domingo, 29 de julio de 2012

LA MENTE OBTUSA, TRIANGULAR
Y CUADRADA DEL HOMBRE POS MODERNO
LOS INDIGNADOS DEL MUNDO SIN SACO Y SIN CORBATA
http://www.youtube.com/watch?v=Z5nQCBclhEY&feature=youtu.be

  Se ha ilustrado y sintetizado  la historia de nuestra época y el origen de nuestras generaciones en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, la Revolución Industrial acompañada de la Revolución del Rock and Roll.
 Vimos la contaminación, el desorden, el caos, la decadencia, la intoxicación, la destrucción, el mal gusto, la frivolidad, la degeneración, etc. de un sistema que trasformó y destruyó la tierra e hizo una devastación inimaginable de los jóvenes con sus estrellas del rock.
   La era esplendorosa de la era industrial, comercial, de la sociedad de consumo, los ruidos, el envenenamiento de  los ríos, los ídolos del rock encabezando los movimientos juveniles en el libertinaje y las drogas y en medio del estadio paseándose y bailando los pingüinos, los catrines de sombrero y traje inglés, símbolo del prestigio y la riqueza que se tomó uniforme universal del hombre con su saco y su corbata inglés de color negro impecable como el de James Bond, el esmoquin  que representa la clase alta y privilegiada, el industrial y el licenciado, el don y el señor, el patrón, el hombre exitoso y realizado, el profesionista, con las bolsas llenas de dinero pero con la cabeza hueca y un pésimo gusto por el arte como ciertamente lo vimos en las inauguración de Londres.

  La deshumanización de un mundo que lentamente se oculta entre nubes de contaminación y ruidos infernales de rock and roll, descomposición y muerte, es el fin ideológico de un sistema y una sociedad que repugna a las nuevas generaciones como la Yo Soy 132  y en la toma simbólica de la Fabrica Industrial de Sueños de altas chimeneas o torres contaminantes da inicio, es la inauguración de nuevos pensamientos, de nuevas formas culturales  oyéndose cada vez más lejos los discos rayados y repetitivos de los Beatles y de los Rolling Stone, el Movimiento Universitario en México es una Rebelión Pacífica e Ideológica contra la enajenación y la manipulación de los medios de comunicación, de las estrellas ideotizantes del Rock, contra la Fábrica de Sueños, contra la industria deshumanizada, contra el científico inmoral, contra el artista perverso que invita a la descomposición  y las drogas, contra los modelos necios y estúpidos exaltados por Televisa.
  La esplendorosa era industrial, billones de máquinas y de motores incansables, riqueza y derroche, sociedad de consumo, masas de borregos siguiendo las estrellas del rock inglés, billones de automóviles, aviones y naves espaciales mandándoles carta y regalos a los marcianos, planetas de simios, guerra de las galaxias, James Bond dándole a la Reina una patada en el rabo y aventándola al abismo en paracaídas, las ridiculeces de la monarquía, los duques y los príncipes que habitan en castillos encantados, caballeros tocados con una vara mágica, chimeneas humeantes, ruidos estridentes de Eric Clapton, visiones apocalípticas de un sistema que se hunde en sus propios desperdicios y miserias.
   Reinas y Caballeros, Duques y Príncipes, Castillos e Islas encantadas que han uniformado al hombre con trajes de pingüinos que caminan por millones en hileras interminables con su traje inglés impecable  de corbata y saco negro, élites de  hombres pingüinos prendiendo las chimeneas de sus fábricas en todo el mundo  al mismo tiempo que millones de pingüinos en el polo norte mueren ante los deshielos y el cambio climático.
   Por un lado los ingleses imponen en el mundo su traje y corbata la imagen del hombre rico, respetable, exitoso, el traje inglés adoptado por todos los pueblos y naciones y representa que es poderoso, influyente y muy respetable y al mismo tiempo como dice el Ilustre Ideólogo de Huentitán  con los vestidos extravagantes de sus estrellas del rock  inglés, todos greñudos cual si fueran nidos de cucarachas y ratones, barbones, deshilachados, tatuados, ojerosos y babeando  por las drogas, rebeldes, groseros, indecentes, libertinos, etc. Como modelo de la libertad para los jóvenes, solo de esta forma es posible justificar, ocultar  y disimular la inmoralidad industrial, la riqueza en base a la explotación y la destrucción del mundo.

  Por eso el Marciano Verde enamorado de las mexicanas lleva un sombrero charro, aunque para eso le ha hecho cuatro agujeros  en la copa del sombrero para que puedan salir sus antenas se queda mirando fijamente con sus grandes ojos centelleantes  extrañado de los hombres pingüino, el Hombre Pingüino de los sastres ingleses, la industrialización de una moda, la maquila de un comportamiento, el desfile monótono de los catrines, el pensamiento moldeado industrialmente y esa era antes del Yo Soy 132 la tarea de las Universidades, crear catrines o señoritos, caballeros, dones y señores de corbatas y de saco, las universidades del éxito, hacer del universitario un respetable industrial, un abogado catrín, la universidad como camino de la riqueza, del éxito y de la clase social, hombres poderosos e influyentes, el conocimiento como una forma de dominio y de poder, de las élites y de los privilegiados.

  Tanto en la inauguración y la clausura de los Juegos Panamericanos en Guadalajara vimos la riqueza de nuestra cultura  y al final contemplamos mariposas y hadas, pero sobre todo la Nueva Antropología Mexicana, hombres con cabezas  obtusas, cuadradas, triangulares, prismáticas, octagonales con graciosas alitas envueltas entre nueves de mariposas monarcas, el arte como una rebelión contra la industrialización brutal e irracional, el hombre, la naturaleza, la humanización de la ciencia y la tecnología, un nuevo pensamiento mediante la Refundación Ideológica y Doctrinaria de las Universidades como lo es ciertamente el Movimiento Universitario Mexicano YO soy 132, que se suma a los Indignados del Mundo que desnudan,  dejan encuerados y en pelotas a los hombres pinguinos para que sientan el frío de su mundo, el deshielo de los polos por sus chimeneas.

                                                Juan Ángel Peña Enríquez

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