domingo, 24 de mayo de 2015

372.- PRIMAVERA FILOSÓFICA MEXICANA

PRIMAVERA FILOSÓFICA MEXICANA
las fotografías de este video han sido tomadas de:
www.suinspiracionesfrida.blogspot.mx

  Es difícil pensar en la felicidad del hombre sin la radio, el cine, la televisión, video juegos, las millones de canciones y películas, la sociedad de consumo, la felicidad es un producto en bolsas, paquetes y botellas desechables que se compran en los santuarios de los supermercados.
  Los artistas, los ídolos, son la imagen del éxito y la felicidad, curiosamente esos que ofrecen la felicidad son los seres más infelices y desdichados de la  tierra, simplemente veamos las estrellas luminosas de Hollywood, celebridades que con todo terminan muchos de ellos en desgracia.
  Por lo tanto hemos de ser cautelosos en nuestra admiración e idolatría  de los ídolos  viejos del siglo pasado, de la sociedad del espectáculo.
  Para la siembra y cultivo de la Primavera Filosófica Mexicana me hace recordar un poco los pequeños y bellos jardines japoneses, Japón, una isla pequeña con muy poca tierra para el cultivo y hacen de esos pequeños espacios toda una arte y México que es inmensamente rico en ecosistemas  únicos en el mundo  desprecia toda esa riqueza.
  El jardín japonés  al igual que el té  en las culturas orientales es todo un rito, de silencio y meditación, la quietud de los deseos  y las pasiones del hombre, valores o estados que mucho necesita el excitado y violento macho mexicano.
 Esa paz y quietud buscados infructuosamente por Jobs fundador de Apple en los  Hare Krisna, en las doctrinas de la India, como los rockeros como los Beatles, es decir la felicidad de la contracultura en el mundo feliz, los happy o hippies  que renegaban como rebeldes contra el modelo de la sociedad y cultura norteamericana.
  El jardín japonés lo interpretamos como un pequeño mundo natural  al  que ingresa el hombre, se ve a la naturaleza como un santuario  al que se le debe respeto y es esa la característica de su saludo oriental  al inclinar la cabeza.
  Por tal razón para la siembra y cultivo de esa Primavera Filosófica Mexicana trabajamos sencillamente en el diseño de un pequeño jardín mexicano que sea toda una arte y un ritual, una invitación al silencio, al encuentro y la contemplación , sea una síntesis de la gran riqueza de los ecosistemas mexicanos  ahora gravemente amenazados.
   El animalero Disney como hemos expresado no ha llevado a una mayor conciencia ambiental, a una preocupación y responsabilidad ecológica, por el contrario, se supone que los animales Disney viven plenamente felices divirtiendo a los hombre, porque si hablan y actúan como los hombres entonces viven en el mismo confort y comodidad, al igual que las sociedades de los  perros en las grandes ciudades que son indiferentes a las miles de especies que desaparecen dramáticamente.
  El cultivo o sentido  ideológico de las Primaveras del mundo: La Primavera Árabe, los Indignados, Ocuppy Wall  Street, Ocuppy Fráncfort, los movimientos estudiantiles y todos y cada uno de los movimientos  a inicio de este nuevo milenio y siglo del que la Iglesia ha de estar atenta  para acompañarlos e iluminarlos cuando sus reclamos sean una mayor libertad, derecho y dignidad de todo ser viviente de la tierra, la felicidad ya no solo se reduce al hombre.
   El jardín mexicano que sintetiza   esa primavera termina con el antropocentrismo agresivo, la vida exclusiva del hombre para abrirse a miles de forma de vida que por siglos han sido exterminadas ante la práctica del terrorismo  del hombre, los animales se horrorizan ante la presencia del hombre, su presencia es solo destrucción y muerte. .
  La mística y espiritualidad del jardín mexicano que como motor y engranaje se mueve conforme a esa maquinaria cósmica  de fuerzas colosales en la que el hombre y sus máquinas son tan solo una partícula de polvo, la dimensión humana  real en la escala del universo.
  El jardín mexicano es entonces un espacio de silencio y contemplación, un pequeño santuario que abona la reflexión filosófica, eso para cambiar esa imagen degradante de que muestran al mexicano dormido bajo un nopal, el nopal en México simboliza el desierto, el desierto frente a una sociedad de la abundancia y el derroche, el desierto en medio de  las grandes ciudades, el jardín mexicano como  fina arte de cultivar primaveras.
  La encíclica del Papa Francisco sobre las cuestiones ambientales  nos ayuda mucho a fortalecer la Primavera Filosófica y Teológica Mexicana , el cultivo de la meditación y el análisis crítico , entonces se desinflarán  y desquebrajarán por sí mismos los ídolos de la felicidad  de la sociedad del espectáculo  y el hombre  comenzará a ser feliz por sí mismo , ha alcanzado la verdad  y la libertad , los invitamos a este nuestro sencillo jardín mexicano  aprendiendo la fina arte del cultivo de las primaveras en estos campos  nuevos  al amanecer luminoso de este nuevo milenio y siglo.
        Juan Ángel Peña Enríquez
 

  

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