sábado, 7 de julio de 2012

Los Toros, la Muñeca Barbie y la Antropología Americana

LOS TOROS, LA MUÑECA BARBIE
Y LA ANTROPOLOGÍA AMERICANA
EL COLONIALISMO IDEOLÓGICO EUROPEO

  Hemos puesto dos videos, uno de ellos es sobre la corrida de toros y el otro  trata sobre la muñeca barbie  y por lo mismo parecen ajenos y extraños al tema del arte y la cultura que estamos desarrollando, sin embargo no es así.
  Los españoles y aquellos vasallos leales aún al rey como son los distinguidos miembros del Consejo de la Universidad de Guadalajara ven en la tauromaquia uno de los tesoros más preciados del patrimonio cultural del Estado de Jalisco y fundamentan que en esta tierra está la plaza de toros más antigua del mundo queriendo decir que en Jalisco está el origen mismo de la corrida de toros,  en cambio nosotros  vemos en esta su “arte” pintados los horrores de la conquista española, la destrucción intencionada y sistemática de la cultura prehispánica de México, hablamos del sanguinario colonialismo español actualizada en cada corrida de toros.

    En la Muñeca Barbie vemos ahora el colonialismo británico mucho más reciente , el colonialismo neoliberal con método más sofisticados menos bárbaros pero igual o más de eficaces, producen uno y otro profundos traumas históricos y antropológicos, la destrucción del ser y la identidad del mexicano, uno en la profundidad de la conciencia histórica de nuestro pueblo y el otro en la formación de la conciencia y el desarrollo infantil particularmente de la mujer mexicana, esto encierra el existencialismo nacional, fuerzas de destrucción y explotación, por ello la antropología histórica tiene por misión  aquilatar y confirmar la mexicanidad , la belleza de la mujer mexicana como principio formador de nuestra arte y cultura , en la misma etapa infantil, en los juguetes y muñecas que parecen inofensivos, esto mediante la contemplación , crítica, libertad y creación del arte.

   La Corrida de Toros es una degeneración y destrucción del hombre, es la muerte de todo humanismo y el hombre se transforma en un ser bestial y despiadado que niega toda luz del raciocinio como fiel reflejo centenario del colonialismo español y esa destrucción reciclada y actualizada en cada corrida de toros tiene en su “arte y cultura” su justificación, la insensibilidad ante el dolor, sufrimiento y la muerte, la destrucción y muerte de la cultura mexicana. Podemos ver entonces la cultura y arte española impuesta con espadas de conquistadores que son las mismas espadas y dagas del torero que con ella traspasan el arte mexicano, entonces la cultura y el arte mexicano es una simple clonación, copia, imitación, duplicado, reflejo y traslado de la cultura de España lo cual es una falacia que ofende el proceso histórico milenario de nuestra cultura y donde la conquista es solo un hecho transitorio como lo hemos demostrado.

  El Toro representa la creación y la naturaleza, el torero ilustra la destrucción de la naturaleza en un acelerado modernismo industrial, el cambio climático y el calentamiento global, la insensibilidad ante la desaparición dramática de miles de especies, por ello es que España no puede vanagloriarse de ser ecologista  o de que sus organizaciones ambientales tengan calidad moral por velar por la defensa del derecho de los animales cuando tiene por fiesta y patrimonio nacional un espectáculo vergonzoso y degradante que sirve de ejemplo para la tortura y exterminio de los animales y de las especies de la tierra y que México con su herencia maldita es el más perjudicado.




PSICOLOGÍA HISTÓRICA TAPATÍA

     Hemos abordado en páginas anteriores la aprobación de la Ley de la Tauromaquia propuesta por miembros del Grupo Universidad, no hemos analizado a profundidad esta cuestión según la psicología tradicional de Freud y Fromm sobre el sadismo, es decir el placer ante el sufrimiento del otro como lo vemos en los toros o la necrofilia o el gusto por la muerte que son graves patologías de los hombres que gobiernan la Universidad de  Guadalajara y ahora la imponen en los estudiantes y sociedad como patrimonio cultural , sino más bien queremos verlas desde la Psicología Histórica Americana.

   La conquista de América, del Pueblo Mexicano es miles de veces más terrible y sangrienta que una fiesta de los toros, fue y sigue siendo una de las mayores tragedias de la humanidad donde mueren millones de indígenas, en esto  se vuelve todo el poder del viejo mundo y sus continentes encabezados por Europa para destruir la cultura, la Civilización Americana, una intención objetiva y sistemática de arrasar y lograr la destrucción total y absoluta de su historia original, esto crea un profundo trauma histórico en la conciencia del hombre americano, perdiendo su memoria y su identidad y por lo mismo una profunda confusión en su personalidad que es una de las grandes razones de los problemas de nuestra sociedad mexicana y tapatía, no sabemos quiénes somos ni lo que queremos ser, sufrimos de una amnesia histórica, de lagunas mentales, el horror de los toros acentúan ese trauma fatal que daña el inconsciente mexicano.

   La Psicología Histórica Americana busca romper ese trauma terrible, sanar el ser y el espíritu del hombre, llegar a esa identidad profunda que resuelve esa crisis y conflicto existencial de América, del Nuevo Mundo  aprisionado por el viejo mundo y su colonialismo cultural que toman al hombre americano como animal de laboratorio y de sus experimentos que confirman sus teorías pero no como sujeto de su propia historia, el toro y el indio son una misma cosa, son simplemente animales que no alcanzan la categoría de hombre. Esta falta de identidad son las grandes razones de los problemas sociales, humanos, existenciales y psicológicos de los mexicanos que provocan los trastornos de personalidad  y las patologías  según la psicología del viejo mundo.

   No son ciertamente pocas las dificultades para comprender nuestra Cultura Americana, una civilización no estudiada sino sistemáticamente destruida y señalada como simples expresiones de la superstición, ignorancia, magia, brujería, subjetivismos, sueños y fantasía de la cosmología y teogonía prehispánica con sus dioses tan parecidos a la civilización griega o romana  antes del inicio del cristianismo  que idolatraban a Júpiter y al dios de la guerra en Marte como lo hacían al mismo tiempo los pobladores de América.

   La evolución de la cultura europea impulsada por las ciencias objetivas y exactas donde se da un rompimiento entre fe y ciencia al considerar los principios de la fe como superstición y fanatismo y la religión como uno de los principales obstáculos para el progreso y la modernidad del hombre. Es la época de los grandes descubrimientos geográficos, astronómicos, matemáticos, físicos, químicos, mecánicos, eléctricos, electrónicos, médicos, etc.  Todos estos unidos a la producción industrial y a la producción de armas  que cimientan las sociedades modernas que supuestamente darán respuesta y solución a todos los problemas existenciales del hombre, el objeto desplaza al sujeto, el ateísmo científico a la superstición teológica, la afirmación del cuerpo y negación del espíritu, en resumen: Al proyecto del hombre sin la presencia y necesidad de Dios.

   Este modelo europeo del colonialismo británico fue implantado en su estado puro sin mezclarse con los pueblos indígenas en Norteamérica  que desarrolló a la mayor potencia del planeta: Estados Unidos y falsamente es el portavoz de América, este es uno de los retos esenciales de la antropología americana.

   Vemos ahora la profunda frustración e insatisfacción de la sociedad moderna norteamericana ante su mundo de comodidad y derroche que arrastra a toda América a un precipicio o neocolonialismos.

   Esta Antropología Americana asediada por el racionalismo científico  no puede ser estática y anacrónica anclada en  un pasado infructuoso sino que debe de adaptarse y responder a los nuevos tiempos transformando y asimilando, actualizando a las nuevas épocas y necesidades, más concretamente debe de humanizar la ciencia y la tecnología, redefinir el concepto de progreso y modernidad, ver la ética y la moral en la ciencia y la tecnología y comprendiendo y denunciando los profundos problemas que ha acarreado y originado precisamente la ciencia y la tecnología deshumanizada e irracional que hace dudar de la ética científica, esto ante dos ejes esenciales: El Hombre y la Creación o Naturaleza que han dejado de tener importancia, la Antropología Ambiental Americana que hunde sus raíces en la cultura prehispánica.

     Esta Antropología Americana no es una negación del progreso, más bien vemos a la ciencia y la tecnología como negación de la historia, del pasado y enfocándose en la construcción de un futuro experimental, enteramente industrializado y artificial-urbano. Esto justifica la negación y destrucción de los recursos naturales y de los ecosistemas y el hombre es un simple objeto del mercado.  Esto encierra las interrogantes elementales de la ciencia y de las sociedades modernas que no han podido resolver, estos son los graves conflictos de la modernidad  y son precisamente las cuestiones analizadas en el Concilio Vaticano II hace 50 años que dan inicio a una Nueva Evangelización.

   Ante esto hemos de ver el consejo evangélico del remiendo nuevo sobre la tela vieja o el vino nuevo en odres viejos como refiere el teólogo de mi familia , el nuevo y el viejo mundo que son dos estructuras incompatibles, la vieja evangelización o llamada conquista espiritual unida a una guerra de exterminio y los caminos de la nueva evangelización como un juicio histórico que ve las culpas y los errores  con el fin de resarcirlos y pedir perdón  y hacer el propósito de no volverlos a cometer, en esta evangelización el hombre es uno de los ejes centrales según lo han definido las propias Conferencias Episcopales Latinoamericanas.

  Estas mismas dificultades de la Cultura Americana original destruida y rechazada  por la cultura  racional europea que la ve envuelta en la superstición  es el mismo problema que presenta la Iglesia para la Nueva Evangelización de América  donde las sociedades modernas y tecnológicas no aceptan  los dogmas y supersticiones de la fe, porque la cultura moderna no entiende y no se adapta según ellos a modelos y realidades históricas de hace dos mil años, presentándose por lo mismo continuamente el problema entre fe y modernidad, entre tradición y desarrollo tecnológico, entre el pasado y el futuro. En esto se gesta un nuevo hombre a partir de la Evangelización  pero que nace de la misma Antropología Americana, con esto cimentamos la Teología Mexicana o Teología Indígena basado en la importancia histórica  y que el modernismo científico lo niega como incompatibles son también el  marxismo europeo y la teología de la liberación  latinoamericana, es decir la Historia de México   Milenario  por un lado y por otro la Historia de la Salvación  actuando como fermento en la masa, la Filosofía Histórica Mexicana que determina los principios doctrinarios para la Refundación del Pensamiento Moderno es decir la Universidad de Guadalajara.

   En la primera evangelización en Guadalajara los Misioneros Dominicos fundaron la Universidad de Guadalajara ,(esto demuestra que la fe no se opone al conocimiento científico universitario) corresponde por derecho y responsabilidad a los fieles laicos la refundación de la misma  humanizando la ciencia y la tecnología en Guadalajara, rescatar el sentido social y humano de la técnica, el progreso y desarrollo urbano con el respeto a las riquezas naturales de Jalisco, transformar y crear nuevas ciudades  bajo el Señor de la Historia  edificando Nuevas Escuelas Históricas alterna y paralelas a la Universidad  como es la de Coyula Matatlán  edificada sobre ruinas prehispánicas y los cementerios de la sociedad de consumo que revelan el lado oscuro de la ciencia y la modernidad,  de las falta de principios morales de los científicos y que arrastra a las Universidades como los vemos en la de Guadalajara a profundas crisis, es por eso la necesaria refundación de las mismas.

                                             Juan Ángel Peña Enríquez

NUEVA ESCUELA
DE HISTORIADORES EN GUADALAJARA

   Somos lo que hemos heredado del pasado, nos ha forjado el ayer, la historia encierra nuestro origen, lo que hemos recibido y aprendido de nuestros padres, cientos de profesores, de los amigos, de los medios de comunicación, el principio y el origen de nuestro ser oculto en el pasado, en esto vemos la importancia de saber escuchar y entender la historia. Dentro de esto es un misterio el Origen del Hombre Americano, la Historia Americana que plantea la filosofía y Antropología Americana.
 
  Con la llegada de los conquistadores españoles se da inicio a una de las mayores destrucciones y holocaustos culturales en el mundo cuyo objetivo es destruir y borrar totalmente la civilización americana, quitar violentamente el ser y la identidad, borrar su memoria y su conciencia, porque el hombre que pierde su identidad es fácilmente manipulado, tutelado, explotado, no tiene unidad ni sentido nacional, no es nadie en el mundo y es llevado por las modas y las novedades.

   El conquistador y colonizador europeo busca ante todo destruir la historia, porque la memoria significa el conocimiento y el conocimiento  despierta la conciencia, por ello la historia de México debe pisotearse, menospreciarse, desquebrajarse como se hace aún en la Zona Arqueológica de Coyula en Tonalá, el mexicano debe de sentir vergüenza  y repugnancia ante lo indígena, un trauma histórico  reavivado con la Ley de la Tauromaquia de la Universidad de Guadalajara, donde hablar de lo indígena es hablar de ignorancia, fanatismo, superstición, miseria, magia, hechicería, brutalidad, sacrificios humanos, antropofagia, etc. Porque esto justifica su destrucción y colonización.

   Dicen, según refiere el Ilustre Ideólogo de Huentitán que el Origen del Hombre Americano se debe a partir de que un Chango de Asia cruza por Alaska a América  y en cuatro o cinco mil años evoluciona hasta que este Chango  llega a ser el ser más bestial y despiadado de toda la humanidad con los miles de sacrificios humanos de los Aztecas en sus festividades y celebraciones de brujería y sin embargo estos conquistadores que traen sus propios historiadores no profundizan en la muerte de millones de indígenas que han muerto en base a su conquista como precio para lograr el progreso y la modernidad europea , la cultura y la civilización del viejo mundo. Estos historiadores centran toda su atención en el horror de los sacrificios humanos  y omiten citar y reconocer los adelantos indígenas en la astronomía, arquitectura, urbanismo, escultura, pintura, artes y oficios, literatura de la civilización azteca.

   Veamos esta cultura y civilización europea en tiempos más recientes en el país de Alemania que ha dado al mundo grandes y extraordinarios músicos, poetas, científicos y sobre todo filósofos y sin embargo ellos llevan a la Segunda Guerra Mundial donde mueren millones de personas y realizan holocaustos  terribles de exterminio, otras formas de sacrificio de las súper razas , ante esto: ¿Hemos de desconocer el valor de sus músicos, científicos y filósofos? ¿Por qué esta barbarie tan parecidas a los Aztecas en culturas supuestamente modernas y civilizadas como la alemana?

      A los Indígenas en México  se les mira como animales raros y exóticos, como una especie  animal en grave peligro de extinción, como un variedad de los changos, como el eslabón perdido, la continuidad del animal al hombre, como el folklor de nuestra cultura ante los turistas, la dimensión de su territorio lo determina según el área  necesaria y suficiente para no provocar su extinción, la soberanía de su territorio es la jaula suficiente para la exhibición del animal salvaje y primitivo, un mundo desconocido, ciertos hombres que no tienen rostro  ni historia que surgen de las profundidades de las sierras y de las selvas de Chiapas, son museos antropológicos vivientes en jaulas y escaparates peligrosos y dañinos  que necesitan estar encadenados y si logran ser domesticados es para ser esclavos y sirvientes, peones y jornaleros  que viven en situaciones inhumanas, esta es la historia de nuestro México.

   Necesitamos crear Nuevas Escuelas de Historia en Guadalajara donde la historia deja de ser una tediosa descripción estática y estéril y se transforme en una disciplina crítica y como instrumento de transformación y desarrollo social y personal, nos oponemos y rechazamos a la Historia como instrumento de justificación de la opresión al servicio de los poderosos y explotadores, a las historias novelescas de diversión y entretenimiento que no nos compromete con nada ni con nadie, la historia no es el cuadro reluciente para pintar y lucir a los tiranos y dictadores.

   La Verdadera Historia debe de clarificar nuestra realidad social, explica nuestro comportamiento, mediante el juicio histórico tomamos conciencia de nuestras responsabilidades ante una realidad de enormes e hirientes desigualdades e injusticias, por ello nuestra historia toma un serio compromiso con los desposeídos y olvidado, con los que se tiene una deuda histórica que hipoteca el porvenir y el desarrollo de los pueblos. La Historia no debe de ser cómplice de ningún sistema ideológico, político, cultural, religioso, etc. Que atente contra la dignidad y los derechos fundamentales del hombre, la historia no debe de escribirse en base a la guerra y los odios, a las conquistas de colonias o a las grandes empresas de los hombres olvidando a los más débiles y desprotegidos.

   Nuestro mundo está en continua transformación y dinámica, los vientos, los mares, los volcanes, las tormentas, etc. Esto de da en una forma más o menos ordenada y continua según el ciclo de las estaciones, por ello el calendario astronómico de los mayas y los aztecas significa uno de los mayores logros y descubrimientos de estas civilizaciones equiparables o mayores a las europeas, estos calendarios permiten prever los fenómenos con cierta precisión y exactitud: épocas de frio y calor, inicio de la lluvia para sembrar, florecimiento de las plantas, etc. Permite ver el movimiento y orden del universo, con esto el hombre adquiere el conocimiento del mundo, determina la memoria, el tiempo, el pasado  y se vuelve celebrativo festivo al cumplir años y estaciones, épocas, el calendario reloj del tiempo que nos habla de la historia, de lo pasado, del tiempo aquel del que nos avergonzamos ante una Universidad pobre y retrograda que tiene por patrimonio cultural la feria sangrienta de los toros.

   La Universidad de Guadalajara y el INAH Jalisco se empeñan afanosamente en destruir con su propia basura la Zona Arqueológica de Coyula en Tonalá, el Gobierno del Estado ha destinado más de 300 millones de pesos para la Zona Arqueológica de Ezatlán que fue encabezada por el Dr. Phil Weigan, una zona que tiene pocas repercusiones reales en los mismos pueblos cercanos, en cambio la Zona Arqueológica de Coyula Matatlán en Tonalá permite con seguridad entender su Cerámica, una de las más importantes y bellas del mundo de la que dependen  de miles de familias y que estos restos arqueológicos rescatados nos permitirían  valorar esta arte mexicana lo mismo que entender a la Guadalajara -Tonalá . Esta destrucción de los pueblos indígenas y sus zonas arqueológicas realizadas por Guadalajara la podemos explicar de la siguiente forma:
    La Proto Guadalajara en sus continuas emigraciones busca ante todo distanciarse de los pueblos indígenas, al asentarse Guadalajara definitivamente en el sitio actual da inicio a la centralidad.  Los españoles en la conquista destruyeron y trasladaron pueblos indígenas. El centralismo de casi quinientos años de la Ciudad de Guadalajara la han colmado de privilegios, ahí se han concentrado el poder político, religioso. Cultural, industrial, comercial, etc. Lo anterior presiona y obliga por un lado a las grandes emigraciones de los otros pueblos y ciudades a Guadalajara , miles de familia de los estados vecinos que se instalan especialmente al Oriente de Guadalajara en la búsqueda del sueño y la felicidad de la ciudad que promete mil maravillas y origina el crecimiento urbano de Guadalajara quedando por lo mismo muchos pueblos fantasmas, esto por un lado, por otro,  el caótico crecimiento de Guadalajara  absorbe y destruye sin ninguna previsión a los pueblos que le circulan especialmente del Reino de Tonalá como son: Analco, Tetlán, Huentitán, San Andrés, San Gaspar, Coyula, Zalatitán, San Pedro, San Martin de las Flores. Etc. Estos Pueblos Indígenas son destruidos por la mancha urbana sin rescatar su cultura, sus tradiciones y costumbres, su historia, etc. Ante una Universidad de Guadalajara- FEG que buscan desaparecer  al Pueblo de San Andrés-FER , la organización barrial y social del Oriente, la  FER amenazó el dominio de la FEG y al grupo que por décadas a controlado y saqueado la Universidad de Guadalajara, es por eso que sus historiadores y sociólogos no les interesa en lo más mínimo el Oriente de Guadalajara (porque esta sociología permite entender la FER diametralmente opuesta a los intereses  Ramírez-Padilla-FEG ), la historia y arqueología de Tonalá sino más bien buscan destruirla y deformarla, por ello el Grupo de la Universidad de Guadalajara decreta a la Tauromaquia como de valor cultural como exaltación brutal y actualizada de los horrores y temores de la conquista, matar al toro con la misma espada de los conquistadores,  así como los españoles para justificar su guerra de exterminio se basaron en los sacrificios humanos de los aztecas así la Universidad de Guadalajara busca distorsionar la historia del Oriente de Guadalajara  de San Andrés: los Vikingos FER que desgraciadamente optaron por la clandestinidad y la violencia,  es por ello la necesidad de la Refundación de la Universidad de Guadalajara forjando nuevas escuelas de historia, nuevas corrientes filosóficas, antropológicas y sociológicas para entender verdaderamente a Guadalajara, la sencilla Escuela Histórica Antropológica Coyula Matatlán tiene ese propósito a pesar de que el INAH Jalisco busca ignorarla y  destruirla desacreditando las piezas rescatadas por su servidor que presentamos en este sencillo video y sus gravísimas repercusiones en la Cerámica Tonalá no comprendidas ni atendidas por el Dr. Phil. C. Weigand ni Jorge Wilmot.

                                                Juan Ángel Peña Enríquez

LA ARQUEOLOGÍA MEXICANA
Y LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
LA PRIMAVERA UNIVERSITARIA

   El escudo de la Universidad de Guadalajara simboliza el pensamiento de los conquistadores españoles, representa un árbol, y como sabemos todo árbol se renueva  por ley orgánica, es la esperada Primavera Universitaria en Guadalajara, es el árbol del conocimiento con sus ramas o carreras profesionales y sus frutos, a su lado están dos leones que hoy los podemos interpretar como el estilo universitario de las ferias y los espectáculos, la feria de los circos que han alcanzado su apogeo en Guadalajara gracias a las empresas para universitarias que les rentan los terrenos, estamos en la época de oro de la variedad y el espectáculo , por eso bien pueden representarse con leones o un par de toros, la Ley de la Tauromaquia  como feria cultural española reconocida y celebrada por la Universidad de Guadalajara.

    Y si la Universidad de Guadalajara se identifica como una Universidad Española que rescata y promueve su cultura como la feria de toros  lógicamente que desprecia y rechaza la cultura indígena mexicana, es por ello que la Arqueología en Guadalajara no tiene ninguna importancia y eso motiva la absurda destrucción de la Zona Arqueológica de Coyula con la misma basura de los Tapatíos con gravísimas repercusiones en su Cerámica que es reconocida en el mundo.

  Dentro de la Antropología Tapatía esta carencia y destrucción Arqueológica expresa el mayor de los conflictos de identidad y crisis de personalidad de Guadalajara y que la Ley de la Tauromaquia  agrava a grados del terror.

   La Ley de la Tauromaquia propuesta  y aprobada por el Grupo Universidad  es confirmar la conquista española y crear un trauma  y un abismo en  la cultura indígena mexicana, el abismo de la Calzada Independencia en otro tiempo Río San Juan de Dios. El objetivo de la Universidad es distanciarse cada vez más del Oriente , del Reino Indígena de Tonalá, de San Andrés, la tierra de los Vikingos-FER que amenazó el proyecto Ramírez-Padilla-FEG, el actual modelo universitario es desmantelar la infraestructura universitaria, los centros universitarios para concentrar todo en el Centro Cultural Universitario como un Mega Proyecto Comercial Universitario. Si ahora se edifica un centro universitario en Tonalá es por las presiones de Enrique Alfaro y del Gobierno del Estado.

   La Guerra de Conquista y la Guerra Sucia al oriente de Guadalajara, la negación de la Iglesia al Oriente y la aparición de la luz del Mundo, la fuerza del Oriente de Guadalajara. La falta de una ideología de los jóvenes de San Andrés los orilló a adoptar doctrinas radicales que justifican la violencia  lo cual desde cualquier punto que se le mire es inaceptable y la condenamos.
   Los Olvidados del oriente, formados por zonas populares y emigrados de los distintos estados como Zacatecas, Michoacán, Nayarit, Colima, etc. Que ven en la Universidad como el más valioso y casi único camino o instrumento para su realización y transformación social, hemos pues los del  Oriente  purificar y rescatar la originalidad del movimiento de los Vikingos condenando y desechando sus distorsiones y violencia. El Oriente ha de ser parte decisiva en la Refundación Ideológica y Doctrinaria de la Universidad de Guadalajara.

   La cultura colonizadora española confirmada con la Ley de la Tauromaquia de la Universidad de Guadalajara  que la tiene ahora como rico patrimonio cultural y natural tiene al mismo tiempo el objetivo de desconocer y condenar la cultura indígena, más bien la Universidad debería decretar como patrimonio cultural la riqueza de los pueblos prehispánicos como fueran sus maravillosas artes aún presentes, los sitios arqueológicos, las tradiciones y las costumbres, el Juego de Pelota  en lugar de destinar millones de pesos para su equipo de fut bol  que es de origen inglés como amablemente me expresa mi hermano a quien debo el gusto por la teología y la filosofía.

    Esto por un lado,  por el otro vemos la dependencia de Guadalajara del Centro de México en lo arqueológico  ante una Universidad extremadamente pobre en la valoración de su patrimonio arqueológico y donde no imparte siquiera la carrera de arqueología y esto explica la Ley de la Tauromaquia propuesta por distinguidos investigadores de esta casa de estudios.

  No vivimos un esoterismo indígena, habitamos por años las pirámides prehispánicas en Coyula descritos por Phil Weigand , transitamos por sus escaleras, corrimos en sus plataformas, vimos las noches y los amaneceres en sus cúspides, conocimos su trazo y su geometría, sus paredes y taludes, descansamos y platicamos en sus plazas y vimos su destrucción de cada una de ellas  por maquinaria pesada, la rica cerámica prehispánica junto a cráneos triturados, nuestro indigenismo no es un romanticismo primitivo y añoranza ancestral, o negación del progreso, o refugio de un pasado trágico ante la fuerza del conquistador. La arquitectura prehispánica de pirámides y plataformas en un eclipse con  la geometría de pirámides y plataformas de basura, el engranaje de dos civilizaciones que una a otra se devoran y destruyen, el primitivismo y la modernidad brutal hundiéndose en un espiral de violencia y destrucción.

   Vivimos en estas fuerzas dirigidas por el Señor de la Historia, es una revolución callada y silenciosa , de reclamos centenarios, de tragedias de los pueblos, de la lucha horrorosa de la conquista que cada día se recicla  y que aún no termina y esa cultura sangrienta  es ahora encabezada por la Universidad de Guadalajara que destruye con su propia basura las zonas arqueológicas y decreta al mismo tiempo como patrimonio cultural la corrida de Toros, el torero matando el humanismo tapatío con las mismas espadas de los conquistadores.

   Hemos dicho y hemos de repetirlo hasta el infinito que la Conquista Española es tan solo una etapa transitoria de nuestro proceso histórico milenario, nuestra auténtica y verdadera cultura hunde sus profundas raíces en nuestros pueblos prehispánicos, para Guadalajara el más cercano y significativo es el Reino de Tonalá, la misma Guadalajara Tonalá, esta destrucción  es la fuente del propio extravío ideológico y doctrinario de la Universidad de Guadalajara , por esto mismo la revaloración histórica del ser mexicano es uno de los ejes fundamentales para su Refundación y sea entonces una verdadera Universidad Mexicana.

  En esta Refundación Ideológica podemos abordar cuestiones como la filosofía de la educación donde se comprendería el conocimiento, la razón, el criterio, la ciencia, el pensamiento, etc. Como cuestiones ampliamente tratadas por la filosofía tradicional pero caeríamos en mundos abstractos e individualistas  estériles, más bien que este conocimiento y pensamiento, reflexión y conciencia  los condicionemos a la Doctrina Rectora de la Universidad de Guadalajara, es decir hablamos de un pensamiento público y social, colectivo y de conjunto, la Filosofía Tapatía se define como la Filosofía de la Universidad, el pensamiento, la doctrina universitaria, el Modelo de Universidad y el Modelo del Pensamiento Tapatío, la Universidad como modelo  total y concreto de la sociedad, el ser y la posibilidad del ser forjados en el abanico de las vocaciones universitarias , remarcando en esto un pensamiento ético al servicio de la comunidad, como una conciencia social que Humanice el Modelo Universitario, logrando los objetivos  y los principios éticos y morales de la educación , tratamos ahora del Humanismo Universitario , de la Antropología Universitaria y esta antropología no puede definirse si no se rescata y valora la riqueza prehispánica de nuestro pueblo  y enfrentamos y condenamos los horrores de la conquista española  sintetizada e ilustrada con la Ley de la Tauromaquia  del Grupo Universidad que proyectan a una Universidad deshumanizada y brutal traicionando la misión noble de la Universidad y que es un modelo universitario retrógrada e inoperante.

   Por eso nuestra razón, pensamiento, criterio, conocimiento, conciencia tapatía serán coherentes y objetivos en la medida que comprendan el ser y la misión de la Universidad de Guadalajara, porque un pensamiento verdadero, crítico y libre no puede admitir y tolerar una dictadura dentro de la propia Universidad, es un pensamiento servil y cobarde, falso, el propio profesor universitario  sumido en el miedo, él mismo bajo una esclavitud y tiranía: ¿Cómo puede permitir que le llamen Maestro? ¿Con que autoridad puede enseñarles a sus alumnos la justicia y la libertad  si él mismo vive bajo la amenaza y la represión? , el miedo y la hipocresía en la educación y esto es la causa del fracaso y conflictos de nuestra sociedad.

  Nuestro pensamiento no puede admitir atrocidades dentro de la Universidad  como el reciente asesinato de  los jóvenes, nuestro silencio nos vuelve en cómplices  , si esto pasa dentro de la Universidad donde están miles que se dicen maestros:  ¿Qué podemos esperar en la sociedad?

                                         Juan Ángel Peña Enríquez

 LA FILOSOFÍA MEXICANA TAPATÍA
Y LA REFUNDACIÓN DE LA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

   Necesitamos nuevas  corrientes de interpretación histórica como fundamenta el Ilustre Ideólogo de Huentitán , no haciendo la historia a partir de la Revoluciones armadas para lograr los cambios sociales sino más bien transformando la historia de la Universidad de Guadalajara para cambiar desde ahí las situaciones sociales de forma oportuna, racional y pacífica,  el instrumento para lograr esto es la educación universitario, la guerras y revoluciones son frutos  del fracaso de los modelos educativos.

  La revisión de las metodologías históricas jaliscienses que suponen el origen de la historia desde la llegada de los conquistadores española, sobresaliendo en ello la tarea de los primeros evangelizadores que abordaron la historia al modo del colonizador europeo  que vieron en la cultura prehispánica  la expresión misma de la barbarie  colmada de superstición y magia que justificaban la destrucción de pueblos y culturas  e imponen el imperio del racionalismo  colonizador.

  A grandes rasgos vemos también más recientemente en Jalisco al asociar la historia a temas novelescos, una novela histórica como los de Abajo de Mariano Azuela donde la Revolución Mexicana se mira desde capítulos novelescos que dificultan distinguir que tanto es verdad del hecho histórico y que otro tanto agregado dramático del autor para hacer más interesante la narración, en cierta manera esto es maquillar y distorsionar la historia , este novelismo histórico como lo vemos en Rulfo o Yáñez  que tratan la historia de los pueblos de Jalisco como literatura de novelas , son los estilos históricos en Jalisco.  Estos aspectos si Dios nos permite los veríamos con mayor profundidad en la filosofía de la historia o historicismo tapatío.

  Por lo general concebimos  la historia como relación exclusivamente a un pasado, como aventura placentera  que no nos compromete con nada ni con nadie, que a quien denunciamos y condenamos hace años o siglos que murieron ¿Los podremos llamar entonces historiadores valientes y comprometidos con las injusticias de su época? Necesitamos una historia de aquí y ahora, no de “otros” sino de “nosotros”, una historia crítica que incomode y haga tomar partido donde nuestra palabras y acciones intenten trasformar y liberar las situaciones opresoras e injustas, un historicismo que nos comprometa con las realidades actuales y no como negación de la misma que sería tan solo ciencias ficciones vueltas al pasado. Es la historia sin relación con el presente.  

    La Escuela Histórico Antropológica  Coyula Matatlán no es una iniciativa nuestra, esta escuela antropológica es una proyección de la misma escuela de la vida según la providencia teológicas  y las propias circunstancias históricas que definen nuestra relación entre fe e historia, entre esperanza y razón como principio de una Nueva Evangelización 50 años después del Concilio Vaticano II, estamos ante nuevas conquistas y nuevos mundos reciclados, cañones, armaduras y espadas recicladas en maquinas modernas que actualizan los horrores de la conquista española, podemos ver que este proceso de destrucción  intencionada y sistemática de la cultura prehispánica  como es Tonalá no ha terminado, necesitamos forjar nuevos historiadores que interpreten a la luz de la fe y la razón estos acontecimientos, necesitamos nuevos modelos universitarios.

   Esta destrucción actual de los Pueblos Indígenas en torno a Guadalajara son situaciones enteramente distintas y únicas a otros Movimientos Indígenas en México como lo podemos ver en Chiapas donde se origina el Movimiento Zapatista ya que en Chiapas son pueblos indígenas casi en estado puro  que se refugiaron en la profundidad de sierras y selvas  que les sirvió de escudo y muralla  obstruyendo el mestizaje y la colonización  y por lo mismo conservan su lengua original y muchas de sus tradiciones y sus costumbres y ellos pueden determinar con más precisión el derecho y la cultura indígena. Estos pueblos son poco influenciados por la conquista europea o del viejo mundo, son pues metodologías e interpretaciones totalmente distintas  y  su semejanza puede ser poca  tan solo unidos  por el sufrimiento y la marginación de unos y otros que reclaman nuestra participación.

   Esta misma identidad de los Pueblos Indígenas cercanos a las ciudades españolas causa la pérdida de su identidad  y su fácil desaparición  como es el caso de Guadalajara  esto mismo hace imposible una defensa  de su existencia pues debido al proceso acelerado de urbanización y absorción prácticamente han desaparecido y son en muchos casos irreconocibles, por eso mismo el Zapatismo en Guadalajara no tiene mucha trascendencia, el único vínculo de conocimiento e identidad  a veces borroso es nuestro pasado histórico  confirmados con los restos arqueológicos, es por ello el afán consciente o inconsciente de destruirlos en forma indigna y atroz como es el caso de Coyula Matatlán con el conocimiento y consentimiento de la Universidad de Guadalajara y el Instituto Nacional de Antropología e Historia delegación Jalisco.

  De esta manera el historicismo en nuestra vida en la Zona Arqueológica de Coyula en Tonalá es un derecho y una responsabilidad  nuestra como talentos recibidos por la bondad del Señor de la Historia  y que sin temor hemos de negociarlos.

   La Escuela Histórica Antropológica de  Coyula Matatlán está edificada sobre las mismas ruinas prehispánicas, la Tonalá Milenaria, su metodología es el reciclado histórico, es una Escuela paralela a la Universidad de Guadalajara y diametralmente opuesta al Instituto Nacional de Antropología e Historia Delegación Jalisco.
  La Escuela es un modelo geométrico de pirámides y plataformas prehispánicas en interacción con pirámides y plataformas de basura que como eclipse histórico se devoran dos mundos y dos civilizaciones , esta geometría histórica se acopla armoniosamente a los engranajes de la bóveda celeste, con la geometría de esferas astronómicas que determinan la relación entre la arquitectura prehispánica y la astronomía, es el asombroso calendario maya y azteca, la unión del espacio y el tiempo, la luz y la oscuridad, la máquina del tiempo que marca época y edades, lo nuevo y lo viejo, el ayer y el mañana, los años y los siglos, tiempo y número , el calendario como el mayor de los descubrimientos de los pueblos prehispánicos difícilmente igualado por la cultura europeas de aquel tiempo, es la dinámica de la historia , el movimiento astronómico  y el trazo de ciudades y la proyección de las pirámides.

     En esto está basado el modelo geométrico y matemático de la Escuela Antropológica Coyula Matatlán, el ordenamiento histórico, la luz y la vida, el movimiento y la danza indígena como síntesis de su misma vida entre el cielo y la tierra  en continuo movimiento, mecánica y dinámica de las épocas históricas.

  Repetimos: Esta geometría entre pirámides y plataformas prehispánicas  sustituidas por plataformas y pirámides de basura que representan el pasado y el futuro  de dos civilizaciones en lucha continua, es el eclipse histórico de dos razas, del nuevo y el viejo mundo. Aunado a la propia lucha entre el águila y la serpiente sobre un nopal que determinan el origen y la fundación de México esta es la dialéctica de la Filosofía Mexicana, la lucha entre el hombre viejo europeo y el hombre nuevo americano, la lucha entre el cuerpo y el espíritu, estas luchas son la fuente de la tragedia del ser, de la crisis de identidad, el holocausto histórico de México y es el lago o fuente del pensamiento mexicano y el principio de la construcción de México.

   Esta dinámica o mecánica histórica de movimiento de la tierra y la luna como tornos astronómicos moldean con precisión al Hombre Americano, la Antropología Mexicana que es única en el mundo  y tiene su centro en México, ante esta Antropología o Humanismo del Hombre Americano  podemos hablar con todo derecho de la autentica y original Filosofía Mexicana, nosotros mismos definiendo al origen de nuestro ser y nuestra identidad  y esto solamente lo podemos lograr con la Historia, desechando los modelos interpretativos del viejo mundo europeo  que han sido impuestos sangrientamente por la conquista y la colonización  aún presente y activa.

  Este Nuevo Mundo o Nueva Antropología Americana  necesita replantear la Historia para rescatar el valor del hombre, la antropología necesaria para la Refundación de la Universidad de Guadalajara, el Modelo del Hombre Universitario con identidad y conciencia nacional.
   La historia, las razones y verdades del pasado como fuente del conocimiento, la memoria fosilizada y vuelta piedra en sus restos arqueológicos , es la base y el punto de partida  y fortaleza ante culturas foráneas como el socialismo que se ha tomado como base doctrinaria de la segunda refundación de la Universidad de Guadalajara, este socialismo extraño y foráneo nada tiene que ver con nuestro proceso histórico milenario,  nuestra civilización es milenaria y extraordinaria ,nuestro nuevo mundo va más allá de una fugaz conquista , por eso el reto es transformar ahora la propia Historia de la Universidad de Guadalajara refundando sus principios doctrinarios, la historia de nuestro propio pensamiento que hunde sus profundas raíces en nuestros pueblos prehispánicos.

                                                             Juan Ángel Peña Enríquez



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