jueves, 26 de diciembre de 2013

244.- EL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOGÍA LATINOAMERICANA

EL PAPA FRANCISCO
Y LA TEOLOGÍA AMERICANA
Con mucho aprecio, respeto y agradecimiento a mi hermano Abel Peña
  Es del agrado del Señor ocultar sus misterios a los sabios y entendidos y revelarlos a la gente sencilla, a los despreciados del mundo, los pobres de la tierra, a los del tercer y quinto mundo, a Latinoamérica que concentra más de la mitad de los católicos en el mundo y donde ciertamente se han de cultivar y florecer las nuevas teologías que respondan adecuadamente a los nuevos tiempos y espacios, a las grandes ciudades y los mundos virtuales, a los nuevos milenios y siglos.

  En ese mundo de sencillez podemos abrazar el arte popular mexicano, fruto de ese mestizaje, expresión de la religiosidad popular como síntesis concreta de la antigua evangelización que es necesario purificar y aquilatar, esa arte popular según las líneas de la Antropología Estética Mexicana  es el mismo génesis, la creación del hombre del Valle de Atemajac  con el barro de Tonalá, en esa acción creadora del arte vemos la creación garzas, lagartijas, jirafas y miles de animales más hechos de papel maché, leones de hierro forjado, flores y ranas de vidrio soplado, gallos de colores desconcertantes y el mundo fantástico de Sergio Bustamante en Tlaquepaque, todos ellos subidos en el Arca del Arte popular mexicano que los rescata como Noé de la destrucción, miles de especies gravemente amenazadas y en peligro de extinción, el arte es una forma de rescate y reconstrucción de nuestro mundo, de la creación misma,  del propio hombre, el arte  crea y da libertad al hombre, ese es su sentido revolucionario que ya hemos citado en otras partes , en nuestro caso particular entroncado con los propios ideales de la revolución mexicana y que estamos celebrando precisamente su Centenario.

  Toda esa creación del arte popular mexicana es un derroche de colores chillones, ese sentido festivo y celebrativo del mexicano, la vida es luz y color por ello en la alianza de Dios al terminar el diluvio y posarse el Arca, siendo que el Arca es una figura de la Iglesia, Dios Creador establece una alianza con el hombre visible en un arco iris, la vida es color, una paleta divina de colores, de esa Arca teológicamente se deriva el auténtico ecologismo de la Iglesia y no sea una expresión de la new age, de esoterismos,  subjetivismos o panteísmos de todas formas , la creación de Dios gravemente amenazada ante unos cristianos fríos e indiferentes, si la vida es color, esa indiferencia y frialdad es descomposición y muerte.

  El Papa Francisco en referencia a Francisco de Asís que es analizada muy breve y superficialmente por  el teólogo Leonardo Boff en su libro “Francisco de Roma y Francisco de Asís” que en esta Navidad me facilitó amablemente mi hermano Abel  y que mucho agradezco,  el Teólogo de la Liberación Leonardo Boff como franciscano plantea inicialmente la teología ecológica cristiana  desde la propia vida y misión de San Francisco de Asís que hablaba de una hermandad cósmica, el hermano sol, la madre tierra, por cierto aspectos muy semejantes a la propia y muy rica cultura prehispánica de nuestros pueblos, estos aspectos de la vieja evangelización deben de ser analizados cuidadosamente y bajo la luz de la fe para que tal aspecto en las tendencias hacia la nueva evangelización no se entiendan como un regresado al pasado como si la Iglesia fuera un enemigo del mañana, del propio progreso y la modernidad.

  Por ello ante este nuevo milenio y en camino hacia la Nueva Evangelización  hemos de definir nuevas Órdenes y Misiones , nuevos monasterios y misticismos en el campo propio de la vocación y misión de los laicos que tiene la encomienda del ordenamiento de las realidades temporales, en medio del siglo y del mundo según las líneas de nuestros queridos padres del Concilio Vaticano II, la Iglesia como Madre gesta  o crea en sus seno estas nuevas expresiones adecuadas a  los nuevos  tiempos  y capacitada plenamente para responder a los problemas e inquietudes de las nuevas generaciones.

   Esas Nueva Órdenes, Monasterios y Misiones laicales en medio del mundo deben de reafirmar la Teología Popular latinoamericana, la Iglesia del Pueblo, la Iglesia de los Pobres  según el Papa Latinoamericano, hablamos de la teología barrial y popular en contraposición a la aristocracia teológica europea, a los príncipes de la Iglesia que viven en ostentación y a la propia Reforma de la Curia Romana que en medio de lujos poco les importa el sufrimiento de millones de hombres sumidos en atroz miseria, la Iglesia como una burocracia y una agencia, esta es la Reforma del Papa Francisco.

  Vemos el proceso acelerado de la destrucción de los pueblos, entre ellos la cultura mexicana en lo que fue la conquista y la colonia y ahora enfrentando las graves amenazas de las nuevas culturas dominantes globalizadas, la cultura urbano industrial en manos de trasnacionales, de la información y comunicación, la escala absurda de valores de la sociedad de consumo. En otra parte habíamos planteado el proyecto de la Catedral de Basura,  los nuevos misticismos ante la sociedad del placer instantáneo y desechable, en ello vemos estos nuevos hábitos y misticismos, de sus desechos hemos hecho teóricamente Monasterios y Catedrales de Basura, sus columnas, cúpulas y vitrales, sus vitrales de millones de botellas de vidrio de Coca Cola, el mundo dulce, el mundo feliz,  el mundo Coca Cola, la misma chispa de la vida el génesis de la sociedad de consumo ,  esto según algunas interesantes tesis del Ilustre Felipe Nuño, estos monasterios y catedrales poco se parecen a las construidas por los antiguos evangelizadores franciscanos.

  San francisco de Asís creó los Nacimientos, los nacimientos que vemos  ahora en Navidad y que han sido desplazados por el Santa Claus o la Coca Cola personificada  alcanzando grados místicos y religiosos como  ejemplo máximo  del éxito mercantil y de la sed inextinguible de la sociedad de consumo, lo mismo que el árbol de navidad que es típico de los países del norte de América y Europa que suelen tener grandes bosques cubiertos de nieve y que poco tienen  que ver con el clima y vegetación de México o Latinoamérica, los Nacimientos Mexicanos  que es un tesoro del arte popular mexicano, una  forma didáctica de la vieja evangelización, hacia ese nacimiento en una cueva o pesebre peregrina toda la creación y todos los pueblos y naciones representados en los  Reyes magos, la vaca, el burro, la oveja, los camellos, los elefantes, caballos, jirafas, garzas, leones, hormigas, mariposas, lagartijas, , hombres negros, blancos, amarillos, rojos, todos ellos peregrinan y  contemplan maravillados el Nacimiento del hijo de Dios, el Salvador del Mundo, la nueva creación, la regeneración y redención del hombre, la reconstrucción de la historia.

  Hoy ante el mundo de los  medios de comunicación, del internet, teléfono celular, de los juegos mecánicos y electrónicos, de los video juegos  los nacimientos mexicanos y el propio juguete mexicano  no tiene  ningún valor e interés, aquel Niño Dios que traía los regalos a los niños deja de asombrarles  si todos los días tiene miles y miles de juegos según la tesis de Felipe Nuño, el mercantilismo de navidad, más aún si la mujer como en Europa ya no tienen hijos, ya no hay familia ni niños, no tiene sentido los nacimientos y las navidades, porque la Navidad ciertamente es una celebración de los nacimientos vivientes es decir, del nacimiento del hombre, de la vida.

   Entendiendo  la Navidad como la creación del hombre, el origen de la vida, por ello nos volvemos infantiles, un juguete o caricatura, el  juguete mexicano ha sido desplazado  por los productos chinos y las caricaturas japonesas, por ello la Nueva Evangelización y la Teología del Papa Latinoamericano  replantea el ecologismo y los nacimientos  franciscanos, el Nacimiento es una referencia a la Creación a o Creatividad , a la vida y Dios generosos ha dado al hombre esos dones y carismas  en respuesta al oro, incienso y mirra de los Reyes Magos venidos del Oriente, dentro de esos proyectos iníciales de Catedrales y Monasterios de Basura  de la sociedad de consumo, de la sociedades urbano industrial, se plantean esas nuevas Órdenes y Misiones  de los Teólogos Populares Latinoamericanos  transitando por las súper carreteras de la comunicación y la información, llevando la Nueva, son ellos por esencia y naturaleza  Mensajeros, graciosos ángeles alados de nuestro tiempo abriendo las vanguardias en la era del internet, dando respuestas adecuadas  a los nuevos tiempos  y culturas , por ello repetimos:  El cristiano no está encadenado al pasado y es un enemigo del progreso y la modernidad  sino todo lo contrario: Él debe de ser  el constructor del futuro , sin él, sin Cristo Jesús  el mundo no puede tener futuro, él es el Señor del tiempo y de la Historia, el principio y el fin, el Alfa y el Omega, el pasado y el futuro, por lo tanto toca a los cristianos redefinir los conceptos del progreso y la modernidad, la humanización de la ciencia y la tecnología, los principios éticos y morales de la industria, el ordenamiento de la escala de valores de la sociedad de consumo, los limites de los mundos y realidades virtuales, en este sentido hemos  de revisar y de cuidar las interpretaciones parciales y superficiales  del teólogo franciscano Leonardo Woff, la visión de pobreza  franciscana  o el ecologismo como un rechazo  sistemático al desarrollo industrial, la fe cristiana ante la ciencia y la tecnología, la fe y razón, las nuevas tecnologías y la misión de la evangelización. Ese concepto de pobreza por ejemplo en la historia de la evangelización de los franciscanos en México que de alguna forma justificaban la explotación y los gravísimos excesos de la conquista , o bien el ecologismo franciscano que no sirvió para evangelizar las culturas prehispánicas que tienen un sentido aun más sagrado y propio que el propio ecologismo franciscano, es decir los indígenas que tienen por madre a la tierra  y se hermanan con todos los seres y ello no sirvió para conservar esas culturas sino que todo esto fue arrasado y destruido precisamente por esto viejos evangelizadores, en este acto de purificación misionero ciertamente hemos  de reconstruir nuestras culturas con una nueva visión y luz, ante vino nuevo odres nuevos.

                                        Juan Ángel Peña Enríquez




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