FLORECIMIENTO DE LA
PRIMAVERA TEOLÓGICA AMERICANA
El Papa Francisco (cuyo nombre se debe a San
Francisco de Asís que le caracterizaba
la pobreza ante una Iglesia ostentosa y
la hermandad universal que profesaba)
según han anunciado prepara una encíclica sobre la cuestión ambiental,
vemos en ello el florecimiento, la primavera teológica Americana, la siembra
paciente de la Buena Nueva en la nueva
era.
El hombre de ahora presenta una
deshumanización y una desnaturalización
ante el agotamiento de los sistemas ideológicos y económicos como el neoliberalismo
y el marxismo comunismo, una era de crisis.
En esa cuestión de desnaturalización vemos
el rompimiento del hombre con lo natural, con el orden y armonía biológica en
sí mismo.
Antes de ello hemos de decir que el modelo de la Unión Europea modifica la
historia y la geopolítica mundial, la emigración y los intercambios en todos los sentidos a pesar de las diferencias históricas,
sociales, políticas y culturales. La
Unión Europea ante el nuevo milenio y
siglo emprende un camino distinto a la
primera Guerra Mundial, es decir la Unión Europea da un paso decisivo en el camino de la paz
que le garantiza estabilidad y desarrollo
mientras que Latinoamérica ve a
Estados Unidos como el principal de sus enemigos y causa de todos sus males y
pobreza, de los golpes de Estado, de los gobiernos militares y de las mismas razones
del narcotráfico. La unificación de las economías consolidando el Euro y debilitando cada vez más el dólar, el poder
e influencia de los Estados Unidos.
La visita del Papa a Estados Unidos, la
primera que realiza a América está
cargada de grandes significados,
clarificar ese avance de la gran Familia
Americana, ese cambio de relaciones y de
visiones.
El modelo antropológico, filosófico y
teológico del hombre americano está
fragmentado entre el norte y el sur, el primer mundo y el sub desarrollo, la
construcción de una Unión Americana debe
de superar esas fronteras y diferencias , naturalmente que el modelo de la
Unión Europea es totalmente distinto es inaplicable en América sin embrago dada
las semejanzas, lenguas e historia de los pueblos latinoamericanos la Unión de
América puede ser más sólida que la Unión Europea y sin duda la Iglesia es
clave fundamental en este proyecto.
Debido a las grandes diferencias históricas y económicas se necesita un nuevo modelo
histórico que supere y deseche el modelo del materialismo histórico del
marxismo que impactó fuertemente en Latinoamérica teniendo como cabeza a Cuba ,
esa historia con sus grandes tesoros como los tiene México, la antropología
americana está ligada a esas profundas raíces históricas, cuestión que no tiene
los Estados Unidos, siendo un país de emigrantes de las más diversas naciones,
tal diversidad étnica muestra una gran
fortaleza y al mismo tiempo una gran debilidad, una sociedad que al no tener
historia se proyecta enteramente al futuro por la vía del desarrollo industrial
y tecnológico como garantía de su
futuro y al mismo tiempo la negación y
destrucción del pasado, de la antropología, de la historia, del pasado y su
riqueza natural al que consideran
primitivo y salvaje como sus indígenas a los que los destina a reservas, tales pueblos
indígenas de Norteamérica no alcanzaron el desarrollo de los aztecas o
de los incas , la Iglesia ha de cambiar estos conceptos históricos y sociales
de Latinoamérica, en resumen como expresan las conferencias episcopales
latinoamericanas, el fiel cristiano ha de ser un constructor o reconstructor de
la historia, tal análisis y modelo histórico ha de prescindir de la teoría y praxis
marxista, es por ello la originalidad de
la antropología e historia de América, y dado los tesoros históricos milenarios
de México toca a ellos desarrollar esos modelos históricos interpretativos, la
filosofía de la historia mexicana que refleja en gran parte esa visión
americana.
San Francisco de Asís y su hermandad universal, la cuestión
ecológica y ambiental que ha de unir
pueblos y naciones ya que los vientos y
mares no tienen fronteras ni la luz del sol distingue fronteras ni entre ricos
y pobres, esto une pueblos y naciones, humaniza y naturaliza al hombre que se
vuelve un contrapeso a la idolatría industrial
y tecnológica, la adoración de las propias obras del hombre, este naturalismo
cristiano que hermana al hombre a las maravillas de Dios Creador, Obras de
sus manos que se desbordan de prodigios
, la historia y la riqueza natural de
los pueblos , la humanización y naturalización del hombre, los misticismo del
ecologismo cristiano encontrando en los
paisajes y santuarios naturales el silencio y la contemplación
Tal naturalismo no ha de ser igual que la importancia
histórica, es decir un refugio para huir del futuro, del mundo sino más bien,
tanto la historia como la ecología o
riquezas naturales son precisamente para
proyectarse al futuro, para la construcción de las ciudades al futuro, temas
que ya hemos abordado al definir una
nuevo urbanismo y una nueva arquitectura
que haga posible esa Nueva Guadalajara que tiene como eje rector las riqueza
ambiental de su Barranca, esas sociedad del nuevo milenio y siglo, el cristiano
entonces no habla de un pasado sino más bien de un futuro por tal razón siendo vanguardia ha de
discernir las tendencias y profundidades de los avances tecnológicos, planes y
proyectos a corto mediano y largo plazo de la era digital , esto implica una enorme conciencia y una gran responsabilidad, los estilos de
vida de los cristianos en medio de la
sociedad de consumo, los santuarios naturales
amenazados por el crecimiento caótico y brutal de las grandes ciudades,
las fuerzas, orden y belleza de los ecosistemas naturales que hacen posible la
vida del hombre , la hermandad universal de San Francisco ha de unir al hombre en la preocupación del destino de un planeta que todos
compartimos y que desgraciadamente está
gravemente amenazado precisamente por el hombre , el cambio climático y el
calentamiento global llama fuertemente
nuestra atención y responsabilidad , la contaminación , la desaparición
acelerada de miles de especies, en este sentido urgentemente ha de florecer la
primavera teológica americana que se sume a los indignados del mundo
Juan Ángel
Peña Enríquez
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