miércoles, 27 de mayo de 2015

373.- EL HOMBRE DEL NUEVO MUNDO

EL HOMBRE DEL NUEVO MUNDO

   Si un francés, alemán, italiano o americano  presenta cualquier cosa, se le pone atención, se le celebra y aplaude, en cambio si un mexicano  trata de hablar de filosofía, lo desprecian y se burlan de él, él no tiene siquiera el derecho de tratar de entenderse o explicarse  a sí mismo, está  activo en ellos la supuesta superioridad de su raza, las categorías mentales de los súper hombres.
  Ellos tienen un concepto equivocado del mexicano, el mexicano es una graciosa curiosidad antropológica, infantil, caricaturizado, un objeto de estudio que se quita y se pone a voluntad, por eso les irrita nuestra irreverencia.
  La llegada de un Papa Latinoamericano cambia radicalmente estas visiones, el Papa Francisco representa al Señor de las  burlas y los azote, al Rey con una corona de espinas, sin palacios y sin ejércitos, sin  riqueza, que lava los pies a sus discípulos y es piedra de tropiezo y escándalo  y es la base o cimiento sobre el cual construimos, base inconmovible, no es entonces el dominio o el aplauso sino el servicio a los más pobres excluidos , por eso el Papa Francisco habla de una Iglesia Pobre  para los pobres, rechazo por lo mismo esos privilegios y se hospeda como un sencillo peregrino en el Vaticano, los palacios de los principies de la curia romana,  que es un reflejo de los  reyes y palacios de la vieja Europa que les agradaba tener esclavos y colonias.
  Dicen ellos, los superhombres: ¿Cómo es posible que los pueblos del tercer mundo sean tan pobres e ignorantes?:  Será quizá porque esos pueblos sufren por siglos el colonialismo, esclavitud y exterminio, la explotación, las guerras, los despojos de los súper hombres del primer o viejo mundo, por eso el Papa Francisco por Providencia de Dios viene de aquellos mundos desconocidos.
  Dicen los norteamericanos sentir un gran desprecio por los mexicanos barbaros y brutos al igual que todos los latinoamericanos:  ¿Por qué no hacen una lista  de la historia de dominio, de sus  intervenciones militares, de tratados injustos, de destrucción sistemática de nuestra cultura, educación, de nuestra industria y comercio debido a su sistema e influencia, a sus colonialismo  que han desbastado a nuestros pueblos? Nuestra pobreza tiene una explicación y ellos en gran parte son la respuesta. Pero más que buscar culpables de nuestra desgracia hemos de ver nuestra propia responsabilidad, nuestras propias fallas en la Iglesia, en la educación, en la cultura, en la familia, en nuestra persona para poder reorientar nuestro proceso histórico milenario  hacia nuevos caminos y horizontes.
  Ciertamente que tienen una visión equivocada del hombre latinoamericano, porque en efecto, si tuvieran una visión más justa  comprenderían que México  y su historia y cultura milenaria   es un punto fundamental para  entender el hombre del nuevo mundo, el hombre americano, por ello la Filosofía Mexicana del nuevo milenio y siglo parte de una antropología Americana, el valor real y original del hombre del nuevo mundo. Esa visión equivocada del viejo mundo es una continuidad de ese colonialismo  conquistador y explotador, si los mexicanos eran seres  brutales e infernales  eso justifica su destrucción y un holocausto inimaginable, los colonialismo, por cierto esa brutalidad de los aztecas es un poco menor que la de los nazis en la era del progreso y desarrollo.
  Esa Nueva Evangelización trata de reparar esos graves errores y crímenes de la primera o vieja evangelización.
  Tres ejes fundamentales se determinan a partir del Concilio Vaticano II  para emprender la misión de la Nueva Evangelización: Cristo, Iglesia y Hombre, la antropología cristiana, que toma ante el nuevo mundo, ante el hombre americano una particular significado que no puede ser explicado o interpretado por los modelos y esquemas del viejo mundo, el vino nuevo en odres viejos, por ello nuestra cultura no es un remiendo de una tela nueva sobre una tela vieja.
   Por lo antes expresado   es sumamente desagradable cómo en ese colonialismo  centenario, ese mestizaje doloroso  en México buscan que el arte, cultura, música, pintura, literatura, Etc. sea una burda copia de los países del viejo mundo, de Francia, Italia, Alemania, Holanda, Etc.
  Por eso la Antropología Americana parte necesariamente de la comprensión plena de ese hombre del nuevo mundo reafirmando su originalidad  en consecuencia para plasmarlo necesita un nuevo modelo histórico  propio, esa visión antropológica la hemos delineado en el Hombre de Fuego  cuya luz  enciende un Renacimiento Cultural Americano, ese fuego que funde las razas, el mestizaje  y moldea esa imagen del hombre nuevo.
  Hemos de cuidar en extremo que esto no se vuelva un indigenismo radical o un naturalismo o ecologismo fundamentalista, por eso nuestra insistencia en que esta antropología no es una vuelta al pasado histórico  sino la construcción de las ciudades y sociedades del futuro, son modelos futuristas más que aspectos folklóricos por los que somos conocidos.
  Esta Antropología Americano, del  hombre del nuevo mundo tiene ante sí un reto y un desafío, la reconciliación entre el hombre del norte y el hombre del sur, los mexicanos emigrados hacia los Ángeles han emprendido otro camino de mestizaje, la globalización plantea nuevos conceptos de razas y fronteras y la Unión Europea emprende también un doloroso  y margo camino ya experimentado por México por 500 años: el mestizaje, el mestizaje de la Unión Europea es sumamente complejo dado la diversidad de lenguas y culturas, el proceso de integración de América se mira mucho más fácil y sencillo que la Unión Europea, América habla casi todos ellos una sola lengua y tiene más o menos la misma historia,  nuestra responsabilidad mayor es que concentra el 60 por ciento de los católicos en el mundo  mientras que en Europa el catolicismo y sus catedrales es parte de los museos como expresa el filósofo Antonio Rojas, Dios en la construcción  del nuevo milenio y siglo , el fin del centralismo teológico  del viejo mundo, el nuevo mundo , el hombre nuevo tiene ante sí una gran misión y una gran responsabilidad, nuestros vecinos, amigos y familiares norteamericanos plantean insistentemente el nuevo orden mundial, dicen ellos que América para los americanos, la construcción de esa Unión Americana en la era digital supuestamente la libertad de expresión,  aspectos que analizaremos  su profundidad Dios mediante con los filósofos y monjes  tapatíos  de Oblatos.


                                   Juan Ángel Peña Enríquez

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