EL
TEQUILA Y EL CHOCOLATE MEXICANO
LA
FRIALDAD Y SOLEDAD DEL HOMBRE
El neoliberalismo tiene como bandera la
“Libertad” total y absoluta, ante esa libertad por ejemplo del mercado el propio Estado es una empresa, la poderosas
trasnacionales, esto es falso, el reciente rescate de la grandes empresas como
la automotriz y de los propios
bancos por parte de Obama demuestra esas
falacias de la economía, el derrumbamiento del propio neoliberalismo como
sistema pragmático.
Ese mismo concepto de la libertad
del hombre ante el Estado demuestra su
equivocación según lo ha revelado Snowden, hoy más que nunca debido a las
nuevas tecnologías el Estado tiene
control sobre los ciudadanos, el internet cuyos servidores centrales
están en los cuarteles policiacos y militares del Pentágono, en esto vemos
un tema central de la filosofía mexicana
posmoderna: La Libertad y el internet, todo hombre es sistemáticamente vigilad
para justificar lo anterior se ha
difundido la cultura del miedo y la inseguridad, el Estado cuida al ciudadano
de los miles de peligros, de los temibles terroristas islámicos , para que esto
pueda ser aceptado por la sociedad ante los medios de comunicación como el cine
y la televisión han sembrado por décadas y mediante billones de mensajes la
cultura de la violencia y de la muerte, el miedo y el terror contra el hombre,
el hombre tiene miedo del hombre, las películas son violencia y muerte, estas
escuelas destruyen en el hombre toda unidad y solidaridad, todo encuentro y
diálogo y aún pierde el aprecio por la propia vida porque vivir es un estado de
miedo e inseguridad terrible, ante esto el estado llega como un superhéroe a
salvar a estos miedosos, mediante la vigilancia maternalmente les garantiza su
“seguridad” ¿Es esta la libertad? Si eres vigilado y grabado permanentemente por policías y militares ¿Eres realmente
libre?
El teléfono celular en una ciudad de
millones de habitantes, todos ellos desconocidos y amenazantes, en cada esquina
asecha los hombres malos y el peligro constante según la escuela de Hollywood,
el teléfono celular se vuelve la misma salvación, la llamada urgente de
auxilio, el celular está conectado permanentemente al cuartel policiaco que
vendrán como superman a rescatarlo , los superhéroes policiacos de las series
de televisión, el Estado policiaco y militar
benévolo y protector ante miles
de amenazas y peligros.
En esta libertad plena y absoluta, la
sociedad de consumo, el hombre vale por lo que tiene y no por lo que es, en
esta tierra a florecido el mundo de las drogas, el imperio del narcotráfico
precisamente en el mundo feliz y en la
tierra de la libertad ¿Qué le faltan a sus niños y jóvenes de estas sociedades del primer mundo que
nadan en la abundancia y el derroche para formar parte del mundo terrible de
las drogas? El culto a los placeres del cuerpo y el olvido de su ser y de su
espíritu, hoy en México se vive la Guerra y el terror del narcotráfico, porque
México es el puente de las drogas hacia los Estados Unidos, el país que consume
la mayor cantidad de drogas en el universo, se tiene el narcoterrorismo, la
cultura de la violencia y de la muerte cada vez más terrible, el temor de salir
a las calles, por ello se han de ver a los policías y a los militares como los
nuevos héroes nacionales que enfrentan esta guerra contra las drogas, que
alivio ser monitoreados por los cuarteles policiacos y militares, en realidad
es nuestro propio fracaso y destrucción como personas y como sociedad, estamos
atizando un infierno.
Si el hombre es enemigo terrible del hombre, si todo hombre representa
una competencia al que hay que destruir entonces no puede haber encuentro y
diálogo, sino un individualismo violento,
entonces el hombre en su soledad encontrará la “felicidad” la
“seguridad” en las plazas comerciales, en los supermercados donde hay guardias
y camas de vigilancia por todos lados, la “felicidad” en la soledad y los
abismos de sus propias alucinaciones en las drogas, el individualismo agresivo
neoliberal solo tiene por camino la drogas como el consumo y el placer de sí
mismo, la coronación del egoísmo y la
individualidad total, sin importar lo mas mínimo los demás, solo yo y nadie más
que yo, mi auto, mis cosas, mi cuenta bancaria, mi seguridad personal, todos
los demás son solo enemigos al que hay que destruir o representan una gran
amenaza para mi seguridad , bienestar y
confort, en este mundo solo deben sobrevivir los más fuertes y los más capaces
y eso solo se define en una lucha encarnizada.
El mal en nuestra sociedad, el mal y la oscuridad en el corazón del
hombre, por mucho que se quiera mostrar sonrientes el mundo feliz de las
superpotencias hay en el fondo soledad y frustración, temor y angustia, la
psicología cristina supera infinitamente
cualquier modelo psicológico moderno como el psicoanálisis , San pablo nos
habla de la muerte del viejo yo y el renacimiento del nuevo yo mediante la Cruz
del Señor, nadie tiene el poder para dar muerte al pecado, la Eucaristía es la
misma Cruz, la Cruz sacramentada, dentro de la Teología Mexicana Postmoderna
que parte de la sencillez de la Cocina Mexicana, es decir de aspectos
ordinarios y familiares ve en la Eucaristía ese encuentro del hombre, símbolo
de la paz y la unidad, de la reconciliación, del diálogo profundo y sincero, el
hombre no es enemigo del hombre sino hermano al que se ha de valorar y
apreciar, es un encuentro doméstico que
lo hemos ilustrado con el gabán y el chocolate para hacerlo parte del mundo y
de nuestra vida.
El Pan y el Vino, y de ahí se derivan las mayores profundidad
filosóficas y teológicas , el vino que hace olvidar o morir al viejo yo u
hombre viejo y renace el hombre nuevo o nuevo yo, desde esta luz se interpreta
el tequila mexicano, los hermosos
paisajes agaveros, el tequila asociado a elementos históricos, culturales y
familiares, la fiesta mexicana, símbolo de la unidad y la convivencia de los
hombres, la familia mexicana como un valor extraordinario de nuestro pueblo, el
traspasar esos límites implica, hablar de
los vicios y el alcoholismo que ha desbastado la sociedad mexicana, la
destrucción y la muerte, en si el vino, el tequila es esa muerte del viejo yo,
mal proyectado lo anterior nos emparenta con el propio mundo alucinante de las
drogas que es una confirmación del propio mal y la oscuridad, el terrorismo del
narcotráfico, la muerte del viejo yo es en sí la muerte del egoísmo individual
agresivo del sistema neoliberal que se tiene como estilo de vida exitosa y
triunfante, es dar muerte a ese individualismo y egoísmo para encontrarse con
el otro cara a cara , frente a frente y dar inicio a ese diálogo respetuoso
como sentido mismo de la vida, lo anterior refleja el carácter colorido y
festivo del mexicano, el compadrazgo, los lazos familiares.
Si la Iglesia ha fallado para llevar al hombre su realización plena
mediante la unidad y la solidaridad del hombre, si el hombre no encuentra en la
Iglesia esa solución a su soledad y temor,
entonces el Estado buscará crear esas nuevas familias y fraternidades,
si todo hombre es un peligro según la cultura norteamericana entonces el Estado y sus servidores centrales
de internet en cuartes policiacos y militares
formaran esas nuevas fraternidades, esas nuevas relaciones sociales , el
mediante las nuevas tecnologías creará tus nuevos amigos, vigilara tus
relaciones amistosas, el guardará tus secretos, tu podrás denunciar ante ellos
a las personas malas que buscan hacerte daño y ellos te protegerán y vigilaran tu persona y tus intereses, por fin gracias a
facebook has encontrado la gran fraternidad universal, el mundo feliz, a la
izquierda tienes a un policía y a tu derecha a un militar que estarán siempre a
tu lado como tu inseparable teléfono celular ¿Es esa la libertad? ¿Podemos
dialogar sinceramente teniendo esa vigilancia permanente? ¿Puedes encontrar en
el mundo virtual esos hombres y grandes amigos que diluyen tu soledad y te
hacen profundamente feliz?, paradojas y utopías de las nuevas tecnologías de la
comunicación, conectados al mundo y desconociendo los vecinos de la colonia donde vivimos por décadas, no
sabemos los nombres de los vecinos de a un lado y estamos conectados felizmente
con el mundo.
Juan
Ángel Peña Enríquez
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