la Teología de la Liberación, vemos aquí la diferencia entre la Teología de la Liberación y la Teología social,  esta última cimentada solida y fielmente sobre la Doctrina Social de la Iglesia , el magisterio de la Iglesia .
 La Iglesia tiene entonces una opción preferencial por los pobres  y por su identidad y naturaleza una misión social, la Iglesia y su relación inseparable con la sociedad. , la Iglesia es en sí misma (o debería de ser) un modelo ejemplar de sociedad.
 Las visiones antropológicas  y la visión social en su conjunto se contraponen al individualismo agresivo del modelo neoliberal  cuyos principios son: el lucro, la ganancia, el placer, la comodidad individual, la riqueza,  Etc. antivalores que ocasionan la pobreza y la injusticia  del hombre contra el hombre, los grandes problemas sociales, este modelo neoliberal  y sus antivalores fueron difundidos por billones de mensajes en la radio, periódico, cine y televisión, con ello tenemos a la sociedad de consumo, a la sociedad decante, al hombre indiferente e insensible ante el dolor y el sufrimiento del hombre, ante la pobreza de grandes sectores de la población, la desaparición de especies, la destrucción de la tierra, son ellos los profetas y sacerdotes de la sociedad de consumo, del mundo feliz ahogados en  el placer y las drogas, en la comodidad y el confort de la abundancia de las plazas comerciales., toca a la Iglesia el envío de esos profetas que anuncian y denuncian los ídolos  y dioses nuevos de nuestra sociedad, el hombre asombrado de sus propias obras y objetos tecnológicos, necesitamos nuevas visiones de hombres, nuevos modelos de sociedad, esa es la responsabilidad y respuesta que ha de dar la Iglesia con el Papa Latinoamericano, la aplicación fiel y oportuna de la Doctrina Social de la Iglesia y de los principios mismos del Vaticano III en esa aventura maravillosa de la Nueva Evangelización., esa Teología Americana se cimienta sobre la Doctrina Social y la antropología cristiana, la filosofía antropológica del nuevo hombre americano.

                        Juan Ángel Peña Enríquez


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