EL HOMBRE DEL NUEVO MUNDO
Si un francés, alemán, italiano o americano presenta cualquier cosa, se le pone atención,
se le celebra y aplaude, en cambio si un mexicano trata de hablar de filosofía, lo desprecian y
se burlan de él, él no tiene siquiera el derecho de tratar de entenderse o
explicarse a sí mismo, está activo en ellos la supuesta superioridad de su
raza, las categorías mentales de los súper hombres.
Ellos tienen un concepto equivocado del
mexicano, el mexicano es una graciosa curiosidad antropológica, infantil,
caricaturizado, un objeto de estudio que se quita y se pone a voluntad, por eso
les irrita nuestra irreverencia.
La llegada de un Papa Latinoamericano cambia
radicalmente estas visiones, el Papa Francisco representa al Señor de las burlas y los azote, al Rey con una corona de
espinas, sin palacios y sin ejércitos, sin riqueza, que lava los pies a sus discípulos y
es piedra de tropiezo y escándalo y es
la base o cimiento sobre el cual construimos, base inconmovible, no es entonces
el dominio o el aplauso sino el servicio a los más pobres excluidos , por eso
el Papa Francisco habla de una Iglesia Pobre para los pobres, rechazo por lo mismo esos
privilegios y se hospeda como un sencillo peregrino en el Vaticano, los
palacios de los principies de la curia romana, que es un reflejo de los reyes y palacios de la vieja Europa que les
agradaba tener esclavos y colonias.
Dicen ellos, los superhombres: ¿Cómo es
posible que los pueblos del tercer mundo sean tan pobres e ignorantes?: Será quizá porque esos pueblos sufren por
siglos el colonialismo, esclavitud y exterminio, la explotación, las guerras,
los despojos de los súper hombres del primer o viejo mundo, por eso el Papa
Francisco por Providencia de Dios viene de aquellos mundos desconocidos.
Dicen los norteamericanos sentir un gran
desprecio por los mexicanos barbaros y brutos al igual que todos los
latinoamericanos: ¿Por qué no hacen una
lista de la historia de dominio, de sus intervenciones militares, de tratados injustos,
de destrucción sistemática de nuestra cultura, educación, de nuestra industria
y comercio debido a su sistema e influencia, a sus colonialismo que han desbastado a nuestros pueblos?
Nuestra pobreza tiene una explicación y ellos en gran parte son la respuesta.
Pero más que buscar culpables de nuestra desgracia hemos de ver nuestra propia
responsabilidad, nuestras propias fallas en la Iglesia, en la educación, en la cultura,
en la familia, en nuestra persona para poder reorientar nuestro proceso histórico
milenario hacia nuevos caminos y
horizontes.
Ciertamente que tienen una visión equivocada
del hombre latinoamericano, porque en efecto, si tuvieran una visión más justa comprenderían que México y su historia y cultura milenaria es un punto fundamental para entender el hombre del nuevo mundo, el hombre
americano, por ello la Filosofía Mexicana del nuevo milenio y siglo parte de
una antropología Americana, el valor real y original del hombre del nuevo
mundo. Esa visión equivocada del viejo mundo es una continuidad de ese colonialismo conquistador y explotador, si los mexicanos
eran seres brutales e infernales eso justifica su destrucción y un holocausto
inimaginable, los colonialismo, por cierto esa brutalidad de los aztecas es un
poco menor que la de los nazis en la era del progreso y desarrollo.
Esa
Nueva Evangelización trata de reparar esos graves errores y crímenes de la primera
o vieja evangelización.
Tres ejes fundamentales se determinan a
partir del Concilio Vaticano II para
emprender la misión de la Nueva Evangelización: Cristo, Iglesia y Hombre, la antropología
cristiana, que toma ante el nuevo mundo, ante el hombre americano una
particular significado que no puede ser explicado o interpretado por los
modelos y esquemas del viejo mundo, el vino nuevo en odres viejos, por ello
nuestra cultura no es un remiendo de una tela nueva sobre una tela vieja.
Por lo
antes expresado es sumamente
desagradable cómo en ese colonialismo
centenario, ese mestizaje doloroso
en México buscan que el arte, cultura, música, pintura, literatura, Etc.
sea una burda copia de los países del viejo mundo, de Francia, Italia,
Alemania, Holanda, Etc.
Por eso la Antropología Americana parte
necesariamente de la comprensión plena de ese hombre del nuevo mundo
reafirmando su originalidad en
consecuencia para plasmarlo necesita un nuevo modelo histórico propio, esa visión antropológica la hemos
delineado en el Hombre de Fuego cuya
luz enciende un Renacimiento Cultural Americano,
ese fuego que funde las razas, el mestizaje
y moldea esa imagen del hombre nuevo.
Hemos de cuidar en extremo que esto no se vuelva
un indigenismo radical o un naturalismo o ecologismo fundamentalista, por eso
nuestra insistencia en que esta antropología no es una vuelta al pasado histórico sino la construcción de las ciudades y
sociedades del futuro, son modelos futuristas más que aspectos folklóricos por
los que somos conocidos.
Esta Antropología Americano, del hombre del nuevo mundo tiene ante sí un reto
y un desafío, la reconciliación entre el hombre del norte y el hombre del sur,
los mexicanos emigrados hacia los Ángeles han emprendido otro camino de
mestizaje, la globalización plantea nuevos conceptos de razas y fronteras y la
Unión Europea emprende también un doloroso y margo camino ya experimentado por México por
500 años: el mestizaje, el mestizaje de la Unión Europea es sumamente complejo
dado la diversidad de lenguas y culturas, el proceso de integración de América
se mira mucho más fácil y sencillo que la Unión Europea, América habla casi
todos ellos una sola lengua y tiene más o menos la misma historia, nuestra responsabilidad mayor es que
concentra el 60 por ciento de los católicos en el mundo mientras que en Europa el catolicismo y sus
catedrales es parte de los museos como expresa el filósofo Antonio Rojas, Dios
en la construcción del nuevo milenio y
siglo , el fin del centralismo teológico
del viejo mundo, el nuevo mundo , el hombre nuevo tiene ante sí una gran
misión y una gran responsabilidad, nuestros vecinos, amigos y familiares norteamericanos
plantean insistentemente el nuevo orden mundial, dicen ellos que América para
los americanos, la construcción de esa Unión Americana en la era digital
supuestamente la libertad de expresión, aspectos que analizaremos su profundidad Dios mediante con los filósofos
y monjes tapatíos de Oblatos.
Juan Ángel
Peña Enríquez
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