sábado, 28 de diciembre de 2013

247.- LA IGLESIA POBRE PARA LOS POBRES TEOLOGIA LATINOAMERICANA

TEOLOGÍA DE LA POBREZA
LATINOAMERICANO
EN LAS GRANDES CIUDADES URBANO INDUSTRIALES
  Hemos de tener muy presentes que todo intento de formar nueva s Órdenes y Monasterios lleva en sí un deseo de crear nuevas Iglesias, iglesias paralelas según nuestros gustos y respondiendo a nuestros deseos, perdiendo con ello la Iglesia su pureza, fidelidad y unidad, pero también hemos de considerar  y discernir  que en esta Nueva Evangelización  los dones y carismas que el Espíritu distribuye según su parecer y que le da a la Iglesia esa diversidad  y particularidades que constituyen precisamente esa unidad, por ello necesitamos de prudencia para interpretar auténticamente bajo la luz de la fe esos carismas particulares y no entorpecer con ello la vida consagrada que son ciertamente grandes tesoros de la Iglesia.

  Si se habla entonces de nuevas Órdenes y Monasterios concretamente de los laicos en medio del mundo, no se habla por lo mismo de conceptos y edificaciones materiales o grupales, en su inicio un deseo y sed de espiritualidad en medio del desierto de las grandes ciudades, estos hábitos son más bien estilos de vida , esos monasterios son formas de vida  en medio del mundo, no debe haber entonces tal paralelismo en este proceso renovador y reformista de la Iglesia porque uno solo es el cimiento, una sola Iglesia, una sola fe y un solo cuerpo que según  la naturaleza de sus miembros cada uno tiene sus particularidades y misiones específicas propias y originales.

  Es cierto que en la antigua evangelización nos hemos acostumbrado a ver a la Iglesia más por la Órdenes  como: Dominicos, Jesuitas, Franciscanos, Etcétera. Con ello tenemos una visión parcial o particular de la Iglesia, la llegada de un jesuita como el Papa Francisco y poniéndose el nombre de un franciscano como Francisco de Asís nos señala esa unidad de las Ordenes, esa Unidad eclesial, hemos de comprender  plenamente esa diversidad y unidad eclesial para poder emprender esta Nueva Evangelización.
  Corresponde a los fieles laicos según su vocación y misión el ordenamiento de las realidades temporales, está en medio del mundo, por ello si hemos propuesto Ordenes laicales y Monasterios laicales urbanos  son a partir del propio mundo urbano industrial donde ha de encontrar esa espiritualidad  y siendo levadura buscando la propia transformación de la masa del mundo, por ello hemos puesto por ejemplo el Monasterio Estético, Monasterios del Arte donde se vea y encuentre el silencio y la contemplación en un mundo de prisa y ruido, o bien Monasterios o Santuarios Ambientales y Ecológicos, aún encontrados en los propios parques urbanos o en nuestro caso en la extraordinaria barranca de Guadalajara que muy pocas ciudades tienen, estos paisajes ambientales son las catedrales naturales donde el hombre urbano ha de encontrar esa espiritualidades que niega la vida urbana, las mismas catedrales y monasterios de basura,  hemos  propuesto los Monasterios Matinales Urbanos , la grandes ciudades al amanecer donde el hombre pueda encontrarse  con sí mismo, en la oración y con Dios en el silencio y quietud de las mañanas en que la ciudad duerme y hay silencio,  toca ahora ver cuestiones como los hábitos o la pobreza en la sociedad de consumo, de las modas , de lo instantáneo y desechable, siendo un tema extenso, trazaremos ciertas líneas de reflexiones  iníciales.
   Dentro de las tendencias teológicas latinoamericanas en las últimas décadas se ha remarcado “la opción preferencial  por los pobres” tal compromiso social cuestiona fuertemente los votos de pobreza dentro de  las Órdenes y ministerios de la Iglesia  que tratan de reflejar de una u otra forma la pobreza evangélica.
  Para profundizar un poco más en el tema partimos de las tesis del Ilustre Felipe Nuño, considerando que el Papa Francisco se ha inspirado en la pobreza y espiritualidad de San Francisco de Asís, con ello se renueva y actualiza la pobreza franciscana, en ello observa por lado Felipe Nuño que son tiempos y sociedades totalmente distintas, si bien San francisco de Asís renunció a la riqueza de su familia, en términos generales las diferencias de clases no eran tan marcadas como ahora y la pobreza de su orden en cierto modo aislados y separados del mundo en grande monasterios amurallados era más fácil o llevadero llevar esa pobreza, en cambio ahora en una sociedad urbano industrial, de la sobre productividad y la sociedad de consumo, de los poderosos medios de comunicación, de billones de productos comerciales de un mundo de prisa, de estilos y modas que cambian aceleradamente según las temporadas , formas infinitas de la diversión y el entretenimiento, la comida industrial y la  chatarra, refrescos y vinos en abundancia, las máquinas y las grandes fábricas, las novedosas tecnologías de comunicación, , Etcétera se dificulta enormemente definir en esta sociedad el concepto de pobreza si se está en medio de ella y no se usa el monasterio para huir de este mundo, toca a los laicos enfrentar estos problemas, retos y desafíos, aquí vemos otro aspecto al igual que el dilema entre fe y razón, el racionalismo del pensamiento científico, el cristiano ante el progreso y la modernidad, el pasado y el futuro.

   El Ilustre Felipe Nuño fundamenta con razón que se ha de redefinir el concepto de pobreza en estas nuevas sociedades urbano industriales y tecnológicas, pues en efecto muchos de los “pobres” traen novedosos teléfonos celulares, en los hogares muy humildes tiene televisión y videos y muchas películas, en las clases más pobres se consume mucho refresco, cigarros y cerveza y gastan mucho dinero en la compara de drogas ¿Dónde está la pobreza en esta sociedad de la abundancia y el derroche?, diariamente se tiran en el mundo miles de millones de toneladas de basura, de alimentos, de ropa, cada año se renueva los automóviles y las computadores, los teléfonos celulares y se tiran los pasados de moda, moda en ropa y aparatos domésticos, billones de películas y canciones, aparatos electrónicos, dulces, refrescos y frituras, alimentos chatarras, , en esta ambiente devorador ciertamente que los laicos han de definir nuevas órdenes y misiones, los nuevos monasterios hechos de desechos de basura, entonces los monasterios no son en el desierto sino en el mismo corazón de las grandes ciudades, este es el camino de Reforma del Papa Latinoamericano, ciertamente que los hábitos no tiene que ver con grandes capas y capuchas  sino que son en sí estilos de vida como ya hemos dicho  ante la sociedad de consumo y la sobre productividad industrial, la ética y moralidad del mercado, la humanización de la ciencia y la tecnología. La Iglesia Pobre para los Pobres ha de profundizar en estos conceptos y proponer nuevas rutas interpretativas del auténtico y verdadero progreso y modernidad, la construcción de las sociedades y ciudades al futuro.

  El laico dentro del mundo,  su monasterio y orden concreta es simplemente su propia Parroquia, esa es y debe ser la fuente autentica de su espiritualidad, de su propia formación, para desarrollar dentro de las grandes ciudades su propia misión, plantearlo  de otra forma es entroncarse con la new age y nuevas espiritualidades agnósticas que nada tienen que ver con la Iglesia.

                                        Juan Ángel Peña Enríquez



No hay comentarios:

Publicar un comentario