domingo, 11 de enero de 2015

339.- FLORECIMIENTO DE LA PIMAVERA TEOLÓGICA AMERICANA

RESPLENDOR DE LA PRIMAVERA  TEOLÓGICA AMERICANA

  La relación o más bien continuidad entre el calendario astronómico y el calendario Litúrgico, unen al hombre con el cosmos, precisamente estamos celebrando la Epifanía del Señor, aquellos hombre que ven con cuidado los acontecimientos del cielo  y encuentran la verdadera Luz, esto nos revela la armonía y orden del cosmos, la luz del hombre  y al mismo tiempo la oscuridad y ceguera de los gobernantes como Herodes  incapaces de levantar su mirada al cielo.
   Los anteriores aspectos para el fiel laico son los signos de los tiempos  expresados en los acontecimientos astronómicos  y naturales, las hojas que se caen anunciando la llegada del invierno, el color del cielo anunciando las tormentas, los signos de los tiempos  que despiertan al hombre, a estar en una continua vigilancia , el despertar de Ojos Tapatíos, a esta Epifanía de Luz anunciada  en el cosmos, estos hombres venidos del Oriente, ciertamente en el Valle de Atemajac  donde está asentada Guadalajara  el sol sale por el oriente, ese es el significado de Tonalá “por donde el sol sale”  el tonalpohualli, el calendario solar, también hacia el oriente está la Luz del Mundo  como acontecimiento teológico que ensombrece la Guerra Cristera  como dialéctica teológica tapatía que se ha de resolver precisamente a partir de la comprensión de la luz como es la tarea de Ojos Tapatíos de Francisco Peña.
   Bien, tenemos el orden natural  calculado en el calendario, por tal razón esos signos de los tiempos  en nuestra sociedad de ahora se expresan desde los acontecimientos naturales, el cambio climático o calentamiento global debido principalmente a millones y millones de automóviles  que emiten gases y parece que esto no tiene la menor preocupación e importancia , en este sentido se ha de fundamentar las primaveras del mundo , los indignados de nuestra sociedad donde los fieles cristianos deberían de ser los primeros.
  La primavera teológica constituye un arco iris de protección, la alianza hecha por el Señor  para conservar todo tipo de vida, la del hombre y toda clase de especies, porque la vida del hombre depende directamente de esas otras formas de vida  por muy insignificante que parezcan.
  Esa alegría en el corazón del  hombre al ver la serenidad del arco iris  después de la tormenta , la vida amenazada  puede ahora continuar , la creación, la vida  no puede ser destruida, el Arca de Noé es una imagen de la Iglesia , el arca es el fundamento central de la teología ecológica, la vida del hombre y de todas las especies , las obras de los hombres para la conservación de la vida, no de su destrucción, dirán que esto es un mito, en efecto, eso mismo decían aquellos que perecieron, los profetas de la sociedad de consumo  prometen un mundo feliz no de las catástrofes o destrucción o muertes de miles de especies, la propia amenaza de la vida del hombre, ese cambio climático está causando la muerte de muchos hombres.
   Se ha de replantear el racionalismo y el pensamiento científico, su escala de valore, sus principios éticos y morales, la humanización de la ciencia y la tecnología, la naturalización del desarrollo urbano, esto replantea el concepto de “progreso” y “desarrollo”
                                        Juan Ángel Peña Enríquez


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